Guénon Marcel Bulard

GUÉNON RESEÑAS: MARCEL BULARD: El Escorpión, símbolo del pueblo judío en el arte religioso de los siglos XIV, XV, y XVI (E. de Boccard, París).

El autor, partiendo del examen de las pinturas de la capilla de San Sebastián de Lans-Le-Villard, en Saboya, ha reunido todos los documentos similares que ha podido descubrir, y ha hecho de los mismos un estudio muy detallado, acompañado de numerosas reproducciones. Se trata de figuraciones del escorpión, ya sea, sobre el estandarte llevado por la Sinagoga personificada, ya sea más frecuentemente, en la representación de algunas escenas de la Pasión; en este último caso, el estandarte con el escorpión está generalmente asociado a otros emblemas y sobre todo a las letras SPQR, manifiestamente para indicar a la vez la participación de los judíos y la de los romanos; cosa bastante curiosa y que parece haber escapado al autor, se podría destacar también que esas mismas letras, dispuestas en otro orden (SQRP), evocan fonéticamente el nombre mismo del escorpión. En cuanto a la interpretación de este símbolo, el autor, apoyándose sobre los «Bestiarios», así como sobre la poesía dramática del fin de la Edad Media, muestra que significa sobre todo falsedad y perfidia; destaca por otra parte, lo que es del todo justo, que, en la época en cuestión, el simbolismo, de «dogmático» que era precedentemente, había devenido principalmente «moral», lo que viene en suma a decir que estaba ya bien cerca de degenerar en simple «alegoría», consecuencia directa e inevitable del debilitamiento del espíritu Tradicional. Sea como fuere, pensamos empero que, originariamente al menos, debió de haber ahí otra cosa todavía, quizás una alusión al signo zodiacal del Escorpión, al cual es vinculada la idea de la muerte; podemos por lo demás anotar a este propósito que, sin una tal alusión, el pasaje mismo del Evangelio en el que el escorpión es puesto en oposición con el huevo (San Lucas, XI, 11-12) permanece perfectamente incomprensible. Otro punto interesante y enigmático es la atribución de símbolos comunes, concretamente el escorpión y el basilisco, a la Sinagoga y a la Dialéctica; aquí, las explicaciones consideradas, tales como la reputación de habilidad dialéctica que tenían los judíos, nos parecen verdaderamente bien insuficientes para dar cuenta de una tal asociación; y no podemos impedirnos pensar en una tradición según la cual las obras de Aristóteles, considerado como el maestro de la Dialéctica, encerrarían un sentido oculto que no podrá ser penetrado y aplicado más que por el Anticristo, el cual, por otra parte, se dice que debe ser de descendencia judía; ¿no parece que podría haber algo que buscar por ese lado?


Perenialistas – Referências