EL KANDARYA MAHADEO

Por consiguiente, se recalca constantemente que el Sacrificio es esencialmente una operación mental, que ha de realizarse a la vez exterior e interiormente, o en todo caso interiormente. El Sacrificio se prepara con «toda la mente y todo el sí mismo» del Sacrificador. Por así decir, el Sacrificador se vacía de sí mismo, y él mismo es la víctima real ([wiki]Shatapatha_Brahmana[/wiki] II.4.1.11, ??3.4.21, m.8.1.2, IX.5.1.53.). El verdadero fin del culto es un fin de reintegración y de resurrección, alcanzable no por un cumplimiento meramente mecánico del servicio, sino por una plena realización de su significación, o inclusive por esta comprehensión sola([wiki]Shatapatha_Brahmana[/wiki] X.4.2.31, X.4.3.24). El [wiki]Agnihotra[/wiki], u ofrenda a quemar, por ejemplo, puede ser —y es para el comprehensor— un sacrificio de sí mismo interior, en el que el corazón es el altar, el hombre exterior la ofrenda, y el sí mismo domado la llama (Sankhyayana [wiki]Aranyaka[/wiki] X; [wiki]Shatapatha_Brahmana[/wiki] X.5.3.12, [wiki]Samyutta_Nikaya[/wiki] I.169.).