Izutsu (ST) – Tanzih e Tashbih

Bajo este nuevo enfoque, Ibn ‘Arabî denomina los aspectos oculto y autorrevelador tanzîh y tashbîh, respectivamente. Son dos términos clave tomados de la terminología teológica del Islam tradicional. Ambos términos desempeñaron un papel sumamente importante en la teología desde los tiempos más remotos de su formulación histórica. Tanzîh (del verbo nazzaha, literalmente «proteger algo de cualquier contaminación, de lo impuro») se usa en teología en el sentido de «considerar a Al-lâh como absolutamente libre de todas las imperfecciones». En este contexto, se entiende por «imperfecciones» todas las cualidades que se asemejan, aunque sea mínimamente, a las de las criaturas.

Tanzîh, en este sentido, es una afirmación de la incomparabilidad esencial y absoluta de Al-lâh con cualquiera de sus creaciones, ya que Sus Atributos están por encima de los de éstas. Es, en resumen, una afirmación de la trascendencia divina. Y puesto que lo Absoluto per se, como hemos visto, es un Incognoscible que rechaza cualquier tentativa humana de aproximación y frustra el humano entendimiento en cualquiera de sus formas, la razón cabal se inclina naturalmente hacia el tanzîh. Es una actitud natural de la Razón en presencia de lo incógnito e incognoscible.

En cambio, tashbîh (del verbo shâbbaha, «hacer o considerar algo similar a otra cosa») significa, en teología, «comparar a Al-lâh con las cosas creadas». En términos más concretos, es una afirmación teológica postulada por quienes, basándose en las expresiones coránicas que sugieren que «Al-lâh posee manos, pies, etc.», atribuyen propiedades corpóreas y humanas a Al-lâh, y que tiende hacia el antropomorfismo.

En teología tradicional, ambas posturas están, en sus formas radicales, diametralmente opuestas y no pueden existir juntas en armonía. Se es o «transcendentalista» (munazzih, o sea que ejerce el tanzîh) o «antropomorfista» (mushabbih), que escoge la postura del tashbîh y mantiene que Al-lâh «ve con Sus ojos», por ejemplo, y «oye con Sus oídos», «habla con Su lengua», etc.).

Ibn ‘Arabî entiende estos términos de forma original, si bien, como es normal, conservan en él una reminiscencia de los significados que poseen en los contextos teológicos. En pocas palabras, para él, tanzîh indica el aspecto de «absolutidad» (itlâq) en lo Absoluto, mientras que tashbîh se refiere a su aspecto de «determinación» (taqayyud). Ambos son, en este sentido, compatibles y complementarios entre sí, y la única actitud correcta, en nuestro caso, es la de afirmar ambos al mismo tiempo y con igual énfasis.


Sin embargo, aparte de estas consideraciones históricas, el tanzîh como actitud humana respecto a Al-lâh es claramente parcial. Cualquier creencia religiosa basada exclusivamente en el tanzîh es esencialmente imperfecta e incompleta. Porque «purificar» a Al-lâh hasta ese punto y reducirlo a algo que nada tiene que ver con las criaturas es una manera más de delimitar la divina Existencia, que es, en realidad, infinitamente vasta e infinitamente profunda. El «tanzîh», como dice Ibn Arabi, «en opinión de quienes conocen la verdad, consiste nada menos que en delimitar y restringir a Al-lâh». Al-Qâshânî explica esta frase como sigue:

El tanzîh consiste en distinguir lo Absoluto de todo lo contingente y físico, o sea de todas las cosas materiales que no admiten tanzîh. Pero sólo se puede distinguir una cosa de otra mediante un atributo de aquélla incompatible con el atributo de ésta. De este modo, la cosa en cuestión la que se distingue de otra cebe necesariamente ser determinada por un atributo y delimitada por una limitación. Todo tanzîh es, en este sentido, delimitación.

La esencia de lo que aquí se afirma es la siguiente: quien «purifica» a Al-lâh, Lo purifica de todos los atributos físicos, pero inconscientemente, por ese mismo acto, Lo «asimila» (tashbîh) a los seres inmateriales y espirituales. Entonces, ¿qué sucede si uno Lo «purifica» de la «limitación» (taqyîd) misma? Incluso en ese caso, estará «limitándolo» con la «ilimitación» (itlaq), cuando, en verdad, Al-lâh está «purificado» de o sea transciende las trabas de la «limitación» y la «ilimitación». Es absolutamente absoluto. No está delimitado por ninguna de las dos, ni tampoco las excluye.


En terminología menos mitológica, esto implicaría que el tanzîh de Noé es el que ejerce la Razón de un hombre corriente que vive con todas sus limitaciones físicas, mientras que el de Enoc es un tanzîh ejercido por el puro Intelecto o la Consciencia mística que existen fuera de las condiciones físicas.

[Toshihiko IzutsuSufismo e Taoismo]

Ibn Arabi (1165-1240), Qashani, Toshihiko Izutsu (1914-1993)