Interlocutor: El hombre plenamente realizado, que mora espontáneamente en el estado supremo, parece comer, beber y demás. ¿Es presenciador de ello, o no? Maharaj: A eso en lo que la consciencia acontece, la consciencia o mente universal, nosotros lo llamamos el éter de la consciencia. Todos los objetos de la consciencia forman el universo. Lo que es más allá de ambos, lo que soporta a ambos, es el estado supremo, un estado de quietud y silencio totales. Quienquiera que llega ahí, desaparece. Es inalcanzable por las palabras, o la mente. Usted puede llamarlo Dios, o Parabrahman, pero estos son nombres dados por la mente. Es el estado sin nombre, sin contenido, sin esfuerzo y espontáneo más allá del ser y del no ser. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo
Interlocutor: La Realidad Suprema (Parabrahman) puede estar presente en todos nosotros. ¿Pero de qué utilidad es para nosotros? Maharaj: Usted es como un hombre que dice: «Necesito un sitio donde guardar mis cosas, ¿pero de qué utilidad es el espacio para mí?» o «Necesito leche, té, café o soda, pero para el agua no tengo ninguna aplicación». ¿No ve que la Realidad Suprema es lo que hace posible todo? Pero si pregunta de qué utilidad es para usted, debo responder: «de ninguna». En los asuntos de la vida cotidiana el conocedor de lo real no tiene ninguna ventaja; puede estar más bien en desventaja: al estar libre de deseo y temor, no se protege a sí mismo. La idea misma de provecho le es ajena; aborrece amontonar; su vida es un constante despojarse, compartir, dar. Abandone Todo y Usted Gana Todo
Interlocutor: ¿Cuál es la relación entre la Realidad y sus expresiones? Maharaj: Ninguna relación. En la Realidad todo es real e idéntico. Como nosotros lo decimos, saguna y nirguna son uno en Parabrahman. Solo hay lo Supremo. En movimiento, es saguna. Sin movimiento, es nirguna. Pero es solo la mente la que se mueve o no. Lo real es más allá, usted es más allá. Una vez que ha comprendido que nada perceptible ni concebible puede ser usted, usted se libera de sus imaginaciones. Ver todo como imaginación, nacida del deseo, es necesario para la realización de sí mismo. Nosotros perdemos lo real por falta de atención y creamos lo irreal por exceso de imaginación. Tiene que dar su corazón y su mente a estas cosas y empollarlas repetidamente. Es como cocinar el alimento. Debe mantenerlo en el fuego durante algún tiempo antes de que esté listo. Usted es Más allá del Espacio y del Tiempo