René Guénon — O HOMEM E SEU DEVIR SEGUNDO O VEDANTA
VIDE: Prakriti
Prakriti
Nos es menester precisar todavía lo que es Prakriti, que es el primero de los veinticinco principios ( tattwas ) enumerados en el Sânkhya; pero hemos debido considerar a Purusha antes de Prakriti, porque es inadmisible que el principio plástico o substancial ( en el sentido estrictamente etimológico de esta última palabra, que expresa el “substratum universal”, es decir, el soporte de toda manifestación )1 esté dotado de “espontaneidad”, puesto que es puramente potencial y pasivo, apto para toda determinación, pero que no posee actualmente ninguna. Así pues, Prakriti no puede ser verdaderamente causa por sí misma ( queremos hablar de la “causalidad eficiente” ), fuera de la acción o más bien de la influencia del principio esencial, que es Purusha, y que es, se podría decir, el “determinante” de la manifestación; todas las cosas manifestadas son en efecto producidas por Prakriti, de la que son como modificaciones o determinaciones, pero, sin la presencia de Purusha, estas producciones estarían desprovistas de toda realidad. La opinión según la cual Prakriti se bastaría a sí misma como principio de la manifestación no podría sacarse más que de una concepción completamente errónea del Sânkhya, que proviene simplemente de que, en esta doctrina, lo que se llama “producción” se considera siempre exclusivamente por el lado “substancial”, y quizás también de que Purusha no se enumera en ella sino como el vigesimoquinto tattwa, por lo demás enteramente independiente de los otros, que comprenden a Prakriti y a todas sus modificaciones; una opinión semejante, por lo demás, sería formalmente contraria a la enseñanza del Vêda.
VIDE: Mula-Prakriti, Gunas
Para evitar todo error de interpretación posible, agregamos que el sentido en el que entendemos así la “substancia” no es en modo alguno aquel en el que Spinoza ha empleado este mismo término, ya que, por un efecto de la confusión “panteísta”, se sirve de él para designar al Ser Universal mismo, al menos en la medida en la que es capaz de concebirle; y, en realidad, el Ser Universal está más allá de la distinción de Purusha y Prakriti, que se unifican en él como en su principio común. ↩