Así, lo que nosotros pensamos que «aprendemos», pero que en realidad «recordamos», implica que —en la intuición directamente y en el aprendizaje indirectamente— nosotros estamos extrayendo o, como los textos más antiguos lo expresan, «mamando» una presciencia innata (prajnana = pronoia, prometheia). En Digha Nikaya I.19-22 se nos dice que los dioses caen del cielo solamente cuando su «memoria falla y ellos son de memoria confusa» (sati mussati, satiya sammosa); aquellos cuya mente permanece incorrupta y que no olvidan, son «estables, inmutables, eternos, de una naturaleza que no conoce ningún cambio y permanecerán así por siempre jamás»; y tal es, igualmente, la presciencia (pajanana) o precognición del Buddha liberado (vimutto), «de la cual, sin embargo, él no hace ningún alarde» (tam ca pajananam na paramasati)1 . En primer lugar, es significativo que lo que se dice así del Buddha es, como acontece tan a menudo, solamente una paráfrasis de lo que ya se ha dicho de Agni, quien «no olvida ni la palabra anterior ni la posterior, aunque no se vanagloria en virtud de su consejo» (na mrsyate prathamam naparam vaco’sya kratva sacate apradrpidah, Rg Veda Samhita I.145.2)2 . Y en segundo lugar, que para Platón también es precisamente un fallo en el recuerdo lo que arrastra hacia abajo desde las alturas al alma que ha caminado con Dios (theo xinopados = brahmacari) y que tenía alguna visión de las verdades3 , pero no puede retenerla (Fedro 248C; cf. Plotino IV.4.7 sig.).
NOTAS
Sobre las distinciones de la gnosis entre los dioses en los mundos de Brahma, cf. Anguttara Nikaya IV.74 sig.: algunos están contentos con sus beatitudes, otros son prescientes (pajananti) de una liberación absoluta.
Agni, krátva… ápradrpitah, contrasta con el Indra de Brhad Devata 7.54 svena viryena darpitah, hasta que es re-despertado por Saptagu-Brhaspati = Agni y vuelve en sí mismo de nuevo. El Sacerdotium no se intoxica con el conocimiento, pero el Regnum puede intoxicarse con el poder.