Al mismo tiempo, no debe olvidarse que la Psicomaquia es también una «batalla de amor», y que Cristo —a quien «debéis ser casados. a fin de que nosotros demos fruto en Dios» (Romanos 7:3, 4)— ya amaba al alma no regenerada «en su bajeza y suciedad»1 , o que es de ella de quien Donne dice: «Nunca casta, excepto cuando Tú me raptas». Solo «para ir y recoger a su Senora, a quien su Padre le había dado eternamente por esposa, y para restaurarla a su elevado estado anterior el Hijo procedió fuera del Altísimo» (Maestro Eckhart)2 . La lanza o el rayo de la Deidad es al mismo tiempo su dardo, con el cual él traspasa a su Esposa mortal. La historia de Semele tocada por el rayo nos recuerda que la «Theotokos», en último análisis «Psique», ha sido siempre de estirpe Lunar, nunca de estirpe Solar; y todo esto es la suma y substancia de todo «mito solar», el tema del Liebesgeschichte des Himmels y de la Drachenkämpfe.
[1939]NOTAS