Una ontología de este tipo no ha de llamarse propiamente panteísta o monista. Esto sólo sería legítimo si, cuando se ha analizado la esencia en sus múltiples aspectos, no quedara ningún resto; por el contrario, toda la escritura india, empezando con el Rg Veda, afirma consistentemente que lo que queda excede la totalidad de lo que basta para llenar estos mundos, y que la fuente permanece inafectada por todo lo que se produce de ella o vuelve a ella al comienzo o fin de un eón. El punto de vista de que todo esto es una teofanía no significa que todo de Él se ve; por el contrario, por así decir, «solamente un cuarto» de su abundancia (Rg Veda Samhita X.90.3, cf. Maitri Upanishad VI.35, Bhagavad Gita X.42) basta para llenar los mundos de tiempo y espacio, por lejos que puedan extenderse, por mucho que puedan durar.
Cf. Whitby en el prefacio a la versión inglesa de René Guénon, El Hombre y su devenir según el Védanta (París, 1925): «Es de esperar que este libro dará el golpe de gracia al prejuicio absurdo e inexplicable que persistentemente menosprecia la doctrina védica debido a su supuesto “panteísmo”. Esta insistencia…», y Lacombe, en el prefacio de René Grousset, Les Philosophies indiennes (París, 1931): «Es menester no concluir, a nuestro entender, que el Vedanta sea panteísta, y ni siquiera monista, sobre todo en el sentido que estas palabras tienen para nosotros. Se nombra a sí mismo advaita, no-dualista. Su preocupación de asegurar la transcendencia del Brahman no menos que su inmanencia, de mantener la interioridad de su Gloria, es manifiesta. Posición irreductible.»; y Coomaraswamy, Una Nueva Aproximación a los Vedas: Un Ensayo de Traducción y Exégesis, 1933, p. 42.
Puede agregarse que se puede hacer una objeción similar a la palabra «Monoteísmo» en el título del presente ensayo. Tad ekam en Rg Veda Samhita X.129.2, es más bien «Suprema Identidad» que «único Dios». Solo en tanto que «único Dios», con tantos aspectos como puntos de vista desde los cuales Él es considerado, «Ese Uno» deviene inteligible; pero lo que Ese Uno es en sí mismo sólo puede expresarse en términos de negación, por ejemplo, «sin dualidad». Ver Erwin Goodenough, An Introduction to Philo Judaeus (New Haven, 1940), p. 105.