monjes (AKC)

Una tal comprensión puede ser rara, pero es absolutamente normal en oriente: como lo expresa la Bhagavad Gîtâ, «No hay ninguna deidad que Yo no sea, y en el caso de que un hombre sea verdaderamente el adorador de una deidad, es Yo quien soy la causa de su devoción y su fruto… Como quiera que los hombres ME buscan, así Yo les doy la bienvenida, pues la vía que los hombres toman desde cada lado es Mía». Similarmente el Bhaktamâla (cf. G. A. Grierson, ed., Londres, 1909): «Nadie es ignorante de las doctrinas de su propia religión… Por consiguiente que cada hombre, en la medida que ello esté en su poder, ayude a la lectura de las Escrituras, ya sean las de su propia iglesia, o ya sean las de otra». Y similarmente también en el islam, «Mi corazón ha devenido capaz de toda forma… es un convento para los MONJES cristianos, un templo para los ídolos, el lugar de peregrinaje en la Meca, las tablas de la Torah, el libro del Corán: Yo sigo la religión de Amor, cualquiera que sea la vía que Sus camellos tomen». 201 AKCMeta Shrî Ramakrishna Y La Tolerancia Religiosa

Dikkhita. El propósito del presente artículo es indagar si la ordenación regular budista puede igualarse o no con la iniciación (dîkshâ). La raíz aparece en pâli sólo muy raramente, en dikkhíta = dîkshita. En Samyutta Nikâya I.226, un profeta (isi = rshi; la palabra se usa también respecto al Buddha y a los MONJES budistas) es cira-dikkhita, «iniciado hace mucho», explicado por el Comentarista como cira-pabbajita , «ordenado hace mucho como un Peregrino». Cira-pabbajita contrasta, por supuesto, con navo acira-pabbajita, «recientemente ordenado como Peregrino», y ambos términos son de común ocurrencia en otros contextos. Jâtaka V.138-39, que dice cira-dakkhita, se refiere a los «profetas» (isayo) en el séquito del Bodhisattva Sarabhanga-Jotipâla, que es incuestionablemente un principio solar; y esta ortografía es de interés debido a que conserva la forma de la raíz daksh, «ser capaz», puesto que el valor básico de dîkshita, «iniciado», es precisamente «ser capacitado». 1357 AKCMeta ALGUNAS PALABRAS PÂLI

Las ordenaciones originales habían conferido el pabbajjâ (el estatus de «Peregrino») y el upasampadâ (la «obtención plena», y casi literalmente el estado de ser un «Adepto») simultáneamente. Después de la delegación del poder encontramos que ambos se confieren todavía juntos, pero por un «quórum» de los MONJES mendicantes, a aquellos que habiendo sido tonsurados y vestido el hábito, repetían tres veces la fórmula de la «Toma de Refugio». Encontramos, entonces, que el upasampadâ solo puede ser conferido por la recomendación de un maestro, a un monje más joven que ha venido a él como un pupilo. Al maestro se le llama upajjhâya, literalmente «el que se acerca a»; al pupilo se le llama un saddhivihârika, literalmente «residente asociado», es decir, que vive con el maestro en intimidad cotidiana. La relación es formalmente paternal; el pupilo rinde al maestro servicio personal. Antes de que un maestro pueda recibir a un monje como pupilo, él mismo debe haber sido plenamente ordenado, debe haber sido un «Adepto», al menos durante diez años. Bajo estas condiciones puede, cuando lo ve conveniente, proponer al pupilo, como un candidato para el upasampadâ, a la asamblea monástica; y el pupilo, por su parte, debe solicitar formalmente a la asamblea «extraed-ME» (ullumpatu mam), una fórmula sugerente de la fórmula Brâhmana «como una serpiente (ahi) podría liberarse de (nirmucyeta) su piel vieja, o como uno podría sacar (vivrhet) una flecha de su caña (muñjât), así es él liberado (nirmucyate) de todo mal» (Jaiminîya Brâhmana II.134, etc.). Un monje plenamente ordenado o iniciado así puede, después de diez años, recibir él mismo pupilos. La sucesión de tales maestros Vinaya, desde Upâli a Mahinda, se da en el Dîpavamsa. Todo esto tiene la apariencia del sistema de transmisión regular de padre espiritual a hijo espiritual (guru-paramparâ), de generación en generación, pero con una adaptación específica al carácter más comunal de la orden de «Peregrinos» (pabbajita) budista, que, desde los tiempos más remotos, se concebían como una «congregación» (samgha), en lugar de como solitarios. 1361 AKCMeta ALGUNAS PALABRAS PÂLI

Donde, como en Burma, es la regla que todos devengan MONJES por un tiempo limitado, o cuando un rey budista es ordenado temporalmente, parece que este retiro temporal del mundo corresponde exactamente al del sacrificador védico (yaja-mâna), que se consagra a sí mismo y, una vez iniciado (dîkshita), durante la operación ya no es él mismo, ya no es «este hombre», un tal, hasta que se abandona la operación y él retorna entonces a sí mismo, de la Verdad a la Falsedad, y deviene una vez más «quien él es realmente» en el sentido mundanal, Fulano por nombre y linaje. 1367 AKCMeta ALGUNAS PALABRAS PÂLI