Es infortunado que, en la psicología moderna, una terminología y distinción originalmente lúcida haya sido confundida con una igualación del «alma-imagen» con «el anima en el hombre y el animus en la mujer». Los términos son usados todavía peor por el Padre M. C. D’Arcy en su Mind and Heart of Love (Londres 1946), cap. 7. Tradicionalmente, anima y animus son el «alma» y el «espíritu» igualmente en un hombre o una mujer; así William of Thierry (cf. nota 22 abajo) habla de animus vel spiritus. Este uso se remonta a Cicerón, por ejemplo, Tusculan Disputations 1.22.52, «ne-que nos corpora sumus… cum igitur: Nosce te dicit, hoc dicit, Nosce animum tuum», y V.13.38, «humanus… animus decerptus (est) ex mente divina»; y Lucius Accius (fr. 296), «sapimus animo, fruimur anima; sine amimo, anima est debilis».
Coomaraswamy (Meta:nota) – anima e animus
TERMOS CHAVES: espírito – sopro – alento