Kabbala

Terminaremos mediante una precisión, que no creemos haber hecho todavía en ninguna parte, sobre la concordancia de los centros que hemos cuestionado aquí con los Sephiroth de la KABBALA, los cuales, en efecto, deben tener necesariamente, como todas las cosas, su correspondencia en el ser humano. Se podría objetar que los Sephiroth son en número de diez, mientras que los seis chakras y sahasrâra no forman más que un total de siete; pero esta objeción cae si se observa que, en la disposición del «árbol sefirótico», hay tres parejas situadas simétricamente sobre las «columnas» de la derecha y de la izquierda, de suerte que el conjunto de los Sephiroth se reparte en siete niveles diferentes solamente: Es así que considerando sus proyecciones sobre el eje central o «columna del medio», columna que corresponde a sushumnâ (NA: quedando las dos columnas laterales en relación con idâ y pingalâ), uno se encuentra llevado consecuentemente al septenario (Se observará la similitud del simbolismo del «árbol sefirótico» con el simbolismo del caduceo, siguiendo lo que hemos indicado precedentemente; por otra parte, los diferentes «canales» que enlazan los Sephirot entre ellos no carecen de analogía con los nâdîs (NA: pero, bien entendido, sólo en lo que concierne a la aplicación particular que puede ser hecha de la misma al ser humano).). EH: KUNDALINÎ-YOGA (Publicado en V.J., octubre y noviembre de 1933)