Coomaraswamy (Zero) – Ponto Axial

Pueden citarse ahora algunos pasajes que indican la significación metafísica de los términos ani, kha y nabhí en el Rig Veda. Conviene adelantar que, en conexión con el uso constante del símbolo de la rueda, y la ausencia de una formulación puramente geométrica, encontramos aquí que el término ani se emplea para expresar ideas a las que, posteriormente, se hace referencia con las palabras indu o bindu . El ani védico, puesto que es el punto axial dentro del cubo de la rueda, y sobre el que gira la rueda, corresponde exactamente a «il punta dello stelo al cui la prima rota va dintorno» de Dante (Paradiso XIII.11-12). La significación metafísica del ani se expone plenamente en Rig Veda Samhita I.35.6, anim na rathyam amrta adhi tasthuh, «como sobre el punto axial de la rueda del carro, así son actualmente existentes los inmortales (Ángeles o principios intelectuales)», lo cual proporciona la respuesta al problema bien conocido de, «¿Cuántos Ángeles caben en la punta de una aguja?» Muy a menudo, se trata como su centro el cubo de la rueda en vez de su punto específicamente axial; no hay necesidad de que esto nos confunda si reflexionamos que, de la misma manera que bajo condiciones límites (la reducción indefinida del radio, o cuando el punto central ha sido identificado pero el círculo todavía no está trazado), el centro representa el círculo, así, bajo condiciones similares (metafísicamente, in principio), el punto axial implica el cubo o incluso la totalidad de la rueda — puesto que el punto sin dimensión, y un espacio principial todavía no expandido (o como lo expresaría el Rig Veda, «cerrado») son lo mismo en referencia. El cubo, entonces, kha o nabhí, de la rueda del mundo se considera como el receptáculo y la fuente de todo orden, ideas formativas y bienes: por ejemplo, II.28.5, rdhyama te varuna kham rtasya, «podamos nosotros, oh Varuna, ganar tu cubo de la Ley»; VIII.41.6, donde en Trita Aptya «todos los oráculos (kavya) están establecidos como lo está el cubo dentro de la rueda (cakre nabhír iva)»; IV.28, donde Indra abre los cubos o rocas cerrados u ocultos (apihita… khani en el verso 1, apihitani asna en el verso 5) y libera así los Siete Ríos de la Vida. En V.32.1, donde Indra abre la Fuente de la Vida (utsam), esto es nuevamente un vaciado de los agujeros (khani), con lo cual se liberan las corrientes encadenadas.

Según una formulación alternativa, todas las cosas se consideran ante principium como encerradas dentro, e in principium como procediendo desde un terreno, roca o montana común (budhna, adri, parvata, etc.): este terreno, considerado como semejante a una isla reposando dentro del mar indiferenciado de la posibilidad universal (X.89.4, donde las aguas vierten sagarasya budhnat), es meramente otro aspecto de nuestro punto axial (ani), considerado como la primera asumición, hacia la que toda la potencialidad de la existencia se enfoca con los primeros actos de la intelección y la voluntad. Esto significa que, a priori, el espacio indimensionado (kha, akasa, etc.) está detrás del punto y es la madre del punto, y que solo no tiene un origen independiente; y esto está de acuerdo con el orden lógico del pensamiento, que procede desde la potencialidad a la actualidad, desde el no ser al ser. Este terreno o punto es, de hecho, la «roca de las edades» (asmany anante, I.130.3; adrim… acyutam, VI.17.5). Aquí, ante principium, Agni yace ocultado guha santam, I.141.3, etc.) como Ahi Budhnya, «en el terreno del espacio, ocultando sus dos puntas» (budhne rajaso… guhamano anta, IV.1.11, donde puede observarse que guhamano anta es equivalente a ananta, literalmente «sin fin», «in-finito», «eterno»), por lo cual se le llama «ctónico» (nabhír agni prthivya, I.59.2, etc.), y nace en este terreno (jayata prathamah… budhne, IV.1.11) y se levanta erecto, semejante a Jano, en la separación de las vías (ayor ha skambha… patham visarge, X.5.6); de aquí saca sus corceles ctónicos y otros tesoros (asvabudhna, X.8.3; budhnya vasuni, VII.6.7). Solo cuando se hiende esta roca se libera el ganado oculto, y corren las aguas (I.62.3, donde Brhaspati bhinad adrim y vidadgah; V.41.12, srnvanty apah… adreh). Por otra parte, solo es un centro sin lugar, y de aquí que cuando las Aguas han salido (es decir, cuando el cosmos ha venido al ser) uno pregunta, como en X.111.8, «¿dónde está su comienzo (agram), dónde su terreno (budhnah), dónde está ahora, oh Aguas, vuestro centro interiorísimo (madhyam… antah)?».

Así pues, metafísicamente, en el simbolismo de la Rueda, la superficie — vacía (sunya) en el no-ser (asat) inicial de cada formulación (samkalpa) — representa la posibilidad del ser verdaderamente infinita (aditi) y maternal; el punto axial o cubo, representa al ser ejemplar (visvam ekam, Rig Veda Samhita III.54.8 = omnipresencia integral); la construcción efectiva (de la rueda), representa una partición del ser en las existencias, efectuada mentalmente; cada radio representa la integración de un individuo como nama-rupa, es decir, como arquetípico interiormente y como fenoménico exteriormente; la llanta representa el principio de la multiplicidad (vishamatva). O, empleando una terminología más teológica: la superficie indeterminada representa a la Divinidad (aditi, parabrahman, tamas, apah); el punto axial o la roca inmutable, representa a Dios (aditya, aparabrahman, isvara, jyoti); el círculo del cubo, representa el Cielo (svarga); cada punto sobre la circunferencia del cubo, representa un principio intelectual (nama, deva); la llanta representa la Tierra con sus fenómenos (visva rupani) análogos (anurupa); la construcción de la rueda representa el acto sacrificial de la creación (karma, srshti), y su abstracción representa el acto de la disolución (laya). Además, el curso (gati) de cada individuo en la senda de un radio, en el comienzo, es centrífugo (pravrtta); y después centrípeto (nivrtta), hasta que se encuentra de nuevo el centro (madhya); y cuando el centro del ser individual coincide con el centro de la rueda, el ser individual está emancipado (mukta), pues la extensión de la rueda ya no le implica más en su moción local, al mismo tiempo que su círculo entero deviene ahora para él una imagen (jagaccitra) que ve en simultaneidad, puesto que como «veedor de la ronda» (paridrashrt), ahora «presencia todo» (visvam… abhicashte, I.164.44).

Ananda Coomaraswamy