Coomaraswamy (Tempo) – Tempo e Eternidade

To dhe proteron kai histeron en kinesei estin, chronos dhe taut’ estin… ta aei onta, he aei onta, ouk estin en chrono Aristóteles, Física 4.14.233 A y 4.12.221 B.

Nunc fluens facit tempus, nunc stans facit aeternitatem, Boecio, De Consol. 5.6

In ewikeit ist weder vor noch nach… Allez, daz got ie geschuof… die beschepfet got nu zemale, — Maestro Eckhart, Pfeiffer pp. 190, 207.

Era un comienzo sempiterno, — Jacob Boehme, Mysterium Pansophicum 4.9.

In principio… id est in verbo… in sapientia fecit, — S. Agustín, Confesiones, 12.20.28.

Anyatra bhutac-ca bhavyac-ca… anady-anantam… isano bhuta bhavasya sa evadya sa u svah,1Katha Upanisad 2.14, 3.15, 4.13.

«Considero que hay necesidad de comprender el sentido en el que la Escritura habla del Tiempo y la Eternidad» (Dionisio, De div. nom. 10.3)2 . Aquí, la doctrina del Tiempo y la Eternidad se examinará en contextos védico, budista, griego, cristiano, e islámico. Ambos términos son ambiguos. El «tiempo» es ya sea la totalidad o ya sea una parte del continuo de la duración pasada y futura; o bien es ese punto de tiempo presente (nunc fluens) que distingue siempre las dos duraciones entre sí. La eternidad, desde nuestro punto de vista temporal, es una duración sin comienzo ni fin o, como ella es en sí misma, ese punto de tiempo inextenso que es Ahora (nunc stans).


NOTAS

1Nec praeteritus nec futurus, sine initio aut fine. Dominus omnium praeteritorum et futurorum, Ille solus est hodie atque eras.
Oute gegonous oute esomenos, ate anarchos kai ateleytetos oun, alla kyrios oun panton ton gegonoton kai esomenon, outos monos esti semeron kai aurion.
Ayudado por el Profesor George Chase, y el Profesor Werner Jaeger, pongo esto en latín y griego sólo para mostrar cuan fácil y perfectamente el latín, el griego y el sánscrito pueden traducirse de uno a otro.
2 Cf. S. Agustín, De ordine 2.51: «En este mundo de los sentidos es ciertamente necesario examinar cuidadosamente lo que son el tiempo y el lugar, para que lo que deleita en una parte, ya sea de un lugar o de un tiempo, se comprenda como mucho menos bello que el todo de lo que ello es una porción».

Ananda Coomaraswamy