Gólgota

Por otra parte, se sabe que la cruz misma de Cristo se identifica simbólicamente al “Árbol de la Vida” (lignum vitae), lo que se comprende por lo demás muy fácilmente; pero, según una “leyenda de la Cruz” que tenía curso en la Edad Media, ésta habría sido hecha de la madera del “Árbol de la Ciencia”, de suerte que éste, después de haber sido el instrumento de la “caída”, habría devenido así el instrumento de la “redención”. Vemos que aquí se expresa la conexión de estas dos ideas de “caída” y de “redención”, que son en cierto modo inversas la una de la otra, y hay en esto como una alusión al restablecimiento del orden primordial (NA: Hay que aproximar este simbolismo a lo que San Pablo dice de los dos Adam (1a Epístola a los Corintios, XV), a lo cual ya hemos hecho alusión más atrás. La figuración del cráneo de Adam al pie de la cruz, en relación con la leyenda según la cual habría sido enterrado en el GÓLGOTA mismo (cuyo nombre significa “cráneo”), no es más que otra expresión simbólica de la misma relación.); en este nuevo papel, el “Árbol de la Ciencia” se asimila en cierto modo al “Árbol de la Vida”, puesto que la dualidad se reintegra efectivamente en la unidad (NA: Hay que destacar que la cruz, bajo su forma ordinaria, se encuentra en los jeroglíficos egipcios con el sentido de “salvación” (por ejemplo, en el nombre de Ptolomeo Soter). Este signo es claramente distinto de la “cruz ansada” (ankh), que, de su lado, expresa la idea de “vida”, y que por lo demás fue empleada frecuentemente como símbolo por los cristianos de los primeros siglos. Uno puede preguntarse si el primero de estos dos jeroglíficos no tendría una cierta relación con la figuración del “Árbol de la Vida”, lo que ligaría estas dos formas diferentes de la cruz, puesto que su significación sería así en parte idéntica; y, en todo caso, hay entre las ideas de “salvación” y de “vida” una conexión evidente.). SC IX