tarjumah

Dicho todo eso para que nadie esté tentado de acordar a la expresión de “evolución póstuma”, si se tiene que emplear a falta de otra más adecuada y para conformarse a algunos hábitos, una importancia y una significación que no tiene y que no podría tener en realidad, volveremos de nuevo al estudio de la cuestión a la que se refiere, cuestión cuya solución, por lo demás, resulta casi inmediatamente de todas las consideraciones que preceden. La exposición que va a seguir está tomada de los Brahmas-Sûtras (4º Adhyâya, 2º, 3er y 4º Pâdas. — El 1er Pâda de este 4º Adhyâya está consagrado al examen de los medios del Conocimiento Divino, cuyos frutos serán expuestos en lo que sigue.) y de su comentario tradicional (y por eso entendemos sobre todo el de Shankarâchârya), pero debemos advertir que no es una traducción literal; a veces nos ocurrirá resumir el comentario (NA: Colebrooke ha dado un resumen de este género en sus Ensayos sobre la Filosofía de los hindúes (IV Ensayo), pero su interpretación, sin estar deformada por una toma de partido sistemática como se encuentra muy frecuentemente en otros orientalistas, es extremadamente defectuosa desde el punto de vista metafísico, por incomprehensión pura y simple de este punto de vista mismo.), y a veces también comentarle a su vez, sin lo cual el resumen permanecería casi incomprehensible, así como ocurre lo más frecuentemente cuando se trata de la interpretación de los textos orientales (Haremos destacar a este propósito que, en árabe, el término TARJUMAH significa a la vez “traducción” y “comentario”, puesta que la una se considera como inseparable del otro; su equivalente más exacto sería pues “explicación” o “interpretación”. Se puede decir incluso que, cuando se trata de textos tradicionales, una traducción en lengua vulgar, para ser inteligible, debe corresponder exactamente a un comentario hecho en la lengua misma del texto; la traducción literal de una lengua oriental en una lengua occidental es generalmente imposible, y cuanto más esfuerzo hay en seguir estrictamente la letra, más riesgo se corre de alejarse de su espíritu; esto es lo que los filósofos son desafortunadamente incapaces de comprender) 268 HDV XVII