… el intelecto no es diferente de Âtmâ, ya que éste debe considerarse como “CONOCIÉNDOSE A SÍ MISMO POR SÍ MISMO”, puesto que entonces ya no hay ninguna realidad que sea verdaderamente distinta de él, puesto que todo está comprendido en sus propias posibilidades; y es en este “Conocimiento de Sí mismo” donde reside propiamente la Beatitud. 225 HDV XIV