grano (AKC)

No necesitamos entrar aquí en los detalles del Sacrificio de Soma (una parte indispensable del Agnihotra, la oblación a Agni, la ofrenda a quemar), excepto para recordarnos que los brotes (amsu) de la planta de Soma, o de toda otra planta que representa a Soma, y cuyos tallos o frutos se usan para este fin, son «prensados» (suta) – es decir, machacados y desmenuzados – y que el jugo filtrado y purificado se ofrece en el Fuego, y es compartido también por los sacerdotes y el sacrificador. Hay una analogía real entre el molido de Soma y el prensado del vino, entre el jugo de Soma y la «sangre pura de la vid» (Deuteronomio 32.14), entre el rito y la «ofrenda de bebida» del vino en el Fuego (Levítico 23.13), noster deus consumens (Deuteronomio IV.24), y entre la matanza de Soma y la matanza del GRANO cuando se trilla y se muele. Según Plutarco (Moralia 353), los egipcios consideraban el vino como «la sangre de aquellos que una vez habían batallado contra los dioses, y de quienes, cuando hubieron caído y se hubieron mezclado con la tierra, era su creencia que habían brotado las vides». 519 AKCMeta Âtmayajña: El Sacrificio de sí Mismo

En cuanto a esto último, «los tallos de cebada son tallos de Soma» (Shatapatha Brâhmana XII.7.3.13); «la cebada es Varuna» (Shatapatha Brâhmana XIII.3.8.5), pues Soma era atado antes de su prensado (Taittirîya Samhitâ VI.1.11.2, 5); y brandy (surâ, licor fermentado preparado de arroz y cebada) es una de las substancias que puede hacerse que sea Soma mediante ritos de transubstanciación (Shatapatha Brâhmana XII.7.3.11). Los GRANOs contienen la esencia sacrificial (medha) que había estado en el Hombre (purusha, cf. Rig Veda Samhitâ X.90), del cual pasó al caballo, etc., y finalmente a la tierra, de donde se recupera cavando (cultivando). El GRANO se trilla, se descorteza, se aventa, y se muele. En el amasado y cocido, la torta sacrificial (purodasa) adquiere las cualidades animales de cabello, piel, carne, hueso y médula, y «el Hombre, a quien ellos habían ofrecido, deviene un hombre-imitado» (kimpurusha). La torta deviene el animal sacrificial, y contiene la esencia sacrificial de las víctimas animales anteriores. Apenas puede dudarse que, como nuestros «hombres de pan de jengibre», la torta se hacía con la figura de un hombre. Todo el procedimiento se iguala expresamente con el sacrificio de una víctima viva; el descortezado y molido son, como la matanza de Vrtra y Soma, pecados que requieren expiación; la harina, que ha sido «matada» con la maja y el mortero y las muelas del molino, es vivificada ritualmente, a fin de que a los dioses se les de el «alimento vivo» que ellos requieren (Shatapatha Brâhmana I.1.4.6-I.2.3.9 y Aitareya Brâhmana II.8.9). («Verdaderamente, va vivo a los dioses» (Taittirîya Samhitâ V.6.6.4); cf. Romanos 12.1, «presentad vuestros cuerpos como un sacrificio vivo»). Las huellas de la pasión del «Espíritu de la Vegetación» sobrevive en los ritos agrarios populares de todo el mundo, y notablemente en las palabras de la canción «John Barleycorn», cuyas barbas de espiga, como las del arroz en Aitareya Brâhmana II.9, son su «barba», la marca de su hombredad, y que, aunque le tratan tan «bárbaramente», brota de nuevo. 521 AKCMeta Âtmayajña: El Sacrificio de sí Mismo

O más bien, no es Soma mismo, sino solo su mal (pâpman) lo que es matado (Shatapatha Brâhmana III.9.4.17, 18). Pues «Soma es el Regnum» (kshatra, Shatapatha Brâhmana V.3.5.8); y es precisamente para que sea entronizado, y gobierne de verdad, por lo que él es «matado» (Shatapatha Brâhmana III.3.2.6). La culpa de la que Soma es limpiado, es que él oprimía a Brhaspati, su Purohita, o de que fue capaz de pensar una cosa así (Shatapatha Brâhmana IV.1.2.4); su pasión es una asimilación a y una reunión marital con el Sacerdotium. Todo este modelo subyace y se refleja en los ritos de la iniciación real (râjasuya = varuna-sava) -«Este hombre es vuestro rey, Soma el rey de nosotros los brâhmanes» (Vâjasaneyi Samhitâ X.18). El príncipe muere para que el rey nazca de él; en el rey no queda ningún mal, nada de su naturaleza Varunya; no es él mismo sino su mal lo que es matado. El sacudido con palos (Shatapatha Brâhmana V.4.4.7) puede compararse al prensado de Soma y al trillado del GRANO por el cual es separado de las cáscaras. Como Indra mató a Vrtra, así el rey vence a su propio enemigo malo y odioso (Shatapatha Brâhmana V.2.3.7). 527 AKCMeta Âtmayajña: El Sacrificio de sí Mismo

La muerte de Soma es su procesión, él es matado en el mismo sentido en que cada iniciando, homo moriturus, muere, para nacer de nuevo. «Un hombre es innacido mientras no sacrifica» (Jaiminîya Upanishad Brâhmana III.14.8); sacrificar es nacer (Kausitakî Brâhmana XV.3), la matanza de Vrtra es el nacimiento de Indra (como Mahendra, Shatapatha Brâhmana I.6.4.21). El Sacrificador, al participar en la pasión de Soma, nace de nuevo del Fuego sacrificial, en el sentido en que «a no ser que un hombre nazca de nuevo…» y «a no ser que un GRANO de trigo caiga en tierra y muera…» (San Juan 3.3 y 12.24). 537 AKCMeta Âtmayajña: El Sacrificio de sí Mismo

Nosotros podemos preguntar, entonces: ¿Por cuáles hombres, entre los hombres de una comunidad primitiva que aprende a hablar inteligiblemente, fueron «encontrados» los símbolos adecuados? El Rig Veda Samhitâ (X.71.1, cf. Atharva Veda Samhitâ VII.1.1), comparándolos a hombres que aventan GRANO, los llama «contemplativos» (dhîrâh, traducido a veces, de modo menos preciso, por «sabios»). En otras palabras, los «héroes culturales», u «hombres medicina» mánticos, por quienes las artes en general fueron dadas a los hombres, «vieron» sus invenciones y los significados de estas invenciones, a uno y el mismo tiempo. Uno no puede imaginar que los hombres inventaran las ruedas y que después les atribuyeran significados, y tampoco que inventaran rituales y que después dedujeran de ellos los mitos que esos ritos representan. Esto solo quiere decir que en todo arte creativo, el contenido (idea) y la figura, la intuición y la expresión, la teoría y la práctica son inseparables; y que si es de otro modo en un trabajo cualquiera, tal como el de un esclavo de galeras o como la mano de obra de una factoría, esto solo significa que el trabajador ha olvidado la teoría. Y lo mismo que una industria sin arte, tal como solo la conocen los hombres «civilizados», es brutalidad, así, las materializaciones modernas de los significados de las palabras y la reducción de los símbolos visuales (cuyas referencias originales eran al mismo tiempo físicas y metafísicas) al nivel de formas de arte que han de apreciarse solo como superficies estéticas carentes de significado, son sintomáticas de una desviación de esa naturaleza humana de la que los lenguajes inteligibles son una función natural. Platón y Mencio no estaban faltos de buenas razones cuando afirmaban que el mal uso de las palabras es el signo exterior de una enfermedad del alma. 1861 AKCMeta ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?