René Guénon — APRECIAÇÕES SOBRE A INICIAÇÃO
ORGANIZACIONES INICIÁTICAS Y SECTAS RELIGIOSAS
El estudio de las organizaciones iniciáticas es, decíamos más atrás, algo particularmente complejo, y es menester agregar que se complica aún más por los errores que se cometen muy frecuentemente sobre este tema, y que implican generalmente un desconocimiento más o menos completo de su verdadera naturaleza; entre estos errores, conviene señalar en primer lugar el que hace aplicar el término «sectas» a tales organizaciones, ya que en eso hay más que una simple impropiedad del lenguaje. En efecto, en parecido caso, esta expresión de «sectas» no solo hay que rechazarla porque es desagradable y, porque al tomarla siempre por su parte mala, parece ser el hecho de adversarios, aunque, por lo demás, algunos de aquellos que la emplean haya podido hacerlo sin intención especialmente hostil, por una imitación o por hábito, como hay quienes llaman «paganismo» a las doctrinas de la antigüedad, sin sospechar siquiera que no se trata más que un término injurioso y de bastante baja polémica. En realidad, en eso hay una grave confusión entre dos cosas de orden enteramente diferente, y esta confusión, en aquellos que la han creado o que la mantienen, parece no ser siempre puramente involuntaria; esta confusión se debe sobre todo, en el mundo cristiano e incluso a veces también en el mundo islámico1, a enemigos o a negadores del esoterismo, que quieren así, por una falsa asimilación, hacer recaer sobre éste algo del descrédito que se atribuye a las «sectas» propiamente dichas, es decir, en suma a las «herejías», entendidas en un sentido específicamente religioso2.
El término árabe que corresponde a la palabra «secta» es firqah, que, como ella, expresa propiamente una idea de «división». ↩
Se ve que, aunque se trate siempre de una confusión de los dos dominios esotérico y exotérico, no obstante hay en eso una considerable diferencia con la falsa asimilación del esoterismo al misticismo de la que hemos hablado en primer lugar, ya que ésta, que, por lo demás, parece ser de fecha más reciente tiende, más bien a «anexarse» el esoterismo que a desacreditarle, lo que es ciertamente más hábil y puede dar a pensar que algunos han acabado por darse cuenta de la insuficiencia de una actitud de desprecio grosero y de negación pura y simple. ↩