Encantamento

René GuénonAPRECIAÇÕES SOBRE A INICIAÇÃO

A SÚPLICA E O ENCANTAMENTO
Acabamos de ver que hay casos donde la distinción de los dos dominios exotérico y esotérico no aparece como absolutamente tajante, por el hecho mismo de la manera particular en la que están constituidas algunas formas tradicionales, y que establece una suerte de continuidad entre el uno y el otro; hay otros casos donde esta distinción es perfectamente clara, y ello es concretamente así cuando el exoterismo reviste la forma específicamente religiosa. Para dar un ejemplo preciso y bien definido de estos últimos casos, consideraremos la diferencia que existe entre la plegaria, en el orden exotérico, y por otra parte, en el orden esotérico, lo que llamaremos el «encantamiento», empleando este término a falta de otro más claro del cual carecen las lenguas occidentales, y reservándonos definirle exactamente a continuación. En cuanto a la plegaria, debemos hacer observar ante todo que esta palabra, aunque en el lenguaje corriente se entiende lo más frecuentemente en un sentido muy vago, y aunque a veces se llega a tomarla como sinónimo del término «oración» en toda su generalidad, pensamos que conviene guardarle o darle la significación mucho más especial y restringida que tiene por su etimología misma, ya que esta palabra «plegaria» significa propia y exclusivamente «petición» y no puede emplearse sin abuso para designar otra cosa; así pues, será menester no olvidar que es en este único sentido como lo entenderemos en el curso de las consideraciones que van a seguir.