Volviendo a la historia interrumpida de Noé, el tipo de tanzîh que éste simboliza es una actitud propia y característica de la Razón. al-Qashani lo llama «tanzîh por la Razón» (al-tanzîh al-‘aqliy). La Razón, por naturaleza, se niega a admitir que lo Absoluto aparezca en una forma sensible. Pero de este modo pasa por alto un punto muy importante, a saber, que «purificar» lo Absoluto de toda forma sensible, como ya hemos visto unas líneas más arriba, no sólo equivale a delimitarlo sino que es susceptible de caer en una especie del mismo tashbîh que con tanta violencia detesta.
Comentando un verso de Ibn Arabi, que dice: «Cada vez que lo Absoluto se aparece ante los ojos en una forma sensible, la Razón rechaza la imagen por el razonamiento lógico que tan asiduamente aplica», al-Qashani señala:
”El significado del verso es el siguiente: cuando [lo Absoluto] se manifiesta (tayalli) en una forma sensible, la Razón lo rechaza por razonamiento lógico, a pesar de que, en realidad, [el fenómeno sensible] sea una realidad [a su manera] tanto en el plano del mundo sensible como en sí misma [o sea no sólo como fenómeno sensible, sino en su realidad como auténtica forma de manifestación de lo Absoluto]. La Razón lo «purifica» de ser un objeto sensible porque, de otro modo, [lo Absoluto] se hallaría en un lugar determinado y en cierta dirección determinada. La Razón estima que [lo Absoluto] está por encima de estas [determinaciones]. Sin embargo, lo Absoluto transciende aquello de lo que [la Razón] lo «purifica», y transciende la «purificación» en sí. Porque «purificarlo» de este modo es asimilarlo a los seres espirituales y, por lo tanto, delimitar su absolutidad. Hace de lo Absoluto algo determinado.
La realidad es que lo Absoluto transciende el estar en una dirección y el no estarlo, el tener una posición y el no tenerla; también transciende todas las determinaciones originadas por los sentidos, la razón, la imaginación, la representación y el pensamiento.”
Además de este tipo de tanzîh simbolizado por Noé, el «tanzîh de la Razón», Ibn Arabi reconoce otro tipo de tanzîh: el «tanzîh del saber inmediato» (al-tanzîh al-dhawqiy), simbolizado por el ya mencionado profeta Enoc.
Ambos tipos de tanzîh corresponden respectivamente a dos Nombres: uno es subbuh, mencionado al principio de este capítulo, y otro es quddus, «el Santísimo». Ambos son tanzîh, pero el que simboliza Noé consiste en «purificar» lo Absoluto de cualquier atributo que implique imperfección, mientras que el segundo, además, elimina de lo Absoluto todas las propiedades de los seres «posibles» (incluyendo las perfecciones más elevadas alcanzadas por las cosas «posibles») y toda conexión con lo material así como cualquier cualidad determinada imaginable o pensable.