Netti 183 (citado en una nota sobre Anguttara Nikaya I.203) explica kimcana aquí por raga-dosa-moha —es decir, éticamente— y esto es verdadero en el sentido de que cuando el sí mismo ha partido, no queda terreno para ninguna pasión «egoísta», kimcana es el «algo» del hombre que todavía siente que él es «alguien» y por lo tanto el terreno en el que el interés, la mala voluntad y la ilusión pueden florecer.
En todos los respectos el equivalente a n’atthi (sánscrito nasti) es el persa nest en Shams-i-Tabriz (T 139.12a, citado por Nicholson, p. 233), «Sé nada (nest shu), anonadado de ti mismo, pues no hay ningún crimen más odioso que tu existencia».