veinticinco (HDV)

Nos es menester precisar todavía lo que es Prakriti, que es el primero de los VEINTICINCO principios (tattwas) enumerados en el Sânkhya; pero hemos debido considerar a Purusha antes de Prakriti, porque es inadmisible que el principio plástico o substancial (en el sentido estrictamente etimológico de esta última palabra, que expresa elsubstratum universal”, es decir, el soporte de toda manifestación) (Para evitar todo error de interpretación posible, agregamos que el sentido en el que entendemos así la “substancia” no es en modo alguno aquel en el que Spinoza ha empleado este mismo término, ya que, por un efecto de la confusión “panteísta”, se sirve de él para designar al Ser Universal mismo, al menos en la medida en la que es capaz de concebirle; y, en realidad, el Ser Universal está más allá de la distinción de Purusha y Prakriti, que se unifican en él como en su principio común.) esté dotado de “espontaneidad”, puesto que es puramente potencial y pasivo, apto para toda determinación, pero que no posee actualmente ninguna. Así pues, Prakriti no puede ser verdaderamente causa por sí misma (queremos hablar de la “causalidad eficiente”), fuera de la acción o más bien de la influencia del principio esencial, que es Purusha, y que es, se podría decir, el “determinante” de la manifestación; todas las cosas manifestadas son en efecto producidas por Prakriti, de la que son como modificaciones o determinaciones, pero, sin la presencia de Purusha, estas producciones estarían desprovistas de toda realidad. La opinión según la cual Prakriti se bastaría a sí misma como principio de la manifestación no podría sacarse más que de una concepción completamente errónea del Sânkhya, que proviene simplemente de que, en esta doctrina, lo que se llama “producción” se considera siempre exclusivamente por el lado “substancial”, y quizás también de que Purusha no se enumera en ella sino como el vigesimoquinto tattwa, por lo demás enteramente independiente de los otros, que comprenden a Prakriti y a todas sus modificaciones; una opinión semejante, por lo demás, sería formalmente contraria a la enseñanza del Vêda. 84 HDV IV

El primer grado de la manifestación de Âtmâ, entendiendo esta expresión en el sentido que hemos precisado en el capítulo precedente, es el intelecto superior (Buddhi), que, como lo hemos visto más atrás, es llamado también Mahat o elgran principio”: es el segundo de los VEINTICINCO principios del Sânkhya, y por consiguiente la primera de todas las producciones de Prakriti. Este principio es todavía de orden universal, puesto que es informal; sin embargo, no debe olvidarse que pertenece ya a la manifestación, y es por eso por lo que procede de Prakriti, ya que toda manifestación, a cualquier grado que se considere, presupone necesariamente estos dos términos correlativos y complementarios que son Purusha y Prakriti, la “esencia” y la “substancia”. Por eso no es menos verdad que Buddhi no solo rebasa el dominio de la individualidad humana, sino de todo estado individual cualquiera que sea, y es esto lo que justifica su nombre de Mahat; así pues, Buddhi no está nunca individualizada en realidad, y no es sino en el estadio siguiente donde encontraremos la individualidad efectuada, con la consciencia particular (o mejor “particularista”) del “yo”. 122 HDV VII