Para comprender bien lo que va a seguirse, importa no perder jamás de vista la noción de la analogía constitutiva del «MACROCOSMOS» y del «Microcosmos», en virtud de la cual todo lo que existe en el Universo se encuentra también de una cierta manera en el hombre, lo que el Vaishwasâra Tantra expresa en estos términos: «Lo que está aquí está allí, lo que no está aquí no está en parte ninguna» (NA: Yad ihâsti tad anyatra, yan nêhâstri na tat kwachit). Es menester añadir que, en razón de la correspondencia que existe entre todos los estados de existencia, cada uno de ellos contiene en cierto modo en él mismo como un reflejo de todos los demás, lo que permite «situar», por ejemplo, en el dominio de la manifestación grosera, manifestación que uno considera por lo demás sea en su conjunto cósmico o sea en le cuerpo humano, «regiones» que corresponden a las diversas modalidades de la manifestación sutil, e inclusive a toda una jerarquía de «mundos» que representan otra tantos grados diferentes en la existencia universal. EH: KUNDALINÎ-YOGA (Publicado en V.J., octubre y noviembre de 1933)