CIVILIZAÇÃO ORIENTAL
Frithjof Schuon
Francisco García Bazán
Excertos de “René Guénon ou a Tradição Vivente”
Pero habíamos comenzado el esclarecimiento del tema de la tradición explicando que la civilización oriental, o sea, aquel conjunto de instituciones materiales e intelectuales que concreta históricamente la mentalidad de un grupo humano específico, es tradicional. Se entiende ahora mejor la tesis guenoniana, pues con esto se quiere sostener que el fundamento de ese temperamento cultural y de aquellas organizaciones e ideas que alimenta es fiel a la tradición, es decir que estriba en principios tradicionales, expresados a través de una concepción y de una enseñanza que la conserva y respeta. Lo descripto involucra, desde luego que entre estos hombres e instituciones se encuentra despierta la intuición intelectual o percepción espiritual, directa e inmediata, pues sólo así es posible la captación de los principios universales y trascendentes, y la convicción de su necesaria aplicación en doctrinas, hechos y comportamientos. Los principios universales, empero, según lo permite experimentar la historia misma del cosmos y de la humanidad, pueden percibirse y aplicarse con pureza y rigor, es el caso del dominio metafísico y sus teorías, o combinados con elementos heterogéneos, en cuyo caso tenemos el ejemplo de la religión. Y de acuerdo con estos criterios teóricos, puede hablarse de un Oriente tradicional, aunque con diversidad interna, puesto que mientras que la civilización india deja al desnudo una línea tradicional cristalina por medio del hinduísmo, reino incontestable de la metafísica sin contaminaciones, la cultura china nos sorprende con un sector estrictamente metafísico, el taoísmo, y otro de sentido ético y social, el confucianismo, y la tradición islámica, ofrenda al observador un rostro igualmente metafísico, el del sufismo, pero otro religioso, el de los creyentes comunes.