Origem do Graal

René Guénon: REI DO MUNDO

El Santo Grial es, se dice, la copa que sirvió en la Cena, y donde José de Arimatea recogió después la sangre y el agua que se escapaban de la herida abierta en el costado de Cristo por la lanza del centurión Longino1. Según la leyenda, esta copa habría sido transportada a Gran Bretaña por José de Arimatea mismo y Nicodemo2; y es menester ver en eso la indicación de un lazo establecido entre la tradición céltica y el Cristianismo. La copa, en efecto, desempeña un papel muy importante en la mayoría de las tradiciones antiguas, y sin duda ello era así concretamente en los Celtas; hay que destacar incluso que frecuentemente está asociada a la lanza, y que estos dos símbolos son entonces en cierto modo complementarios el uno del otro; pero esto nos alejaría de nuestro tema3.

Lo que muestra quizás más claramente la significación esencial del «Grial», es lo que se dice de su origen: esta copa habría sido tallada por los Ângeles en una esmeralda caída de la frente de Lucifer en el momento de su caída4. Esta esmeralda recuerda de una manera muy llamativa a la urnâ, la perla frontal que, en el simbolismo hindú (de donde ha pasado al Budismo), ocupa frecuentemente el lugar del tercer ojo de Shiva, que representa lo que se puede llamar el «sentido de la eternidad», así como ya lo hemos explicado en otra parte5. Por lo demás, se dice después que el «Grial» fue confiado a Adam en el paraíso terrestre, pero que, en su caída, Adam le perdió a su vez, ya que no pudo llevarle con él cuando fue arrojado del Edén; y, con la significación que acabamos de indicar, eso deviene suficientemente claro. En efecto, el hombre, apartado de su centro original, se encontraba desde entonces encerrado en la esfera temporal; ya no podía encontrar el punto único desde donde todas las cosas se contemplan bajo el aspecto de la eternidad. En otros términos, la posesión del «sentido de la eternidad» está ligada a lo que todas las tradiciones llaman, como lo hemos recordado más atrás, el «estado primordial», cuya restauración constituye la primera etapa de la verdadera iniciación, puesto que es la condición previa de la conquista efectiva de los estados «suprahumanos»6. Por lo demás, el Paraíso terrestre representa propiamente el «Centro del Mundo»; y lo que diremos a continuación, sobre el sentido original de la palabra Paraíso, podrá hacerlo comprender mejor todavía.


  1. Este nombre de Longino está emparentado al nombre mismo de la lanza, en griego logké (que se pronuncia lonké); el latín lancea tiene por lo demás la misma raíz. 

  2. Estos dos personajes representan aquí respectivamente el poder real y el poder sacerdotal; ocurre lo mismo con Arturo y Merlín en la institución de la «Tabla Redonda». 

  3. Diremos solo que el simbolismo de la lanza está frecuentemente en relación con el «Eje del Mundo»; a este respecto, la sangre que gotea de la lanza tiene la misma significación que el rocío que emana del «Arbol de la Vida»; por lo demás, se sabe que todas las tradiciones son unánimes en afirmar que el principio vital está íntimamente ligado a la sangre. 

  4. Algunos dicen una esmeralda caída de la corona de Lucifer, pero en eso hay una confusión que proviene de que Lucifer, antes de su caída, era el «Ângel de la Corona» (es decir, de Kether, la primera Sephirah), en hebreo Hakathriel, nombre que tiene por lo demás como número 666

  5. EL HOMBRE Y SU DEVENIR SEGÚN EL VÊDÂNTA, p. 150 de la ed. francesa. 

  6. Sobre este «estado primordial» o «estado edénico», ver El ESOTERISMO DE DANTE, pp. 46-48, y 68-70 de la ed. francesa; y EL HOMBRE Y SU DEVENIR SEGÚN EL VÊDÂNTA, p. 182 de la ed. francesa. 

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