Philosophia Perennis

La noción del Sanâtana Dharma es una de aquellas que no tienen equivalente exacto en occidente, si bien que parece imposible encontrar un término o una expresión que la traduzca enteramente y bajo todos sus aspectos; toda traducción que uno pudiera proponer de la misma sería, si no enteramente falsa, al menos sí muy insuficiente. Ananda K. Coomaraswamy pensaba que la expresión que mejor podría quizás dar de ella al menos una aproximación era la de PHILOSOPHIA PERENNIS, tomada en el sentido en el que era entendida en la Edad Media; eso es verdad en efecto bajo algunos aspectos, pero hay no obstante notables diferencias, diferencias que es tanto más útil examinar cuanto que algunos parecen creer muy fácilmente en la posibilidad de asimilar pura y simplemente esas dos nociones una a la otra. 2762 EH SANATÂNA DHARMA (NA: Publicado en Cahiers du Sud, n especial Aproximaciones de la India.)

El término perennis, en él mismo, puede comprender también todo lo que acabamos de explicar; pero sería muy difícil decir hasta qué punto los escolásticos de la Edad Media, al lenguaje de los cuales pertenecía más particularmente el término de PHILOSOPHIA PERENNIS, pudieron tener claramente consciencia del mismo, ya que su punto de vista, aún siendo evidentemente tradicional, no se extendía no obstante más que a un dominio exterior y por lo mismo limitado bajo múltiples aspectos. Sea lo que fuere, y admitiendo que se pudiera, independientemente de toda consideración histórica, restituir a ese término la plenitud de su significado, no quedaría menos por ello lo que hace llamada a las más serias reservas en cuanto a la asimilación que cuestionábamos al comienzo, y que es el término de Philosophia, término que corresponde precisamente de una cierta manera a esta limitación del punto de vista escolástico. En primer lugar, el término en cuestión, dado sobre todo el uso que hacen del mismo habitualmente los modernos, puede muy fácilmente dar lugar a equívocos; verdad es que se los podría disipar tomándose el cuidado de precisar que la PHILOSOPHIA PERENNIS no es punto ninguno “una” filosofía, es decir, una concepción particular, más o menos limitada y sistemática y que tiene por autor a tal o a cual individuo, no, sino que es antes el fondo común de donde proceden todas las filosofías y del cual, las mismas tienen lo que hay en ellas de válido; y esta manera de considerarla respondería ciertamente en efecto al pensamiento de los escolásticos. Solamente, que en esto no habría por ello menos una impropiedad, ya que lo que aquí es cuestión, si fuera considerado como una expresión auténtica de la verdad como debe serlo, sería antes Sophia que Philosophia; la “sabiduría” no debe ser confundida con la aspiración que tiende hacia ella o con la búsqueda que conduce a la misma, y estas son todo lo que designa propiamente, siguiendo su etimología misma, el término “filosofía”. Se dirá quizás que este término es susceptible de una cierta transposición, y, aunque la misma no nos parece imponerse como lo sería si no tuviéramos verdaderamente ningún otro término mejor a nuestra disposición, tampoco entendemos no obstante contestar su posibilidad; pero, inclusive en el caso más favorable, quedará todavía muy lejos de poder ser mirada como un equivalente de Dharma, ya que jamás podrá designar más que una doctrina que, cualesquiera que sea la extensión del dominio que abarque de hecho, permanecerá en todo caso únicamente teórica, y ya que, en consecuencia, no corresponderá de ningún modo a todo lo que comprende el punto de vista tradicional en toda su integralidad. Bajo este punto de vista, en efecto, la doctrina jamás es considerada como una simple teoría bastándose a sí misma, sino antes como un conocimiento que debe ser realizado efectivamente y, además, que conlleva aplicaciones que se extienden a todas las modalidades de la vida humana sin excepción. 2766 EH SANATÂNA DHARMA (NA: Publicado en Cahiers du Sud, n especial Aproximaciones de la India.)