BERTRAND RUSSELL dice que en una sentencia tal como «Sócrates es viejo», «la tendencia del lenguaje es a asumir» que la palabra «es», que relaciona a «Sócrates» con una cualidad atribuida, presupone en él un ser más o menos persistente; y argumenta que lo que nosotros «deberíamos» decir es que la serie de acontecimientos o fenómenos a los que nos referimos con la etiqueta de «Sócrates» viene durando ya muchos años. Estoy de acuerdo en que eso es lo que debemos entender; en otras palabras, eso es lo que yo entiendo por una afirmación tal. Al mismo tiempo, pienso que tenemos derecho utilizar tales expresiones elípticas para propósitos prácticos, sin incurrir en ningún cargo de mala fe, aunque sabemos que nuestro significado pleno o real solo será comprendido por un oyente que no solo es consciente de que un «ser» real de algo que puede ser nombrado o señalado puede cuestionarse muy seriamente, sino que es consciente también de que, de hecho, nosotros no atribuimos un «ser» persistente a algo compuesto o variable, sujeto a cambio y decadencia. Un oyente tal reconocerá que yo no estoy «mintiendo», sino solo hablando un «inglés común y corriente» con el fin de evitar un lenguaje de tal complicación que tendería a paralizar toda comunicación sobre los asuntos de cada día. Es cierto que otro oyente que asume que «Sócrates» debe tener un ser, puede asumir que yo estoy de acuerdo con él; pero es muy probable que no considere en absoluto el último significado. En tales contextos todo lo que se necesita es una comunicación del significado empírico o superficial; puede suponerse que el oyente está en busca de «Sócrates», el hombre, y que solo quiere saber qué tipo de hombre ha de buscarse; solo si suscita la cuestión de las implicaciones de mis palabras será necesario que yo las interprete. 909 AKCMeta ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?
Antes de proseguir, debo preguntar, ¿Qué puede entender BERTRAND RUSSELL con su personificación del lenguaje? Ciertamente, solo los seres humanos pueden tener «tendencias a asumir» algo. Si la proposición «Sócrates es viejo» implica que «Sócrates es», debe ser la asunción humana la que ha determinado la forma de la expresión, y no el lenguaje mismo el que nos lleva a suponer que Sócrates es uno. El lenguaje nunca puede ser malinterpretado: son los seres humanos quienes pueden interpretarse mal unos a otros, lo cual acontece cuando lo que se pronuncia es efectivamente un mero ruido, o parece ser un mero ruido debido a que el oyente oye pero no comprende. No cabe duda de que se ha asumido más o menos generalmente que yo y los demás «somos» seres persistentes; y es esta suppositio la única que puede explicar un universo de discurso en el que se significa y se comprende a la vez que Sócrates es. Al mismo tiempo, debemos tener mucho cuidado de no confundir este personalismo con el animismo metafísico que refiere los actos de los presuntos seres a la presencia en ellos de un Poder que los mueve ? questi neí cor mortali è permotore ? el Poder omnipenetrante de otro que «ellos mismos», y aparte del cual ellos no podrían «funcionar» más que cualquier otro ingenio sin «fuerza». En este universo de discurso, que «Sócrates es viejo» no implicará que Sócrates es, sino más bien que «él» no es. 910 AKCMeta ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?
En la India se ha mantenido consistentemente que nuestro verdadero Sí mismo solo puede describirse por una negación de todas las cualidades (relaciones) que pueden predicarse de él. Esta via remotíonís, representada por el netí netí de las Upanishads, y por el axioma de que el nacimiento y la muerte son correlativos inseparables, está fuertemente desarrollada en el budismo, donde nos encontramos con un análisis repetido de la «personalidad» (atta-bhâva) en los términos de sus cinco componentes psicofísicos, a cada uno de los cuales, debido a su impermanencia (anicca), se le aplican las palabras «eso no es mi Sí mismo» (na ME so attâ ) (Nikâyas, passim), y donde se recalca que «todo lo que ha nacido, ha venido a ser (bhutam), y es compuesto, es una cosa naturalmente corruptible» (palokadhamma, Dîgha Nikâya II.118). Así pues, quienquiera que comprende las cosas «como devinientes» (yathâ-bhutam), es decir, en la secuencia natural de causas y efectos, no preguntará: ¿Qué “era” yo, Qué “soy” yo, o Qué “seré” yo? (Samyutta Nikâya II.26, 27). Esta es la doctrina familiar de anattâ, es decir, que no hay ningún «sí mismo» reconocido en los constituyentes de la personalidad, que no son nada sino una cadena de factores causalmente determinados. Al mismo tiempo, al adepto budista (Arhat), no menos que al Despierto consciente de que «”yo” no soy nada de un alguien en ninguna parte» (Anguttara Nikâya II.177), «ni “brahman”, ni “príncipe”, ni “granjero”, ni nadie en absoluto» (Sutta-Nipâta 455), le está permitido decir «yo» por conveniencia ? como un BERTRAND RUSSELL podría hacerlo, aunque él sabe que «él» no es nada sino una serie de eventos que ha tenido un punto de comienzo en el tiempo y que llegará a un fin; el maestro budista posiblemente no pueda ser comprendido por un personalista inenseñado, pero hay poco peligro de que no sea comprendido dentro de la comunidad de discurso a la que pertenece, es decir, la de la orden monástica, o aún por los seglares instruidos. 912 AKCMeta ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?
Ahora, si BERTRAND RUSSELL afirma que el Espíritu Santo no existe, y que, por consiguiente, mis sentencias carecen de significado, yo estaré de acuerdo con la primera parte de su proposición, puesto que Dios es propiamente llamado nada, es decir, no una cosa entre otras; en efecto, no debe pasarse por alto que en las proposiciones que atribuyen un ser real a su sujeto, la forma del predicado es típicamente negativa, puesto que la negación implica la ausencia de una o de todas aquellas cualidades de las cuales puede haber más o menos. Pero no estaré de acuerdo con su segunda parte, excepto para decir que si mis sentencias carecen de significado para él, eso se debe a que su universo de discurso no es idéntico al mío; el suyo es un universo de discurso sólo sobre cosas que nunca son las mismas. Puede ser oportuno observar aquí que un hindú, incluso en la lengua vernácula, no dice que «Yo tengo frío», sino que «El frío se adhiere a mí» (ham ko thandâ lagtâ ); donde la suppositio es que yo, mi Sí mismo, permanece por descubrir por un proceso de remoción de todos aquellos accidentes por los que mi ser está velado y de los que debo es-capar si quiero ser auténticamente lo que yo soy. 917 AKCMeta ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?