No puede haber ningún retorno del pródigo, ninguna «vuelta adentro» (nivrtti), excepto de mismo a mismo. «Quienquiera que sirve a Dios, pensando “Él es uno y yo otro”, es un ignorante» (Brhadaranyaka Upanishad I.4.10); «Si no te haces tú mismo igual a Dios, no puedes aprehender a Dios: pues lo igual es conocido por lo igual» (Hermes, Lib. XI.2.20b). A quien vuelve a casa se le hace la pregunta, «¿Quién eres tú?» y si contesta por su nombre propio o por un apellido, es arrebatado por los factores del tiempo en el umbral mismo del éxito (Jaiminiya Upanishad Brahmana III. 14.1-2) [v. nadificação]: «esa alma infortunada es arrastrada atrás de nuevo, invierte su curso, y no habiendo logrado conocerse a sí misma, vive esclava de cuerpos groseros y miserables. La falta de esta alma es su ignorancia»2 (Hermes, Lib. X.8a). Debe responder, «Quien yo soy es la luz que Tú eres. La luz celestial que Tú eres, como tal yo vengo a Ti», y, en consecuencia, respondiendo así es bienvenido, «Quien tú eres, eso soy yo; y quien yo soy, eso eres tú. Entra» (Jaiminiya Upanishad Brahmana III.14.3-4). A la pregunta, «¿Quién está en la puerta?» responde, «Tú estás en la puerta», y es bienvenido con las palabras, «Entra, oh mí mismo» (Rumi, Mathnawi I.3602-3). No es como un tal como puede ser recibido —«A quienquiera que entra, diciendo “yo soy Fulano”, yo le golpeo en la cara» (Shams-i-Tabriz); como en el Cantar de Salomón I:7, si ignoras te,… egredere.
«El que está unido al Senor es un único espíritu» (I Corintios 6:17). Pero este Espíritu (atman), Brahman, Dios, el «¿Qué?» de Jaiminiya Upanishad Brahmana III.14, «no ha venido de ninguna parte ni deviene alguien» (Katha Upanishad II.18). El Imperecedero no tiene nombre personal ni nombre familiar (Brhadaranyaka Upanishad III.8.8, texto Madhyamdina) ni casta alguna (Mundaka Upanishad I.1.6); «Dios mismo no sabe lo que él es, debido a que él no es ningún qué»3 (Eríugena); el Buddha no es «ni sacerdote ni príncipe ni amo de casa ni nadie en absoluto (koci no’mhi). yo ando errante en el mundo, un verdadero nada (akimcana). Inútil preguntar por mi linaje» (gottam, Sutta-Nipata 455-456) [v. sou nada].
NOTAS