Guénon Sociedades Secretas

René Guénon — APRECIAÇÕES SOBRE A INICIAÇÃO

ORGANIZAÇÕES INICIÁTICAS E SOCIEDADES SECRETAS
Sobre la naturaleza de las organizaciones iniciáticas, hay otro error muy frecuente, que deberá retenernos durante más tiempo que el que consiste en asimilarlas a las «sectas» religiosas, ya que se refiere a un punto que parece particularmente difícil de comprender por la mayor parte de nuestros contemporáneos, pero que consideramos completamente esencial: es que tales organizaciones difieren totalmente, por su naturaleza misma, de todo lo que, en nuestros días, se llaman «sociedades» o «asociaciones», ya que éstas están definidas por caracteres exteriores que pueden faltar enteramente en aquellas, y que, incluso si se introducen a veces en ellas, permanecen siempre accidentales y no deben ser considerados, así como ya lo hemos indicado desde el comienzo, más que como el efecto de una suerte de degeneración, o, si se quiere, de «contaminación», en el sentido de que en eso se trata de la adopción de formas profanas o al menos exotéricas, sin ninguna relación con la meta real de estas organizaciones. Así pues, es completamente erróneo identificar, como se hace comúnmente, «organizaciones iniciáticas» y «sociedades secretas»; y, primeramente, es muy evidente que las dos expresiones no pueden coincidir de ninguna manera en su aplicación, ya que, de hecho, hay bastantes tipos de sociedades secretas, muchas de las cuales no tienen, ciertamente, nada de iniciático; ellas pueden constituirse debido al hecho de una simple iniciativa individual, y para una meta cualquiera; por lo demás, tendremos que volver de nuevo sobre esto después. Por otra parte, y esa es sin duda la causa principal del error que acabamos de mencionar, si ocurre que una organización iniciática toma accidentalmente, como lo decíamos hace un momento, la forma de una sociedad, ésta será forzosamente secreta, al menos en uno de los sentidos que se dan a esta palabra en parecido caso, y que no siempre se tiene el cuidado de distinguir con una precisión suficiente.


René Guénon