Coomaraswamy (Monoteísmo) – Monoteismo Vedico

(Este ensayo se publicó por primera vez en el Dr. S. Krishnaswami Aiyangar Commemoration Volume (Madras, 1936), y se revisó para el Journal of Indian History, XV (1936). Aquí se ofrece la segunda versión, con revisiones posteriores y una adenda del autor.—ED.)

Un solo Fuego está encendido múltiplemente, un solo Sol está presente en uno y todo, una sola Aurora ilumina este todo: eso que es solo Uno deviene este todo. RG Veda VIII.58.2

En su mayor parte, la erudición moderna postula solo un desarrollo gradual en la metafísica india, de la noción de un principio único, del cual principio los diversos dioses (devah, visve devah, etc.) son, por decir así, los poderes, aspectos operativos, o atributos personificados. Pero como Yaska lo expresa, «Se debe a Su gran divisibilidad (maha-bhagyat) por lo que se Le aplican muchos nombres, uno tras otro, Los otros dioses (devah) vienen a ser (bhavanti) submiembros (pratyangani) del Único Espíritu (ekasyatmanah), su devenir es un nacimiento desde otro, son de una naturaleza participada; se originan en la función (karma)1 ; el Espíritu es su origen, el Espíritu (atman) es el todo de lo que un Dios es» (Nirukta VII.4). Similarmente, Brhad Devata I.70-74: «Debido a la magnitud del Espíritu (mahatmyat) se da una diversidad de nombres (vidhiyate), según la distribución de sus esferas (sthanavibhagena). Los nombres son innumerables solo en tanto que son “diferenciaciones”, “presencias” (vibhutih)3 . Pero los formadores (kavayah) dicen en sus encantaciones (mantresu) que las deidades (devatas) tienen una fuente común; se llaman con diferentes nombres según las esferas en las que están establecidos4 . Algunos dicen que son participantes en eso (tad bhaktah), y que tal es su derivación; pero en lo que concierne a la antedicha Trinidad de soberanos del mundo, se comprende bien que la totalidad de su participación (bhaktih) está en el Espíritu (atman)».

Los pasajes precedentes ilustran el método normal de la teología en todo examen de divinis nominibus, cuando un reconocimiento de las diversas operaciones de un principio único da origen a la apariencia superficial de un politeísmo. En el cristianismo, por ejemplo, «nosotros no decimos el único Dios, pues la deidad es común a varios» (Summa Theologica I.31.2C); más aún, «Crear seres pertenece a Dios según Su propio ser, es decir, Su esencia, que es común a las tres Personas. De aquí que crear no sea peculiar a una única Persona, sino común a toda la Trinidad» (Summa Theologica I.45.6C); y ha de comprenderse bien que «Aunque los nombres de Dios tienen una única referencia común, sin embargo, debido a que la referencia se hace bajo múltiples y diferentes aspectos, estos nombres no son sinónimos. Los múltiples aspectos de estos nombres no son vacíos y vanos, pues corresponde a todos ellos una única realidad representada por ellos de una manera diversa e imperfecta» (Summa Theologica I.13.a ad 2)6 . (Cf. Sayana sobre Satapatha Brahmana I.6.1.20: Prajapati es inexplícito debido a que Él es esencialmente todos los dioses y de aquí que no pueda decirse de Él que «Él es esto o eso» (ayam asaviti) sino solo que «Él es». Y también Hermes Trismegistos: «¿Hemos de decir que es correcto que se asigne a Él el nombre de “Dios” (theos, deva), o el de Hacedor (poietes, kavya) o el de Padre (pater, pitr, Prajapati)? No, los tres nombres son Suyos; Él es justamente llamado “Dios” en razón de Su poder, y “Hacedor” en razón de la obra que Él hace, y “Padre” en razón de Su bondad», Lib. XIV.4.) De la misma manera, Plotino: «Esta vida de las estrellas dotadas de alma es una cosa idéntica, puesto que ellas son uno en el Alma de Todo, de modo que su movimiento espacial mismo tiene su centro en la identidad y se resuelve en un movimiento no espacial sino vital», Enéadas IV.4.8.

Es bien sabido que estas concepciones de la identidad del Primer Principio con todos sus poderes son corrientes en los Brahmanas y el Atharva Veda. Puede citarse, por ejemplo, Satapatha Brahmana X.5.2.16, «En cuanto a esto dicen, “¿Es entonces Muerte uno o muchos?”. Uno debe responder, “Uno y muchos”. Pues, en tanto que Él es Eso (la Persona en el Sol), Él es uno; y en tanto que Él está múltiplemente distribuido (bahudha vyavistih) en Sus hijos, Él es muchos», lo cual ha de ser leído junto con el verso 20: «Como uno se acerca a Él, así Él deviene (yathópasate tad eva bhavati7 ; y Atharva Veda Samhita VIII.9.26, «Un único Toro, un único Profeta, un único Hogar, una única Ordenanza, un único Yaksa en Su terreno, una única Estación que nunca se vacía»; y Atharva Veda Samhita I.12.1, donde Agni es descrito como «Una energía cuya procesión es triple (ekam ojas tredha vicakrame)».

Se pasa por alto muy a menudo que el mismo punto de vista se afirma tan explícita y repetidamente en el RG Veda como para no dejar lugar a ningún equívoco. Un examen completo de la formulación védica del problema del uno y los muchos requeriría un extenso estudio del ejemplarismo védico (ver Coomaraswamy, «Ejemplarismo Védico»), pero podemos llamar la atención sobre la expresión visvam ekam, «multiplicidad integral», en RG Veda Samhita III.54.8. Todo lo que nos proponemos ahora es reunir algunos de los más notables de los textos védicos en los que se afirma categóricamente la identidad del uno y los muchos; y agregar que, aunque ninguna de estas afirmaciones explícitas estuviera disponible, la ley expresada en ellas podría haberse deducido independientemente de un análisis de las funciones atribuidas a los diferentes poderes, pues aunque estas funciones son características de deidades particulares, nunca son enteramente peculiares de ninguna de ellas.


NOTAS

1 De hecho, es Visvakarma, el Hacedor de Todas las Cosas, el que da sus «nombres», es decir, su ser individual, a los dioses y por consiguiente es llamado devanam namadhah, X.82.3. (Las funciones son «meramente los nombres de los actos de Brahma», Brhadaranyaka Upanishad 1.4.7; «todos los funcionamientos surgen del Espíritu», ídem I.6.3; «toda acción brota de Brahma», Bhagavad Gita III.5; cf. Maestro Eckhart, ed. Evans, II, 175).
3 («El Viento es omnipresente (vayur akasam anuvibhavati)», Jaiminiya Upanishad Brahmana IV.12.10; y así, como dice Krishna, «No hay ningún fin para mis presencias divinas» (nanto’sti mama divyanam vibhutinam, Bhagavad Gita X.40). Es a estas «presencias» o «poderes» a quienes se dan los múltiples nombres.)
4 (Cf. PB XX.15.2-2 donde las esferas de acción de Agni, Vayu y [wiki]Aditya[/wiki] se llaman sus «lotes» o «porciones» (bhaktih).)
6 (Al «dividirse a Sí mismo (atmanam vibhajya) para llenar estos mundos» (Maitri Upanishad VI.26, etc.), Él permanece «indiviso en estas divisiones» (avibhakta vibhaktesu, Bhagavad Gita XVIII.20, cf. XIII. 16), «inmensurado, es decir, in-material, en medio de lo medido» (vimite’mita, Atharva Veda Samhita X.7.39; amatra, Brhadaranyaka Upanishad III.8.8, etc.); los dioses inmanentes, las Espiraciones (Prana), son «medidas del Fuego» (tejo-matrah, Brhadaranyaka Upanishad IV.4.1), es decir, «del Fuego sempiterno, que se enciende en medidas y en medidas se apaga» (Heráclito, Fr. 30). «En otras palabras, en Él no hay muchas existencias sino solo una única existencia, y sus múltiples nombres y atributos son meramente sus modos y aspectos» (Jami, Lawa’ih XV).)
7 (Por ejemplo, Aitareya Brahmana III.4, «Por cuanto uno recurre (upasate) a Él como a quien ha de hacerse un amigo (mitrakrtyaiva), esa es su forma como el Amigo (mitra)». En el Kailayamalai, a Shiva se le invoca como «Tú que tomas las formas imaginadas por tus adoradores» (ver Ceylon National Review, Enero 1907, p. 285).)

Ananda Coomaraswamy