Carne do Verbo

CARNE DO VERBO

VIDE: CARNE DE CRISTO, CORPO DE CRISTO
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Michel Henry: ENCARNAÇÃO

Mientras la Encarnación del Verbo, en cuanto hacerse cargo de un cuerpo de hombre y, así, de nuestra humanidad, se proponga como la adición a su ser invisible y eterno de un elemento heterogéneo, de este cuerpo material condenado a la descomposición, nos encontraremos, en efecto, en presencia de oscuridades, imposibilidades y, a decir verdad, de absurdos. Desde las primeras proposiciones del De carne Christi, Tertuliano pregunta qué clase de carne podría ser la de Cristo y, especialmente, «¿de dónde viene?». Que se trate de una carne como la nuestra significa a sus ojos: una carne formada del limo de la tierra. Lo que conduce a una serie de enigmas es, en efecto, que se añada misteriosamente al Verbo de Dios, él mismo incomprendido.

A este respecto, Juan no dice todavía nada semejante. Según él, la carne del Verbo no procede del limo de la tierra sino del Verbo mismo. Se ha hecho carne de él mismo, en él mismo, por él mismo. De aquí en adelante haremos nuestra la tesis de Juan antes de explicitarla. En el limo de la tierra sólo hay cuerpo, no carne alguna. Algo como una carne no puede advenir y no nos adviene sino del Verbo. De él y sólo de él proceden, y sólo desde él se explican todos los caracteres de la carne — en primer término el hecho, el mero hecho, de que siempre es la carne de alguien, la mía por ejemplo, de suerte que ella lleva en sí un «yo», hundido en ella y que carece de tiempo libre para separarse de ella, así como de la posibilidad de separarse de sí —, que esta carne no es divisible o seccionable, no estando compuesta de partículas ni de átomos, sino de placeres y sufrimientos, de hambre y sed, de deseo y fatiga, de fuerza y gozo: otras tantas impresiones vivenciadas que todavía nadie ha encontrado al escudriñar el suelo de la tierra, al cavar sus lechos de arcilla. Cada una de ellas, lo mostraremos, no toma su sustancia sino del Verbo y no ha sido hecha sino en él. No en el Logos griego en el que sólo toman forma significaciones o conceptos, representaciones o imágenes, que habla y razona a la manera de los hombres, que piensa como ellos. Sino en un Verbo más antiguo y que, previo a todo mundo concebible y a aquello en lo que todavía no hay mundo alguno, habla a cada uno, en esta carne que es la suya, tanto en sus sufrimientos como en la embriaguez de existir — el Verbo tal como lo comprende Juan, el «Verbo de la Vida» (1 Juan 1) —.

Perenialistas – Referências