¿Por qué esta ley de la causalidad es de tan grande importancia para Gautama, cuya doctrina no es una gimnasia mental sino: “sólo esto: el Mal y la Cesación del Mal”? Porque esta doctrina es precisamente el diagnóstico de un médico sobre la enfermedad del Dukkha. Como enfermedad constitucional se la muestra en las conocidas series de las Doce Nidanas, cuya interconexión es llamada la Ley del Origen Dependiente (Paticca-samuppada). Las Doce Nidanas denominadas más tarde la Rueda de la Causación están repetidas en no menos de noventa y seis Suttas; y la importancia de esta serie surge del hecho de que es a un mismo tiempo una explicación general de fenómenos y una explicación del fenómeno particular del Mal, en el cual se interesaban principalmente los budistas. El resultado de esta serie es demostrar que Viññana, la conciencia del yo, no reside en un alma eterna, sino que es un fenómeno contingente que surge como consecuencia de causa y efecto. Debe destacarse, como lo ha señalado el profesor Rhys Davids, que el valor de esta serie no está en el hecho de que explique el Mal, sino en que la correcta comprensión del Origen Causal constituye ese mismo discernimiento por medio del cual se destruye la fuente del Mal, la conciencia del yo y los deseos del yo. La “Rueda de la Causación” gira de la siguiente manera (Majjhima Nikaya, I, 140):
Otras vidas (pasadas) | Ignorancia (avijja). Predisposiciones (sankhara). Prejuicios o hábitos de pensamiento, complejos mentales, voluntad (cetana) propósito o intención. Conciencia (del yo, etcétera) (viññana) Nombre y Forma (nama-rupa) es decir, Mente y cuerpo. |
Esta vida presente | Órganos sensoriales (sadayatana, en pali salayatana). Contacto (sparsa, en pali phassa). Emoción (vedana). Deseo (tanha). Apego (upadana). |
Otras vidas (futuras) | Llegar-a-ser (bhava). Renacimiento (jati). Vejez y muerte, pena, lamentación, calamidad, dolor, desesperación (jaramaranam, etcétera). |
Siempre que aparece esta lista termina con la fórmula “Tal es el origen de todo este cuerpo del Mal”. Debe notarse que no siempre se repite toda la serie de términos y tampoco en el mismo orden; constituyen más bien los rayos que la circunferencia de la rueda.
Si preguntamos ahora cuál es el efecto y cuál la causa, resulta claro que en la raíz de todo yace la Ignorancia. En ella se origina el pensamiento de la entidad, mientras que sólo existe una transformación; del pensamiento de uno mismo como entidad y de los deseos del Yo surge la vida; ésta es inseparable del Mal.
El diagnóstico lleva implícita la cura, que es la supresión de las condiciones que mantienen el estado patológico. Estas condiciones que mantienen la Ignorancia son en principio; el Deseo y el pensamiento de Yo y Mío, con todo lo que implican de egoísmo y superstición. Los medios para llevar a cabo la cura se exponen en la disciplina mental y moral de los “Peregrinos” budistas.