A la pintura, considerada como una imitación, un reflejo, o una sombra de un «modelo», a menudo se le llama engañosa; en la Maitri Upanishad IV.2, los fenómenos sensibles se comparan a un «muro pintado, que deleita a la mente falsamente». Un aspecto evidente de este efecto ilusionista es visible en el hecho de que aunque la superficie pintada misma es plana, sin embargo por el arte del pintor nosotros la vemos en tres dimensiones. En este sentido, la escultura, el bajorrelieve y la pintura pueden considerarse como tres especies de un mismo género, puesto que en los tres hay representación del relieve ( Shilparatna I.46.1 sig. ).
El objeto de la nota presente es llamar la atención sobre dos referencias clásicas tardías y varias referencias indias en las que se habla en términos casi idénticos de las representaciones del relieve en la pintura. En la mayoría de estos contextos la referencia parece ser a la representación del relieve por luces y sombras, más bien que a cualquier tipo de perspectiva lineal. Nosotros no podemos asumir ningún traspaso de las expresiones, aunque las fechas podrían permitirlo, sino asumir más bien que la manera de pintar antigua, a partir de imágenes mentales, y, por consiguiente, en la luz abstracta, debe haber afectado al espectador similarmente por todas partes.
Vitrubio ( siglo I a. C. ) dice que «Agatharchus, en Atenas, cuando Esquilo recitaba una tragedia, pintaba una escena, y dejaba un comentario sobre ella. Esto condujo a Demócrito y a Anaxágoras a escribir sobre el mismo tema, mostrando como, dado un centro en un lugar definido, la línea debe corresponder naturalmente con la mirada debida al punto de vista y a la divergencia de los rayos visuales, de manera que por este engaño pueda darse una representación fiel de la apariencia de los edificios en el escenario pintado, y de manera que, aunque todo está dibujado sobre una fachada vertical plana, algunas partes se vean como alejándose, y otras como permaneciendo en frente». Longino ( probablemente del siglo I d. C. ) dice que en la pintura, «aunque las luces y las sombras se encuentran juntas en el mismo plano, sin embargo las luces saltan al ojo y no sólo parecen estar delante, sino también mucho más cerca» ( On the Sublime XVII.2 ). Similarmente, y quizás alrededor de la misma época, Hermes Trismesgistus ( Lib. XI.2.17A ) dice «por ejemplo, en las pinturas nosotros vemos que las cimas de las montañas se elevan, aunque la pintura misma es lisa y plana». Sexto Empírico ( siglo II d. C. ), al examinar la distinción de los sentidos entre sí, observa que «para el ojo, las pinturas parecen tener depresiones y elevaciones, pero ello no es así para el tacto» ( Pyrrhonism, I.92 ).En el Mahayana Sutralamkara de Asanga XIII.17 ( siglo IV d. C. ) encontramos «no hay ningún relieve en una pintura, y sin embargo nosotros lo vemos ahí». En el Lankavatara Sutra se alude a una pintura como «vista en relieve, aunque es realmente sin relieve». En el Shakuntala de Kalidasa, VI.13, 14 ( alrededor del siglo V d.C. ) encontramos la metáfora vívida de los ojos del espectador que efectivamente «tropiezan en el relieve». En el Trisashtisalakapurushacarita de Hemacandra, I.1.360 ( siglo XII ) un hombre, cuyos ojos están fijos en las formas ( probablemente pintadas ) de una bella mujer, etc., se dice que tropieza, como si el ribete de su vestido le hubiera puesto la zancadilla; en el Kavyanusarana del mismo autor, texto p. 7, «el hombre de discernimiento distingue entre lo real y lo irreal, de la misma manera que el entendido de pintura distingue entre las áreas niveladas y las áreas en relieve». En el Hitopadesa, Fábula VI ( siglo XII o anterior ) tenemos el siguiente verso, «los hombres ingeniosos pueden hacer aparecer altos y bajos en una superficie plana». Algo anteriormente, el Vishnudharmottaram, III.43.21, en un capítulo sobre la pintura, había enunciado que «puede llamarse un maestro de la pintura quien puede descubrir las distinciones entre lo que está elevado y lo que está deprimido». Shivaramamurti cita un pasaje del Shivaramamurti de Bhoja al efecto de que donde hay relieve en una pintura, esto es la representación de montañas, etc., aunque no hay ningún desnivel en la pintura misma. Los tratados medievales y antiguos sobre pintura dan instrucciones para la representación del relieve en la pintura por medio de luces y de sombras.