Ativarnashrami Em mim não há nenhuma diferença

Indiferenciação e Diferenciação

Ativarnashrami

El individuo y su destino no pueden llegar jamás a ser el estado absoluto…~ ni creciendo…~ ni perfeccionándose…~ ni de ninguna manera…~ Si yo estoy convencido de ser un individuo nacido y mortal…~ si yo estoy convencido de ser este individuo y su destino…~ yo me pregunto…~ ¿cómo puedo yo hacer que este individuo y su destino no pasen…~ que no envejezcan…~ que no mueran?…~ ¿cómo eternalizo yo este se siente que yo soy?…~

Hay en mí un rechazo a verme a mí mismo como este individuo y su destino…~ Este rechazo es perfecto…~ no aumenta ni disminuye…~ Simplemente veo que este individuo y su destino no es mí mismo ni mío…~ Lo que yo soy no tiene ningún misterio para mí…~ Me veo a mí mismo cuando el estado nacimiento no era y ahora que este estado nacimiento es…~ En mí no hay ninguna diferencia…~ Ya sea que el estado nacimiento no esté o ya sea que el estado nacimiento esté…~ en mí no hay ninguna diferencia…~ Lo que veo que yo soy no es susceptible de medida ni de calificativo en los términos de un individuo y su destino…~ En mí no hay absolutamente nada con lo que comparar…~ en mí no hay ningún otro…~ ni más grande ni más pequeño…~ ni más alto ni más bajo…~ ni más antiguo ni más nuevo…~ ni más espiritual ni más grosero…~ Yo conozco mi estado en que este individuo y su destino no eran conmigo…~ Esta sensación de ser no se sentía…~ No había ninguna meta que alcanzar…~ Yo no pasaba…~ yo no envejecía…~ Yo no conocía que yo soy…~ Toda intelección y toda sensación estaban ausentes de mí…~ Este individuo y su destino no se conocían…~ Yo no los conocía…~ Yo sé este estado…~ Lo veo ahora…~ Es mí mismo…~ Yo no he llegado a él…~ Yo no lo he alcanzado…~ Yo no lo he encontrado…~ Este estado que yo soy no es la posesión de este individuo…~ Este individuo no puede hacer nada para ser mí mismo…~ Por consiguiente…~ no hay nada que yo haya hecho o que yo esté haciendo para ser lo que yo soy…~ Lo que yo soy no puede ser nunca objeto de codicia…~ Lo que yo soy no puede llegar a ser jamás la posesión de este individuo…~ Es a lo que yo soy a lo que está aconteciendo presenciar a este individuo y su destino…~ Presenciar…~ sólo eso…~ Pero no hay intervención ni puede haberla…~

El mundo del individuo y su destino es pequeño y miserable…~ y su realidad no es más que un copo de ilusión…~ Yo lo presencio…~ presencio a este individuo y su destino…~ pero no siento la menor inclinación a decirme que son mí mismo y mío…~ Hay un corte total…~ un corte absoluto…~ un corte limpio e insalvable…~ Nada de este individuo me toca…~ Veo mi estado real…~ Es indiferente que este individuo y su destino fuera un mendigo o un rey…~ un dios o un profeta…~ En mi estado real no se trata de ser más que nadie…~ en mi estado real no hay ningún individuo ni su destino…~ en mi estado real no hay la vida de este individuo ni su destino…~ ni la vida de ningún dios ni su destino…~ Mi estado real es una paz absoluta…~ un océano de silencio donde jamás se pronuncia ninguna palabra…~

No es la propiedad de este individuo ni de ese individuo…~ no es la propiedad de este dios ni de ese dios…~ no es magnífico…~ no es pequeño…~ no pasa…~ no envejece…~ no destaca…~ no presiona…~ no se hace…~ Sólo espera mansamente su propia vuelta en sí…~

Toshihiko Izutsu

Asimismo, en la estructura ontológica de las cosas, tanto la «indiferenciación» primigenia como la «diferenciación» fenoménica, tanto la Unidad como la Multiplicidad, son reales. Si Zhuangzi subraya tanto el primer aspecto es principalmente porque, en el plano de la experiencia humana correspondiente al sentido común, el aspecto fenoménico es tan dominante y preponderante que suele ser considerado como la Realidad.

La raíz del Ser es absolutamente una, pero no reposa eternamente en su Unidad original. Al contrario, pertenece a la naturaleza misma del Ser el no dejar de manifestarse en infinitas formas. Se diversifica en las «diez mil cosas» que, a su vez, se transforman sin fin una en otra. Éste es el aspecto fenoménico del Ser. Pero, en este mismo proceso de «diferenciación» y «diversificación» ontológicas, todas las cosas remontan a su fuente metafísica primigenia.1, paradójicamente, son una misma cosa. La relación entre Unidad y Multiplicidad debe ser entendida de este modo: al igual que la Unidad no es «unicidad» estática de muerte y rigidez, sino un perpetuo proceso dinámico de coincidentia oppositorum, la Multiplicidad no es una «diferenciación» estática de las cosas fijas de una vez por todas, sino un constante proceso que abarca la tensión ontológica de la Unidad en la Multiplicidad.

Desde el punto de vista de la «diferenciación», [nada es lo mismo que lo demás], incluso el hígado y la hiel [como ejemplo de dos cosas íntimamente parendas] son tan distintos como distantes son el país de Chu y el de Yue.

Sin embargo, desde la perspectiva de la «igualdad», todas las cosas son una sola.

Desgraciadamente, los hombres corrientes, cegados por los deslumbrantes centelleos fenoménicos de la Multiplicidad, no son capaces de percibir la profunda Unidad latente en el conjunto. No pueden, como dice Zhuangzi, «unificar los objetos de su conocimiento».

La única actitud correcta frente a esta situación es la de «dejar nuestras mentes libres en la armonía de la perfección espiritual». La palabra «armonía» (he), en este caso, se refiere, como indica Cheng Xuanying, al hecho de que, «cuando unificamos los objetos de nuestro conocimiento» y «caotizamos» todas las cosas, nuestra mente disfruta de una serenidad perfecta, sin verse perturbada por «lo que nuestros ojos y oídos aprueban». Se refiere también al hecho de que todas las cosas, en este nivel, se encuentren juntas y en paz, sin que se produzcan oposiciones «esenciales» entre ellas. No debemos permanecer ciegos ante el aspecto fenoménico del Ser, dice Zhuangzi. Pero tampoco es bueno limitarse a contemplar la Multiplicidad de las cosas desde la perspectiva del mundo fenoménico. Debemos transcender esta fase, elevarnos y atisbar, desde esa altura, el caleidoscopio formado por la Multiplicidad siempre cambiante de las cosas. Sólo entonces nos encontramos en situación de conocer la realidad del Ser. [Toshihiko IzutsuSufismo e Taoismo]


  1. anabasis|El proceso de «descenso» y el de «ascenso» 

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