Cabe realizar todavía otra observación importante: entre las muy diversas cosas que se supone explicables por el “inconsciente colectivo”, hay que contar, naturalmente, el “folklore”, y éste es uno de los casos en que la teoría puede presentar alguna apariencia de verdad. Para ser más exacto, debería hablarse de una suerte de “memoria colectiva”, que es como una imagen o un reflejo, en el dominio humano, de esa “memoria cósmica” correspondiente a uno de los aspectos del SIMBOLISMO DE LA LUNA. Solo que pretender concluir de la naturaleza del “folklore” al origen mismo de la tradición, es cometer un error en todo semejante a aquel, tan difundido en nuestros días, que hace considerar como “primitivo” lo que no es sino el producto de una degradación. Es evidente, en efecto, que el “folklore”, constituido esencialmente por elementos pertenecientes a tradiciones extintas, representa inevitablemente un estado de degradación con respecto a ellas; pero, por otra parte, es el único medio por el cual algo de ellas puede salvarse. Sería menester preguntarse también en qué condiciones la conservación de tales elementos ha sido confiada a la “memoria colectiva”; como hemos tenido ya oportunidad de decirlo ( (Véase cap. IV: “El Santo Graal”)), no podemos ver en ello sino el resultado de una acción plenamente consciente de los últimos representantes de antiguas formas tradicionales a punto de desaparecer. Lo seguro es que la mentalidad colectiva, en la medida en que exista algo que así pueda llamarse, se reduce propiamente a una memoria, lo que se expresa en términos de simbolismo astrológico diciendo que es de naturaleza lunar; dicho de otro modo, puede desempeñar cierta función conservadora, en la cual consiste precisamente, el “folklore”, pero es totalmente incapaz de producir o de elaborar nada, ni sobre todo cosas de orden trascendente como todo dato tradicional lo es por definición misma. SFCS: TRADICIÓN E “INCONSCIENTE”