Dois longos ensaios recheados de extensas notas e com muitas imagens:
EL ÁRBOL DE LA VIDA, EL LOTO DE LA TIERRA, Y LA RUEDA DE LA PALABRA
EL LUGAR DEL TRONO DE LOTO
PREFÁCIO
Los trabajos de A.K. Coomaraswamy Un Nuevo Acercamiento a los Vedas, La Transformación de la Naturaleza en Arte, y el volumen presente, se basan en las siguientes convicciones, que el autor ha desarrollado gradualmente en su mente.
En primer lugar, el arte budista en la India —y eso es prácticamente equivalente a decir el arte en la India— comienza alrededor del siglo II antes de Cristo con una gama de símbolos bien desarrollados en su iconografía. No parece posible separar completamente el budismo, como religión y como arte, de la corriente principal de la religión y del arte indio, ni pensar que estos símbolos de desarrollaron repentinamente como una nueva creación. Por consiguiente, Coomaraswamy ha procedido a estudiar, desde un punto de vista nuevo, el simbolismo que penetra toda la literatura védica primitiva de la India, intentando descubrir con ello, si los conceptos que se expresaban simbólicamente en la literatura del período anicónico védico, no han encontrado también su primera expresión iconográfica en el arte budista primitivo.
En segundo lugar, Coomaraswamy observó muchas similitudes sorprendentes entre determinados pasajes de los teólogos y místicos cristianos medievales, tales como Santo Tomás de Aquino, el Maestro Eckhart, Ruysbroeck, y Boehme, y determinados pasajes en la literatura védica —similitudes tan llamativas que muchas sentencias de los escritores cristianos podían tomarse como traducciones casi literales de sentencias sánscritas, o viceversa. Entonces, se desarrolló en él la convicción de que la teología mística es la misma por todo el mundo, y que la teología cristiana medieval podía usarse como una herramienta para comprender mejor la antigua teología india. Coomaraswamy procedió a aplicar esta teoría incluso al Rig Veda, asumiendo, contrariamente a la opinión general, que no había ninguna ruptura completa de pensamiento entre el Rig Vega y los Brahmanas y Upanishad. En multitud de estrofas del Rig Veda y del Atharva Veda, Coomaraswamy encuentra que se esbozan vagamente los mismos conceptos que después se emplean de una manera más detallada en el brahmanismo y en el budismo.
El presente estudio del Árbol de la Vida, del Loto de la Tierra, de la Rueda de la Palabra, del Trono de Loto, y del Pilar Ígneo intenta mostrar que estos símbolos pueden rastrearse más allá de su primera representación en la iconografía budista, a través del período anicónico de los Vedas brahmánicos, hasta el interior del período védico mismo, y que representan un simbolismo indio universal y una gama de conceptos teológicos.
La lingüística objetiva está aparentemente al cabo de sus recursos cuando trata de las muchas obscuridades que plantea la fraseología del Rig Veda. Este nuevo acercamiento metafísico es bienvenido, aunque a la lingüística de hecho le parezca que las ideas no se están edificando sobre la bases de las palabras, sino que las palabras se están adecuando a las ideas.
WALTER EUGENE CLARK
HARVARD UNIVERSITY
27 de Junio de 1934