René Guénon — León Bloy
31.- El Mercure de France (n del 15 de noviembre), publica un artículo titulado Filosofía y Ciencia de Extremo-Oriente, por el Sr. Nyoiti Sakurazawa, que había ya hecho aparecer, hace algunos años, un volumen tratando del mismo tema, y en el cual presentaba como “clave” y “principio único” de esta “filosofía” y de esta “ciencia” (que, por lo demás, como lo reconocía él mismo, no son precisamente ni “filosofía” ni “ciencia” en el sentido occidental de tales palabras) una “ley universal” que no es otra que la doctrina cosmológica de los dos principios complementarios yin-yang, cuyas oscilaciones y vicisitudes producen todas las cosas manifestadas, con la indefinida multiplicidad de sus modificaciones. Esta doctrina encuentra en efecto su aplicación en el dominio de todas las ciencias tradicionales; el autor, en este artículo, se limita a considerar más especialmente su aplicación médica; hay en su exposición consideraciones interesantes, pero también cierta confusión, que es debida sobre todo a una mezcla de las concepciones occidentales modernas con los datos tradicionales; y esto confirma aún lo que hemos dicho muy frecuentemente contra tales asimilaciones ilusorias entre cosas que proceden de puntos de vista radicalmente diferentes. -En el mismo número, debemos señalar también un artículo del Sr. Paul Vulliaud sobre León Bloy, profeta y mártir, que contiene curiosos detalles sobre los orígenes de la “misión” de la cual este extraño personaje se creía investido; lo más interesante, en esta historia, es lo que está en relación directa con el asunto de la Salette, que es uno de esos acontecimientos de “interioridades” sospechosas, de los que la época contemporánea ofrece demasiados ejemplos, y que, como lo señala el autor, prsenta relaciones verdaderamente singulares con el asunto de la “supervivencia” de Luis XVII, relaciones que son tanto más de subrayar cuanto que constantemente ocurre lo mismo en todas las cosas de ese género que se produjeron en el curso del siglo XIX; la investigación de las razones de este hecho podría sin duda conducir muy lejos en el dominio de lo que se puede denominar la “historia subterránea” de nuestro tiempo…Por otro lado, el famoso “Secreto de la Salette”, que ha inspirado manifiestamente las invectivas furiosas de León Bloy contra los católicos y en particular contra el clero, contiene algunas “marcas” bastante claras de la verdadera naturaleza de las “influencias” que han actuado en todo ello; también, cuando se comprueba que, bajo formas diversas, esas cosas tienen todavía una “continuación” actualmente, está permitido encontrar que eso no es precisamente muy tranquilizante; y se comprenderá así por qué razón, especialmente la boga actual de ciertas “profecías” debe inspirar alguna sinquietudes a cualquiera que no está enteramente ignorante de este tipo de “ramificaciones”. 8398 El Teosofismo: RESEÑAS DE REVISTAS — Febrero de 1938