Gurú

Interlocutor: ¿Qué le hizo a usted tan desapasionado? Maharaj: Nada en particular. Aconteció que confié en mi Gurú. Él ME dijo que yo no soy nada sino mí mismo y yo le creí. Al confiar en él, ME comporté en consecuencia y dejé de inquietarme por lo que no era mí mismo, ni mío. La Obsesión con el Cuerpo

Interlocutor: Por favor, díganos cómo se realizó usted. Maharaj: Encontré a mi Gurú cuando tenía 34 años y realicé a los 37. La Persona no es la Realidad

Interlocutor: Las escrituras muestran las directrices generales pero el individuo necesita instrucciones personales. Maharaj: Su propio sí mismo es su maestro último (sadguru). El maestro exterior (Gurú) es solo un indicador. Es únicamente su maestro interior, el que caminará con usted hasta la meta, pues él es la meta. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: Por favor, dígame cual senda hacia la realización de sí mismo es la más corta. Maharaj: Ninguna vía es corta o larga, pero algunas gentes tienen más seriedad y otras menos. Yo puedo hablarle sobre mí mismo. Yo era un hombre simple, pero confié en mi Gurú. Lo que él ME dijo que hiciera, eso hice. ME dijo que ME concentrara sobre «yo soy» – eso hice. ME dijo que yo soy más allá de todo lo perceptible y concebible – yo le creí. Le di mi corazón y mi alma, toda mi atención y todo mi tiempo libre (yo tenía que trabajar para mantener a mi familia). Como resultado de la fe y de la aplicación seria, realicé mi sí mismo (swarupa) en tres años. Usted puede escoger cualquier vía que le convenga; su seriedad determinará el grado del progreso. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: ¿Cómo llegó usted a ello? Maharaj: Por mi confianza en mi Gurú. Él ME dijo: «Solo tú eres», y yo no dudé de él. Simplemente estuve indagando sobre ello, hasta que ME di cuenta de que es absolutamente verdadero. La Discriminación conduce al Desapego

Interlocutor: Usted no es un hombre instruido. Usted no ha leído mucho y lo que ha leído u oído, quizás no se contradecía. Yo estoy muy bien educado y he leído mucho, y he encontrado que los libros y los maestros se contradicen unos a otros irremediablemente. De aquí que todo lo que leo u oigo, lo tomo en un estado de duda. «Puede que así sea, o puede que no sea así» es mi primera reacción. Y como mi mente es incapaz de decidir lo que es verdadero y lo que no lo es, ME quedo atrapado en mis dudas. En el Yoga una mente dubitativa es una tremenda desventaja. Maharaj: ME alegra escucharlo; pero mi Gurú también ME enseñó a dudar – de todo y absolutamente. Él ME dijo: «niega la existencia a todo excepto a ti mismo». Por medio del deseo usted ha creado el mundo con sus sufrimientos y placeres. La Discriminación conduce al Desapego

Interlocutor: Esta difusión de la buena noticia de la iluminación parece muy importante. Maharaj: El hecho mismo de escucharla, es una promesa de iluminación. El hecho mismo de encontrar un Gurú es la seguridad de la liberación. La perfección es dadora de vida y creativa. La Personalidad, un Obstáculo

Interlocutor: Lo mismo que un niño no tiene más remedio que crecer, así también un hombre, compelido por la naturaleza, hace progresos. ¿Por qué esforzarse? ¿Dónde está la necesidad del Yoga? Maharaj: Hay progreso siempre. Todo contribuye al progreso. Pero éste es el progreso de la ignorancia. Los círculos de la ignorancia pueden estar siempre en crecimiento, pero, no obstante, la ignorancia sigue siendo esclavitud. A su debido tiempo aparece un Gurú para enseñarnos e inspirarnos a practicar el Yoga, y entonces tiene lugar una maduración con el resultado de que la noche inmemorial de la ignorancia se disuelve ante la salida del sol de la sabiduría. Pero en realidad nada ha acontecido. El sol está siempre ahí, para él no hay ninguna noche; la mente cegada por la idea «yo soy el cuerpo» teje interminablemente su hilo de ilusión. Vivir es el único Propósito de la Vida

Interlocutor: ¿Por qué la mitad de la humanidad es macho y la otra mitad hembra? Maharaj: Para su felicidad. Lo impersonal (avyakta) deviene lo personal (vyakta) por causa de la felicidad en la relación. Por la gracia de mi Gurú yo puedo ver con un ojo igual tanto lo impersonal como lo personal. Ambos son uno para mí. En la vida lo personal se sumerge en lo impersonal. No Infravalore la Atención

Interlocutor: ¿Se ME permite preguntarle cómo fue usted más allá de la mente? Maharaj: Por la gracia de mi Gurú. La Vida es el Gurú Supremo

Interlocutor: ¿Quiere usted decir que esto fue suficiente? Maharaj: ¿Qué más se necesita hacer? Era mucho recordar al Gurú y sus palabras. Mi consejo para usted es aún menos difícil que esto – solo recuérdese a usted mismo. «Yo soy» es suficiente para sanar su mente y llevarle a usted más allá. Tenga solo alguna confianza. Yo no le engaño a usted. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Acaso quiero algo de usted? Deseo su bien – tal es mi naturaleza. ¿Por qué iba yo a engañarle? El sentido común también le dirá que para dar cumplimiento a un deseo debe mantener su mente puesta en él. Si quiere conocer su verdadera naturaleza, debe tenerse a usted mismo en la mente todo el tiempo, hasta que el secreto de su ser se revele. La Vida es el Gurú Supremo

Interlocutor: De acuerdo. ¿Pero necesito yo un Gurú? Lo que usted ME dice es simple y convincente. Lo recordaré. Esto no hace de usted mi Gurú. Maharaj: No es la devoción hacia una persona lo que es crucial, sino la firmeza y la profundidad de su devoción a la tarea. La vida misma es el Gurú Supremo; esté atento a sus lecciones y sea obediente a sus mandatos. Cuando usted personaliza su fuente, tiene un Gurú exterior; cuando usted los toma de la vida directamente, el Gurú está dentro. La palabra de su Gurú, ya sea externo o interno – recuérdela, medítela, pondérela, viva con ella, ámela, crezca dentro de ella, crezca con ella, hágala suya propia. Ponga usted todo y obtendrá todo. Yo lo hice. Todo mi tiempo, yo se lo daba a mi Gurú y a lo que él ME dijo. La Vida es el Gurú Supremo

Interlocutor: Es una parte de la tradición espiritual india que el mero hecho de vivir en la proximidad de un santo o sabio es conductivo a la liberación y que no se necesita ningún otro medio. ¿Por qué no organiza usted un ashram a fin de que las gentes puedan vivir cerca de usted? Maharaj: En el momento en que yo creo una institución devengo su prisionero. Como asunto de hecho, yo estoy disponible para todos. El techo y la comida comunes no harán que las gentes sean mejor bienvenidas. «Vivir cerca» no significa respirar el mismo aire. Significa confiar y obedecer, no dejar que las buenas intenciones del maestro se pierdan. Tenga usted a su Gurú siempre en su corazón y recuerde sus instrucciones – esto es morar realmente con lo verdadero. La proximidad física es menos importante. Haga de su vida entera una expresión de su fe y de su amor por su maestro – esto es vivir realmente con el Gurú. La Vida es el Gurú Supremo

Interlocutor: ¿Tiene la devoción (bhakti) algún lugar en su enseñanza? Maharaj: Cuando usted no está bien, va a un médico que le dice lo que anda mal y cuál es el remedio. Si tiene confianza en él, esa confianza simplifica las cosas: usted toma la medicina, sigue las restricciones de la dieta y se pone bien. ¡Pero si no confía en él, todavía puede tener una posibilidad, o bien puede estudiar medicina usted mismo! En todos los casos es su deseo de recuperarse el que le mueve, no el médico. Sin confianza no hay ninguna paz. Usted siempre confía en una persona u otra – puede ser su madre o su esposa. De todas las gentes, el conocedor del sí mismo, el hombre liberado, es el más digno de confianza. Pero no basta con confiar sólo. Usted debe desear también. Sin deseo de liberación, ¿de qué utilidad es la confianza de que usted puede adquirir la liberación? Deseo y confianza deben ir juntos. Cuanto más fuerte es el deseo, tanto más fácilmente viene la ayuda. El Gurú más grande es impotente mientras el discípulo no está deseoso de aprender. El anhelo y la seriedad son importantísimos. La confianza vendrá con la experiencia. Sea devoto de su meta – la devoción hacia aquél que puede guiarle vendrá por sí sola. Si su deseo y su confianza son fuertes, actuarán y le llevarán a usted a su meta, pues usted no causará retrasos por vacilaciones ni compromisos. El Gurú más grande es su sí mismo interior. Verdaderamente, él es el maestro supremo. Solo él puede llevarle a su meta, y solo él le recibe al final del camino. Confíe en él y no necesitará ningún Gurú exterior. Pero, nuevamente, usted debe tener el fuerte deseo de encontrarle y no hacer nada que cree obstáculos y retrasos. Y no malgaste energía y tiempo en lamentos. Aprenda de sus errores y no los repita. El Gurú Más Grande es su Sí mismo Interior

Interlocutor: Sin embargo, usted tiene un cuerpo y depende de él. Maharaj: De nuevo usted asume que su punto de vista es el único correcto. Repito: Yo no he sido, yo no soy, y yo no seré un cuerpo. Para mí esto es un hecho. Yo también estuve bajo la ilusión de haber nacido, pero mi Gurú ME hizo ver que el nacimiento y la muerte son meras ideas – el nacimiento es meramente la idea: «yo tengo un cuerpo», y la muerte: «yo he perdido mi cuerpo». Ahora bien, cuando yo sé que yo no soy un cuerpo, el cuerpo puede estar aquí o puede no estar – ¿qué diferencia constituye eso? El cuerpo-mente es como una habitación. Está aquí, pero yo no necesito vivir en ella siempre. El Gurú Más Grande es su Sí mismo Interior

Interlocutor: ¿No tiene usted miedo de morir? Maharaj: Le diré a usted cómo murió el Gurú de mi Gurú. Después de anunciar que su fin se acercaba, dejó de comer, sin cambiar la rutina de su vida diaria. ¡Al undécimo día, a la hora de la oración, estaba batiendo palmas vigorosamente y súbitamente murió! Justamente así, entre dos movimientos, como una vela que se apaga. Cada uno muere como vive. Yo no tengo miedo de la muerte debido a que no tengo miedo de la vida. Vivo una vida dichosa y moriré una muerte dichosa. La miseria es nacer, no morir. Todo depende de cómo lo mire usted. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: Yo le oigo a usted decirlo, pero no puedo creerlo. Maharaj: Yo mismo estuve en la misma situación. Pero confié en mi Gurú y el probó que estaba en lo cierto. Confíe en mí, si puede. Mantenga presente lo que le digo: no desee nada, pues no le falta nada. La búsqueda misma impide que usted encuentre. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: El Buddha dijo que la idea de la iluminación es extremadamente importante. La mayor parte de las gentes pasan sus vidas sin saber siquiera que hay una cosa tal como la iluminación, por no decir nada de esforzarse por ella. Una vez que han oído sobre ella, se ha plantado una semilla que no puede morir. Por lo tanto él enviaba a sus bhikhus a predicar incesantemente durante ocho meses al año. Maharaj: «Se puede dar comida, vestido, cobijo, conocimiento, afecto, pero el don más alto es la noticia de la iluminación», solía decir mi Gurú. Usted está en lo cierto, la iluminación es el bien más alto. Una vez que usted la tiene, nadie puede arrebatársela. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: ¿Diría usted que la realidad se expresa a sí misma en la acción más bien que en el conocimiento? ¿O es una sensación especial? Maharaj: Ni la acción, ni la sensación, ni el pensamiento expresan la realidad. No hay ninguna cosa tal como una expresión de la realidad. Usted está introduciendo una dualidad donde no hay ninguna. Solo la realidad es, no hay nada más. los tres estados de vigilia, de sueño y de sueño profundo no son mí mismo y yo no estoy en ellos. Cuando yo muera, el mundo dirá – «¡Oh, Maharaj ha muero!». Pero para mí éstas son palabras sin contenido, no tienen ningún significado. Cuando se hace el culto ante la imagen del Gurú, todo tiene lugar como si él se despertara y se bañara y comiera y reposara, y saliera a dar un paseo y regresara, les bendijera a todos y se fuera a dormir. Todo se cumple hasta en los más mínimos detalles y sin embargo hay un sentido de irrealidad en todo ello. Así es el caso conmigo. Todo acontece según se necesita, sin embargo nada acontece. Yo hago lo que parece ser necesario, pero al mismo tiempo sé que nada es necesario, que la vida misma es solo una ficción. La Realidad no puede ser Expresada

Interlocutor: ¿Obtuvo usted su propia realización por medio del esfuerzo o por la gracia de su Gurú? Maharaj: La enseñanza fue suya y la confianza mía. Mi confianza en él ME hizo aceptar sus palabras como verdaderas, profundizar en ellas, vivirlas, y así es como llegué a darme cuenta de lo que yo soy. La persona y las palabras del Gurú ME hicieron confiar en él y mi confianza hizo que dieran fruto. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: ¿Pero puede un Gurú dar la realización sin palabras, sin confianza, simplemente así, sin ninguna preparación? Maharaj: Sí, puede, ¿pero dónde está el receptor? Mire usted, yo estaba tan sintonizado con mi Gurú, confiaba tan completamente en él, hubo tan poca resistencia en mí, que todo aconteció fácil y rápidamente. Pero no todo el mundo es tan afortunado. La pereza y la agitación a menudo obstaculizan la vía y hasta que se ven y se suprimen, el progreso es lento. Todos aquellos que se han dado cuenta en el acto, por simple contacto, mirada o pensamiento, estaban maduros para ello. Pero esos son muy pocos. La mayoría necesita algún tiempo para madurar. La sadhana es una maduración acelerada. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: En la búsqueda de lo esencial, uno se da cuenta pronto de su inadecuación y de la necesidad de un guía o un maestro. Esto implica una cierta disciplina pues se espera de uno que confíe en su guía y que siga implícitamente su consejo e instrucción. Sin embargo, las exigencias y las presiones sociales son tan grandes, los deseos y temores personales son tan poderosos, que la simplicidad de mente y de voluntad, esenciales en la obediencia, no es fácil que se presenten. ¿Cómo establecer un equilibrio entre la necesidad de un Gurú y la dificultad de obedecerle implícitamente? Maharaj: Lo que se hace bajo la presión de la sociedad y de las circunstancias no importa mucho, pues en su mayor parte es mecánico, una mera reacción a los impactos. Es suficiente observarse a uno mismo desapasionadamente para aislarse completamente de lo que está ocurriendo. Lo que se ha hecho sin atención, ciegamente, puede sumarse al karma (destino) de uno, de otro modo apenas importa. El Gurú solo pide una cosa: claridad e intensidad de propósito, un sentido de responsabilidad para con uno mismo. La realidad misma del mundo debe ser cuestionada. ¿Quién es el Gurú, después de todo? El que conoce el estado en el que no hay ni el mundo ni el pensamiento de él, es el Maestro Supremo. Encontrarle significa alcanzar el estado en el que la imaginación ya no se toma por realidad. Se lo ruego, comprenda que el Gurú representa la realidad, la verdad, lo que es. Es un realista en el sentido más elevado del término. No puede llegar y no llegará a un arreglo con la mente y sus engaños. Viene para llevarle a usted a lo real; no espere de él que haga nada más. El Gurú que usted tiene en la mente, que le da información e instrucciones, no es el Gurú real. El Gurú real es el que conoce lo real, más allá del encanto de las apariencias. Para él sus preguntas sobre la obediencia y la disciplina no tienen ningún sentido, pues a sus ojos la persona por la que usted se toma no existe. Las preguntas de usted son sobre una persona no existente. Lo que existe para usted no existe para él. Lo que usted da por supuesto, él lo niega absolutamente. Él quiere que se vea a usted mismo como él le ve. Entonces no necesitará un Gurú a quien obedecer y seguir, pues obedecerá y seguirá a su propia realidad. Dése cuenta de que, piense lo que piense que usted es, se trata solo de una corriente de aconteceres; de que mientras que todo acontece, viene y va, solo usted es, lo sin cambio entre lo cambiante, lo autoevidente entre lo inferido. Separe lo observado del observador y abandone las falsas identificaciones. Observe su Mente

Interlocutor: Mi venida misma aquí lo ha probado. ¿Se debe esta aceleración a la compañía santa? Cuando partí la última vez, esperaba regresar. ¡Y así lo hice! Ahora estoy desesperado de tener que partir tan pronto para Inglaterra. Maharaj: Usted es como un niño recién nacido. El niño ya era antes, pero no era consciente de su ser. A su nacimiento un mundo surgió en él, y con él la consciencia de ser. Ahora usted solo tiene que crecer en consciencia, eso es todo. El niño es el rey del mundo – cuando crece, se hace cargo de su reino. Imagine que en su infancia cayó gravemente enfermo y que el médico lo curó. ¿Significa eso que el joven rey debe su reino al médico? Sólo, en cuanto a uno de los factores contribuyentes. Hubo muchos otros; todo contribuyó. Pero el factor principal, el más crucial, fue el hecho de haber nacido hijo de un rey. Similarmente, el Gurú puede ayudar. Pero la principal cosa que ayuda es tener la realidad dentro. Ella se afirmará a sí misma. Su venida aquí definitivamente le ha ayudado. No es la única cosa que va a ayudarle. La cosa principal es su propio ser. Su seriedad misma da testimonio de ello. Observe su Mente

Interlocutor: Búsqueda significa carencia, necesidad, incompletud e imperfección. Maharaj: No, significa negación y rechazo de lo incompleto y de lo imperfecto. La búsqueda de la realidad es ella misma el movimiento de la realidad. De una cierta manera, toda búsqueda lo es de la felicidad real, o de la felicidad de lo real. Pero aquí por búsqueda queremos decir la búsqueda de uno mismo como la raíz del ser consciente, como la luz más allá de la mente. Esta búsqueda no acabará nunca, mientras que la sed incesante de todo lo demás debe terminar, para que el progreso real tenga lugar. Uno tiene que comprender que la búsqueda de la realidad, o de Dios, o del Gurú, y la búsqueda del sí mismo, son lo mismo; cuando se encuentra uno, se encuentran todos. Cuando «yo soy» y «Dios es» devienen indistinguibles en su mente, entonces acontecerá algo y sabrá sin ningún rastro de duda que Dios es debido a que usted es, que usted es debido a que Dios es. Los dos son uno. La Presenciación es Libre

Interlocutor: Pero el ahora no tiene ninguna dimensión. ¡Devendré un nadie, una nada! Maharaj: Exactamente. Como nada y nadie usted está a salvo y feliz. Usted puede tener la experiencia preguntando. Inténtelo. Pero volvamos a lo que es accidental y a lo que es espontáneo, o natural. Usted ha dicho que la naturaleza es ordenada mientras que el accidente es un signo de caos. Yo he negado la diferencia y he dicho que nosotros llamamos a un acontecimiento accidental cuando sus causas no pueden ser rastreadas. No hay ningún lugar para el caos en la naturaleza. Solo en la mente del hombre hay caos. La mente no abarca el todo – su foco es muy estrecho. Ve solo fragmentos y no llega a percibir el cuadro. Lo mismo que un hombre que oye sonidos, pero que no comprende el lenguaje, puede acusar al orador de cháchara sin sentido, y de estar enteramente equivocado. Lo que para uno es una corriente de sonidos caótica, es un bello poema para otro. El rey Janaka soñó una vez que era un mendigo. Al despertar preguntó a su Gurú – Vasishta: «¿Soy un rey que sueña que es un mendigo o un mendigo que sueña que es un rey?» El Gurú respondió: «Tú no eres ni uno ni otro, eres ambos. Tú eres, y no obstante no eres lo que piensas que eres. Eres debido a que te comportas como si lo fueras; no eres debido a que ello no dura. ¿Puedes ser siempre un rey o un mendigo? Todo está sujeto al cambio. Tú eres lo que no cambia. ¿Qué eres tú?» Janaka dijo: «Sí, yo no soy ni un rey ni un mendigo, yo soy el presenciador desapasionado». El Gurú dijo: «Ésta es tú última ilusión, la de que tú eres un jnani, la de que eres diferente y superior al hombre común. De nuevo te identificas a ti mismo con tu mente, en este caso una mente de buen comportamiento y en todo modo ejemplar. Mientras que veas la más mínima diferencia, eres un extraño para la realidad. Estás en el nivel de la mente. Cuando el “yo soy mí mismo” parte, el “yo soy todo” viene. Cuando el “yo soy todo” parte, el “yo soy” viene. Cuando el “yo soy” parte, solo la realidad es y en ella cada “yo soy” es preservado y glorificado. La diversidad sin separatividad es lo último que la mente puede tocar. Más allá todas las actividades cesan, debido a que en ello se alcanzan todas las metas y se cumplen todos los propósitos». La Mente Causa Inseguridad

Interlocutor: Usted no puede proteger al niño de las emociones negativas. Tan pronto como nace conoce el sufrimiento y el miedo. El hambre es un cruel maestro y enseña la dependencia y el odio. El niño ama a la madre debido a que ella lo alimenta y la odia debido a que se retrasa con ese alimento. Nuestra mente inconsciente está llena de conflictos, que invaden la mente consciente. Vivimos sobre un volcán; estamos siempre en peligro. Estoy de acuerdo en que la compañía de gentes cuya mente es apacible tiene un efecto muy sedante, pero tan pronto como estoy lejos de ellos, vuelve de nuevo la vieja perturbación. Por esto es por lo que vengo periódicamente a la India a buscar la compañía de mi Gurú. Maharaj: Usted piensa que usted viene y va, que pasa por diferentes estados y humores. Yo veo las cosas como son, aconteceres momentáneos, que se presentan a mí por sí solos en rápida sucesión, que derivan su ser de mí, y que, no obstante, definitivamente, no son mí mismo ni míos. Entre los fenómenos yo no soy ninguno, ni estoy sujeto a ninguno. Yo soy independiente, tan simple y totalmente, que su mente, acostumbrada a la oposición y a la negación, no puede aprehenderlo. Quiero decir literalmente lo que digo: no necesito oponer, o negar, debido a que es evidente para mí que yo no puedo ser lo opuesto o la negación de nada. Yo soy más allá, en una dimensión enteramente diferente. No ME busque en identificación u oposición con algo: yo soy donde el deseo y el temor no son. Ahora, ¿cuál es su experiencia? ¿siente usted también que está totalmente al margen de todas las cosas transitorias? Sea Indiferente al Sufrimiento y al Placer

Interlocutor: Sin embargo, siento que no estoy tan desvalido como usted ME hace aparecer. Siento que puedo hacer todo lo que puedo pensar, solo que no sé cómo. No es la fuerza lo que ME falta sino el conocimiento. Maharaj: ¡No conocer los medios es admitidamente tan malo como no tener la fuerza! Pero dejemos el tema por el momento; después de todo no es importante por qué nos sentimos desvalidos, mientras veamos claramente que por el momento estamos desvalidos. Yo tengo ahora 74 años. Y sin embargo siento que soy un niño. Siento claramente que a pesar de todos los cambios soy un niño. Mi Gurú ME dijo: «ese niño, que eres tú incluso ahora, es tu sí mismo real (swarupa). Retorna a ese estado de ser puro, donde el “yo soy” está todavía en su pureza antes de contaminarse con “yo soy esto” o “yo soy eso”. Tu carga es solo de falsas autoidentificaciones – abandónalas todas». Mi Gurú ME dijo: «Confía en mí. Te digo: tú eres divino. Tómalo como la verdad absoluta. Tu dicha es divina, tu sufrimiento es divino también. Todo viene de Dios. Recuérdalo siempre. Tú eres Dios, solo se hace tu voluntad». Yo le creí y pronto ME di cuenta de cuan maravillosamente verdaderas y exactas eran sus palabras. Yo no condicioné mi mente con el pensamiento: «yo soy Dios, yo soy maravilloso, yo soy más allá». Simplemente seguí su instrucción, que era enfocar la mente en el ser puro «yo soy» y permanecer en él. Yo solía sentarme durante horas, sin nada en mi mente excepto el «yo soy» y pronto la paz y la dicha y un profundo amor omniabarcante devinieron mi estado normal. En él todo desapareció – mí mismo, mi Gurú, la vida que yo vivía, el mundo de mi entorno. Solo quedó la paz y un insondable silencio. Sea Indiferente al Sufrimiento y al Placer

Interlocutor: Vine de Europa hace unos pocos meses a una de mis visitas periódicas a mi Gurú cerca de Calcuta. Ahora voy de regreso a casa. Fui invitado por un amigo a venir a encontrarle a usted y estoy contento de haber venido. Maharaj: ¿Qué aprendió de su Gurú y qué práctica ha seguido usted? Ser Feliz, Hacer Feliz es el Ritmo de la Vida

Interlocutor: Mi Gurú es un venerable anciano de unos ochenta años. Filosóficamente es un vedantino y la práctica que enseña tiene mucho que ver con despertar las energías inconscientes de la mente y traer a la consciencia los obstáculos y bloqueos ocultos. Mi sadhana personal estaba relacionada con mi peculiar problema de la primera infancia y la niñez. Mi madre no pudo darme el sentimiento de estar seguro y de ser amado, tan importantes para el desarrollo normal del niño. Era una mujer que no era adecuada para ser madre; llena de ansiedades y de neurosis, insegura de sí misma, ME sentía como una responsabilidad y una carga más allá de su capacidad soportar. Ella nunca quiso que yo naciera. No quería que creciera y ME desarrollara, quería devolverme a su matriz, que no naciera, que no existiera. Resistía a todos los movimientos de la vida en mí, combatía ferozmente todos los intentos de ir más allá del estrecho círculo de su existencia habitual. Cuando niño yo era a la vez sensible y afectivo. Ansiaba amor por encima de todo lo demás, y el amor, el simple e instintivo amor de una mujer por su hijo se ME negó. La búsqueda del hijo por su madre devino el motivo conductor de mi vida y nunca ME he emancipado de ella. Un niño feliz, una infancia feliz devino una obsesión para mí. La preñez, el nacimiento, la infancia ME interesaban apasionadamente. Llegué a ser un ginecólogo de cierto renombre y contribuí al desarrollo del método del parto sin dolor. Un hijo feliz de una madre feliz – eso era el ideal de toda mi vida. Pero mi madre estaba siempre ahí – ella misma infeliz, no quería y no podía verme feliz. Se manifestaba de maneras extrañas. Siempre que yo no estaba bien, ella se sentía mejor; cuando yo estaba en buena forma, ella se venía debajo de nuevo, maldiciéndose a sí misma y a mí también. Como si nunca ME perdonara el crimen de haber nacido, ME hacía sentir culpable de estar vivo. «Vives debido a que ME odias. Si ME amas – muérete», era su mensaje constante, aunque silencioso. Y así he pasado mi vida, siéndome ofrecida la muerte en lugar del amor. Prisionero como estaba de mi madre, el niño perenne, no puede desarrollar una relación significativa con ninguna mujer; la imagen de la madre se interponía siempre, despiadada. Busque solaz en mi trabajo y encontré mucho; sin embargo, no podía salir del pozo de la infancia. Finalmente ME volví hacia la búsqueda espiritual y estoy en esta línea firmemente desde hace muchos años. Pero, en cierto modo es la misma vieja búsqueda del amor de la madre, llámelo Dios o Atma o Realidad Suprema. Básicamente, yo quiero amar y ser amado; desgraciadamente las supuestas gentes religiosas están contra la vida y a favor de la mente. Cuando se enfrentan a las necesidades e impulsos de la vida, comienzan a clasificar, abstraer y conceptualizar y entonces hacen la clasificación más importante que la vida misma. Piden concentrarse e impersonalizarse sobre un concepto. En lugar de la espontánea integración a través del amor recomiendan una deliberada y laboriosa concentración sobre una fórmula. ¡Bien sea Dios o Atma, el mí mismo o el otro, viene a ser lo mismo! ¡Algo sobre lo que pensar, no alguien a quien amar! No son teorías y sistemas lo que yo necesito; hay muchos otros igualmente atractivos o plausibles. Necesito un movimiento de corazón, una renovación de la vida, y no una nueva manera de pensar. No hay maneras de pensar nuevas, pero los sentimientos siempre pueden ser frescos. Cuando amo a alguien, medito sobre él espontánea y poderosamente, con un calor y un vigor que mi mente no puede dominar. Las palabras son buenas para dar forma a los sentimientos; las palabras sin sentimiento son como vestidos sin ningún cuerpo dentro – frías y lacias. Esta madre mía – ME drenó de todos mis sentimientos – mis fuentes se han secado. ¿Puedo encontrar aquí la riqueza y abundancia de emociones, que necesito en medida tan amplia como un niño? Maharaj: ¿Dónde está su niñez ahora? ¿Y cuál es su futuro? Ser Feliz, Hacer Feliz es el Ritmo de la Vida

Interlocutor: Durante las tres horas completas que pasé en la oficina de las líneas aéreas estuve practicando la paciencia y el aguante. Ello no aceleró los trámites. Maharaj: ¡Al menos no los retrasó, como su pataleo y griterío ciertamente lo habrían hecho! ¡Usted quiere resultados inmediatos! Aquí no administramos magia. Todo el mundo comete el mismo error: rechazan los medios, pero quieren los fines. Usted quiere paz y armonía en el mundo, pero se niega a tenerlas en usted mismo. Siga mi consejo implícitamente y no será decepcionado. Yo no puedo resolver su problema solo con palabras. Tiene que actuar y perseverar en lo que le digo. No es el consejo justo lo que libera, sino la acción basada en él. Lo mismo que un médico, después de poner una inyección al paciente, le dice: «Ahora, manténgase tranquilo. No haga nada más, solo manténgase tranquilo», así yo le digo: usted ya ha recibido su «inyección», ahora manténgase tranquilo, solo manténgase tranquilo. No tiene nada más que hacer. Mi Gurú hizo lo mismo. ME decía algo y entonces ME aconsejaba: «Ahora manténte tranquilo. No continúes rumiando todo el tiempo. Basta. Sé silencioso». Los Deseos Satisfechos, Engendran más Deseos

Interlocutor: Usted dice que está en un estado atemporal. ¿Significa eso que el pasado y el futuro están abiertos a usted? ¿Se ha encontrado con Vashishta Muni, el Gurú de Rama? Maharaj: La pregunta está en el tiempo y se refiere al tiempo. De nuevo ME está preguntando sobre los contenidos de un sueño. La atemporalidad es más allá de la ilusión del tiempo, no es una extensión en el tiempo. El que se llamaba a sí mismo Vashishta conoció a Vashishta. Yo soy más allá de todos los nombres y formas. Vashishta es un sueño en el sueño de usted. ¿Cómo puedo conocerle? Usted está demasiado interesado en el pasado y el futuro. Todo se debe a su anhelo de continuar, de protegerse a usted mismo contra la extinción. Y como quiere continuar, quiere que otros le acompañen, de aquí su interés en la supervivencia de ellos. Pero lo que usted llama supervivencia no es más que la supervivencia de un sueño. La muerte es preferible. Hay una posibilidad de despertar. Abandone Todo y Usted Gana Todo

Interlocutor: No obstante usted debe conocer el estado del hombre que ha muerto. Al menos por las propias vidas pasadas de usted. Maharaj: Hasta que encontré a mi Gurú, yo sabía muchas cosas. Ahora no sé nada, pues todo conocimiento está solo en el sueño y no es válido. Yo ME conozco a mí mismo y no encuentro ninguna vida ni muerte en mí, solo puro ser – no ser esto o eso, sino solo ser. Pero en el momento en que la mente, sacando su provisión de recuerdos, comienza a imaginar, llena el espacio de objetos y el tiempo de aconteceres. Como yo no conozco ni siquiera este nacimiento, ¿cómo puedo conocer nacimientos pasados? Es la mente la que, ella misma en movimiento, ve todo en movimiento, y habiendo creado el tiempo, se inquieta por el pasado y el futuro. Todo el universo está contenido en la consciencia (maha tattva), la cual surge donde hay orden y armonía perfectos (maha sattva). Como las olas están en el océano, así están todas las cosas físicas y mentales en la presenciación. De aquí que lo más importante es la presenciación misma, no su contenido. Profundice y ensanche su presenciación de usted mismo y fluirán todas las bendiciones. No necesita buscar nada, todo vendrá a usted de la manera más natural y sin esfuerzo. Los cinco sentidos y las cuatro funciones de la mente – memoria, pensamiento, entendimiento y sí mismidad; los cinco elementos – tierra, agua, fuego, aire y éter; los dos aspectos de la creación – materia y espíritu, todos están contenidos en la presenciación. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: Sin embargo, usted debe creer en haber vivido antes. Maharaj: Las escrituras dicen eso, pero yo no sé nada sobre ello. Yo ME conozco a mí mismo como yo soy; como yo aparezco o apareceré no está dentro de mi experiencia. No es que yo no recuerde. Es que no hay nada que recordar. La reencarnación implica un sí mismo que se reencarna. No hay ninguna cosa tal. El paquete de recuerdos y de esperanzas, llamado el «yo», se imagina a sí mismo existiendo perennemente y crea el tiempo para dar acomodo a su falsa eternidad: Para ser, yo no necesito ningún pasado ni ningún futuro. Toda experiencia nace de la imaginación; yo no imagino, de modo que a mí mismo ningún nacimiento ni muerte acontecen. Solo aquellos que se piensan a sí mismos nacidos pueden pensarse a sí mismos renacidos. Usted ME está acusando de haber nacido – ¡yo no ME reconozco culpable! Todo existe en la presenciación y la presenciación ni muere ni renace. Es la realidad inmutable misma. Todo el universo de la experiencia nace con el cuerpo y muere con el cuerpo; tiene su comienzo y su fin en la presenciación, pero la presenciación no conoce ningún comienzo, ni ningún fin. Si lo piensa cuidadosamente y lo medita durante largo tiempo, llegará a ver la luz de la presenciación en toda su claridad y el mundo desaparecerá de su visión. Es como mirar a un bastoncillo de incienso encendido; usted ve el bastoncillo y el humo primero; cuando usted nota el punto ígneo, se da cuenta de que tiene el poder de consumir montañas de bastoncillos y de llenar el universo de humo. Atemporalmente, el sí mismo se actualiza a sí mismo sin agotar sus posibilidades infinitas. En el símil del bastoncillo de incienso, el bastoncillo es el cuerpo y el humo es la mente. Mientras la mente está ocupada con sus contorsiones, no percibe su propia fuente. Entonces viene el Gurú y vuelve su atención hacia la chispa de dentro. Por su naturaleza misma la mente está vuelta hacia fuera; siempre tiende a buscar la fuente de las cosas entre las cosas mismas; el que se le diga a uno que busque la fuente dentro es, de alguna manera, el comienzo de una nueva vida. La presenciación ocupa el lugar de la consciencia; en la consciencia hay el «yo», que es consciente, mientras que la presenciación es indivisa; la presenciación es consciente de sí misma. El «yo soy» es un pensamiento, mientras la presenciación no es un pensamiento; no hay ningún «yo soy consciente» en la presenciación. La consciencia es un atributo, mientras la presenciación no lo es; uno puede ser presenciación de ser consciente, pero no consciente de ser presenciación. Dios es la totalidad de la consciencia, pero la presenciación es más allá de todo – del ser y del no ser. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: ¿Quiere decir que pasa su tiempo repitiendo «yo no soy esto, yo no soy eso»? Maharaj: Por supuesto que no. Solo estoy verbalizando por causa de usted. Por la gracia de mi Gurú ME he dado cuenta de una vez por todas de que yo no soy ni el objeto ni el sujeto, y no necesito recordármelo a mí mismo todo el tiempo. Más allá de la Mente, no hay ningún Sufrimiento

Interlocutor: ¡Usted hace todas estas extraordinarias afirmaciones sobre usted mismo! ¿Qué le hace decir estas cosas? ¿Qué quiere decir cuando dice que usted es más allá del espacio y del tiempo. Maharaj: Usted pregunta y la respuesta viene. Yo ME observo a mí mismo – observo la respuesta y no veo ninguna contradicción. Está claro para mí que le estoy diciendo la verdad. Todo es muy simple. Pero debe confiar en que yo quiero decir lo que digo, en que soy completamente serio. Como ya le he dicho, mi Gurú ME mostró mi verdadera naturaleza – y la verdadera naturaleza del mundo. Habiendo realizado que yo soy uno con el mundo, y sin embargo más allá del mundo, devine libre de todo deseo y temor. No razoné que debía ser libre – ME encontré a mí mismo libre – inesperadamente, sin el menor esfuerzo. Esta liberación del deseo y del temor han permanecido conmigo desde entonces. Otra cosa que noté era que no necesitaba hacer ningún esfuerzo; la obra seguía al pensamiento, sin retraso ni fricción. También encontré que los pensamientos devenían autocumplidos; las cosas se ponían en su sitio llana y exactamente. El principal cambio estaba en la mente; devino sin movimiento y silente, respondiendo rápidamente pero sin perpetuar la respuesta. La espontaneidad devino un modo de vida, lo real devino natural y lo natural devino real. Y, sobre todo, una afección infinita, un amor profundo y sereno, irradiando en todas direcciones, abarcando todo, haciendo todo interesante y bello, significativo y auspicioso. Más allá de la Mente, no hay ningún Sufrimiento

Interlocutor: ¿No es la Gracia del Gurú responsable del deseo y de su cumplimiento? ¿No es el rostro radiante del Gurú el señuelo que nos atrapa y que nos saca de esta ciénaga de aflicción? Maharaj: Es el Gurú Interior (sadguru) el que le lleva al Gurú Exterior, como una madre que lleva a su hijo a un maestro. Confíe en su Gurú y obedézcale, pues es el mensajero de su Sí mismo Real. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Cómo encuentro un Gurú en quien pueda confiar? Maharaj: Su propio corazón se lo dirá. No hay ninguna dificultad en encontrar un Gurú, debido a que el Gurú está buscándole a usted. El Gurú está siempre dispuesto; es usted quien no está dispuesto. Tiene que estar dispuesto a aprender; o, en otro caso, puede encontrar a su Gurú y echar a perder su oportunidad por su inatención y obstinación agudas. Tome mi ejemplo; no había nada en mí que prometiera mucho, pero cuando ME encontré con mi Gurú, le escuché, confié y obedecí. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: Debo esperar al menos que sea un hombre con control de sí mismo y que viva una vida recta. Maharaj: Usted encontrará muchos así – y no serán de ninguna utilidad para usted. Un Gurú puede mostrar la vía de regreso a casa, a su sí mismo real. ¿Qué tiene esto que ver con el carácter, o el temperamento de la persona que él parece ser? ¿No le dice a usted claramente que él no es la persona? El único modo en que puede juzgar es por el cambio en usted mismo cuando está en su compañía. Si se siente más en paz y más feliz, si se comprende a usted mismo con mayor claridad y profundidad que lo habitual, eso significa que ha encontrado al hombre justo. Tómese su tiempo, pero una vez que ha decidido confiar en él, confíe en él absolutamente y siga cada instrucción plena y fielmente. No importa mucho si usted no le acepta como su Gurú y está satisfecho con su compañía. El Satsang solo también puede llevarle a su meta, siempre que sea sin mezcla y sin perturbación. Pero una vez que usted acepta a alguien como su Gurú, escuche, recuerde y obedezca. Entregar el corazón solo a medias es un asunto grave y la causa de mucha aflicción autocreada. La equivocación no es nunca del Gurú; la falta es siempre la estrechez y la malicia del discípulo. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿No echa o descalifica entonces el Gurú al discípulo? Maharaj: ¡No sería un Gurú si lo hiciera! Aguarda su momento y espera hasta que el discípulo, purificado y sobrio, regresa a él con un ánimo más receptivo. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Cuál es el motivo? ¿Por qué el Gurú se toma tantas molestias? Maharaj: La aflicción y el fin de la aflicción. El Gurú ve a las gentes sufriendo en sus sueños y quiere despertarlos. El amor es intolerante con el dolor y el sufrimiento. La paciencia de un Gurú no tiene límites y, por lo tanto, no puede ser derrotada. El Gurú nunca fracasa. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Es mi primer Gurú también el último, o tengo que pasar de un Gurú a otro? Maharaj: El universo entero es su Gurú. Usted aprende de todo, si está alerta y es inteligente. Con solo que su mente estuviera clara y su corazón limpio, aprendería de todo transeúnte. Se debe a que usted es indolente o agitado, por lo que su Sí mismo interior se manifiesta como el Gurú exterior y hace que confíe en él y le obedezca. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Es inevitable un Gurú? Maharaj: Eso es como preguntar «¿Es inevitable una madre?». Para elevarse en la consciencia de una dimensión a otra, usted necesita ayuda. La ayuda puede que no sea siempre en la forma de una persona humana, puede ser una presencia sutil, o una chispa de intuición, pero la ayuda debe venir. Su Sí mismo interior está observando y esperando que el hijo retorne a su padre. En el momento justo, él lo dispone todo con afección y efectividad. Donde se necesita un mensajero o un guía, envía al Gurú a hacer lo necesario. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿No hay ningún fin al descubrimiento de sí mismo? Maharaj: Como no hay ningún comienzo, tampoco hay ningún fin. Pero lo que yo he descubierto por la Gracia de mi Gurú, es que yo no soy nada que pueda ser señalado. Yo no soy un «esto» o un «eso». Esto es absolutamente verdadero. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Es la perfección el destino de todos los seres humanos? Maharaj: De todos los seres vivos – en última instancia. La posibilidad deviene una certeza cuando la noción de la iluminación aparece en la mente. Una vez que un ser vivo ha oído y comprendido que la liberación está dentro de su alcance, jamás lo olvidará, pues es el primer mensaje de su interior. Echará raíces y crecerá y a su debido tiempo tomará la bienaventurada forma del Gurú. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: Pero, es suficientemente real para hacer que nos sometamos y para infligirnos indignidades y atrocidades. Maharaj: La locura es universal. La cordura es rara. Sin embargo hay esperanza, debido a que en el momento en que percibimos nuestra locura, estamos en el camino hacia la cordura. Ésta es la función del Gurú – hacernos ver la locura de nuestra vida diaria. La vida le hace consciente, pero el maestro le hace presenciación. Viva Hechos, no Fantasías

Interlocutor: Recientemente he leído un informe sobre una niña que fue tratada muy cruelmente en su temprana niñez. Fue gravemente mutilada y desfigurada y creció en un orfanato completamente ajena a todo lo que la rodeaba. La pequeña era tranquila y obediente, pero completamente indiferente. Una de las monjas que cuidaba de los niños, estaba convencida de que la niña no era mentalmente retrasada, sino solo retraída y sin respuesta. Se pidió a un joven psicoanalista que se hiciera cargo del caso y durante dos años vio a la niña una vez por semana e intentó romper el muro del aislamiento. La niña era dócil y se comportaba bien, pero no prestaba ninguna atención al médico. Le llevó una casa de juguete, con habitaciones y mueblario y muñecos que representaban al padre, a la madre y a sus hijos. Esto logró una respuesta, la niña se interesó. Un día las viejas heridas revivieron y afloraron a la superficie. Gradualmente la niña se recuperó, un número de operaciones devolvieron a su rostro y a su cuerpo su aspecto normal y ella creció y se hizo una eficiente y atractiva joven. Al doctor le llevó más de cinco años, pero se hizo el trabajo. ¡Él fue un Gurú real! No estableció condiciones ni habló sobre disposición y elegibilidad. Sin fe, sin esperanza, solo con amor, lo intentó una y otra vez. Maharaj: Sí, esa es la naturaleza de un Gurú. Nunca abandonará. Pero, para triunfar, no debe encontrar demasiada resistencia. La duda y la desobediencia necesariamente ocasionan retrasos. Dadas la confianza y la docilidad, puede llevar a cabo un cambio radical en el discípulo rápidamente. Conocimiento profundo en el Gurú y seriedad en el discípulo, ambos son necesarios. Fuera cual fuera su condición, la niña de su historia había sufrido demasiado para no ser seria. Los más difíciles son los intelectuales. Hablan mucho, pero no son serios. Lo que usted llama realización es algo natural. Cuando esté dispuesto, su Gurú estará esperando. La sadhana es sin esfuerzo. Cuando la relación con su maestro es correcta, usted crece. Sobre todo, confíe en él. Él no puede extraviarle. La Materia es la Consciencia misma

Interlocutor: ¿Incluso cuando ME pida que haga algo patentemente dañino? Maharaj: Hágalo. A un sannyasi su Gurú le pidió que se casará. Él obedeció y sufrió amargamente. Pero sus cuatro hijos fueron todos santos y veedores, los más grandes del Maharashtra. Sea feliz con todo lo que le viene de su Gurú y usted crecerá hacia la perfección sin esforzarse. La Materia es la Consciencia misma

Interlocutor: Continuamos con el mantra que nos dio el Gurú. También hicimos alguna meditación. No había mucho que pensar ni que estudiar; solo intentábamos mantenernos serenos. Nosotros estamos en la vía de bhakti y somos más bien pobres en filosofía. No tenemos mucho en lo que pensar – solo confiar en nuestro Gurú y vivir nuestras vidas. Maharaj: La mayoría de los bhaktas confían en su Gurú solo mientras todo les va bien. Cuando vienen los problemas, se sienten abandonados y se van en busca de otro Gurú. La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud

Interlocutor: Sí, nosotros estamos advertidos contra este peligro. Estamos intentando tomar lo duro junto con lo blando. La sensación: «Todo es Gracia» debe ser muy fuerte. Un sadhu estaba caminando hacia el este, desde donde comenzó a soplar un fuerte viento. El sadhu se volvió sobre sus pasos y caminó hacia el oeste. Nosotros esperamos vivir justamente así – ajustándonos a las circunstancias según nos sean enviadas por nuestro Gurú. Maharaj: Hay solamente vida. No hay nadie que viva una vida. La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud

Interlocutor: Soy un contable titulado en retiro y mi esposa se dedica a la labor social con las mujeres pobres. Nuestro hijo acaba de partir para los Estados Unidos y hemos venido para verle partir. Somos punjabis, pero vivimos en Delhi. Tenemos un Gurú de la fe Radha-Soami y valoramos altamente el satsang. Nos sentimos muy afortunados de haber sido traídos aquí. Nos hemos encontrado con muchas personas santas y estamos contentos de encontrarnos con una más. Maharaj: Usted se ha encontrado con muchos anacoretas y ascetas, pero un hombre plenamente realizado consciente de su divinidad (swarupa) es difícil de encontrar. Los santos y los Yogis, mediante esfuerzos y sacrificios inmensos, adquieren muchos poderes milagrosos y pueden hacer mucho bien en cuanto a ayudar a las gentes y a inspirar fe, sin embargo esto no les hace perfectos. No es una vía a la realidad, sino meramente un enriquecimiento de lo falso. Todos los esfuerzos conducen a más esfuerzo; todo lo que se edifica debe ser mantenido, todo lo que se adquiere debe ser protegido contra la decadencia o la pérdida. Todo lo que puede perderse no es realmente propio de uno; y lo que no es suyo propio, ¿de qué utilidad puede ser para usted? En mi mundo nada es provocado, todo acontece por sí mismo. Toda existencia está en el espacio y en el tiempo, es limitada y temporal. El que experimenta la existencia es también limitado y temporal. Yo no estoy interesado ni en «lo que existe» ni en «quien existe». Yo tengo mi estado más allá, donde yo soy ambos y ninguno. Las personas que, después de mucho esfuerzo y penalidades, han cumplido sus ambiciones y se han asegurado niveles de experiencia y de acción más altos, usualmente son agudamente conscientes de su nivel; dividen a las gentes en jerarquías, distribuyéndolas desde el no realizador más bajo al realizador más alto. Para mí todos son iguales. Hay diferencias en la apariencia y la expresión, pero no importan. Lo mismo que la forma de un ornamento de oro no afecta al oro, así la esencia del hombre permanece inafectada. Donde falta este sentido de igualdad, ello significa que la realidad no ha sido tocada. El mero conocimiento no es suficiente; el conocedor debe ser conocido. Los Pandits y los Yogis pueden conocer muchas cosas, ¿pero de qué utilidad es el mero conocimiento cuando no se conoce al sí mismo? Ciertamente, será mal usado. Sin el conocimiento del conocedor no puede haber ninguna paz. Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: ¿Cómo llega uno a conocer al conocedor? Maharaj: Yo solo puedo decirle lo que sé por mi propia experiencia. Cuando ME encontré con mi Gurú, él ME dijo: «Tú no eres lo que crees ser. Encuentra lo que eres. Observa la sensación de “yo soy”, encuentra tu sí mismo real». Yo le obedecí, debido a que confié en él. Hice lo que ME había dicho. Todo mi tiempo libre lo pasaba observándome a mí mismo en silencio. ¡Y qué diferencia supuso eso, y qué pronto! ME llevó solo tres años darme cuenta de mi verdadera naturaleza. Mi Gurú murió poco después de haberle encontrado, pero eso no constituyó ninguna diferencia. Yo recordaba lo que él ME dijo y perseveré. El fruto de ello está aquí, conmigo. Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: Eso no ME dice nada. Maharaj: Debido a que no puede decirse. Usted debe ganar su propia experiencia. Usted está acostumbrado a tratar con cosas, físicas y mentales. Yo no soy una cosa, ni tampoco usted lo es. Nosotros no somos ni materia ni energía, ni cuerpo ni mente. Una vez que tenga un atisbo de su propio ser, no ME encontrará difícil de comprender. Nosotros creemos en muchas cosas solo de oído. Creemos en tierras y gentes remotas, en cielos e infiernos, en dioses y diosas, debido a que así se nos ha dicho. Similarmente, también se nos han dicho cosas sobre nosotros mismos, nuestros padres, nombre, posición, deberes y demás. Jamás nos tomamos la molestia de verificar. La vía a la verdad pasa por la destrucción de lo falso. Para destruir lo falso, debe cuestionar sus creencias más arraigadas. De todas ellas, la idea de que usted es el cuerpo es la peor. Con el cuerpo viene el mundo, con el mundoDios, que se supone que ha creado el mundo, y así comienzan los temores, las religiones, las plegarias, los sacrificios, y toda suerte de sistemas – todos para proteger y sostener al hombre aniñado, asustado por los monstruos de su propia producción. Dése cuenta de que lo que usted es no puede nacer ni morir, y una vez partido el temor todos los sufrimientos acaban. Lo que la mente inventa, la mente lo destruye. Pero lo real no se inventa y no puede ser destruido. Aférrese a eso sobre lo que la mente no tiene ningún poder. Lo que le estoy diciendo no está ni en el pasado ni en el futuro. Tampoco está en la vida diaria tal como fluye en el ahora. Es atemporal y su total atemporalidad es más allá de la mente. Mi Gurú y sus palabras: «Tú eres mí mismo» están atemporalmente conmigo. Al comienzo yo tenía que fijar mi mente en ellas, pero ahora ha devenido natural y fácil. El punto cuando la mente acepta las palabras del Gurú como verdaderas, y vive por ellas espontáneamente y en cada detalle de la vida diaria, es el umbral de la realización. En cierto modo es la salvación por la fe, pero la fe debe ser intensa y duradera. Usted no debe pensar que la fe por sí misma es suficiente. Sin embargo, la fe expresada en la acción es un medio cierto a la realización. De todos los medios es el más efectivo. Hay maestros que rechazan la fe y que confían solo en la razón. En realidad, no es la fe lo que niegan, sino la fe ciega. La fe no es ciega. Es la voluntad de intentarlo. Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: ¿Cómo encuentra uno la fe en un Gurú? Maharaj: Encontrar el Gurú y también la confianza en él es una suerte rara. No acontece a menudo. Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: Krishnamurti dice que el Gurú no se necesita. Maharaj: Alguien debe hablarle sobre la Realidad Suprema y la vía que conduce a ella. Krishnamurti no está haciendo nada más. De una cierta manera tiene razón – la mayoría de los presuntos discípulos no confían en sus Gurús; los desobedecen y finalmente los abandonan. Para tales discípulos habría sido infinitamente mejor que no hubieran tenido ningún Gurú y que hubieran buscado dentro su guía. Encontrar un Gurú vivo es una rara oportunidad y una gran responsabilidad. Uno no debe tratar estas materias a la ligera. Ustedes salen a comprarse el cielo e imaginan que el Gurú se lo suministrará por un precio. Buscan cerrar un negocio ofreciendo poco pero pidiendo mucho. No engañan a nadie excepto a ustedes mismos. Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: A usted su Gurú le dijo que usted es lo Supremo y confió en él y actuó en consecuencia. ¿Qué le dio esta confianza? Maharaj: Digamos que, sencillamente, yo fui razonable. Habría sido necio no confiar en él. ¿Qué interés hubiera podido tener él en extraviarme? Todo lo que le Complace a usted, le Retiene

Interlocutor: Por supuesto, yo sé que yo soy. Pero no sé lo que eso quiere decir. Maharaj: Lo que usted toma por el «yo» en el «yo soy» no es usted. Saber que usted es, es natural; saber lo que usted es, es el resultado de mucha investigación. Tendrá que explorar todo el campo de la consciencia e ir más allá de ella. Para esto debe encontrar el maestro adecuado y crear las condiciones necesarias para el descubrimiento. Hablando generalmente, hay dos caminos: el externo y el interno. O bien vive con alguien que conoce la Verdad y se somete enteramente a su guía e influencia moldeadora, o bien busca el guía interior y sigue a la luz interior dondequiera que le lleve. En ambos casos sus deseos y temores personales deben ser desechados. Usted aprende ya sea por proximidad o ya sea por investigación, la vía pasiva o la vía activa. O bien se deja llevar por el río de la vida y del amor representado por su Gurú, o bien hace sus propios esfuerzos, guiado por su estrella interior. En ambos casos debe avanzar, debe ser serio. Son raras las gentes que tienen la suerte de encontrar a alguien digno de confianza y de amor. La mayoría de ellos deben tomar la vía dura, la vía de la inteligencia y de la comprensión, de la discriminación y del desapego (viveka-vairagya). Ésta es la vía abierta a todos. Toda Búsqueda de Felicidad es Miseria

Interlocutor: ME ocurre que ME encuentro con muchos jóvenes que vienen de occidente y encuentro que hay una diferencia básica cuando los comparo con los indios. Parece que su psique (antahkarana) es diferente. Conceptos como el sí mismo, la Realidad, la mente pura, la consciencia universal, la mente india los comprende fácilmente. Les suenan familiares, les saben dulces. La mente occidental no responde a ellos, o simplemente los rechaza. Concretiza y quiere utilizarlos inmediatamente en el servicio de los valores aceptados. Estos valores son a menudo personales: la salud, el bienestar, la prosperidad; a veces son sociales – una sociedad mejor, una vida más feliz para todos; todos están conectados con problemas mundanales, personales o impersonales. Otra dificultad con la cual uno se tropieza muy a menudo al hablar con los occidentales es que para ellos todo es experiencia – lo mismo que quieren experimentar la comida, la bebida y las mujeres, el arte y los viajes, así también quieren experimentar el Yoga, la realización y la liberación. Para ellos es solo otra experiencia, que se tiene por un precio. Imaginan que tal experiencia puede comprarse y regatean el costo. Cuando un Gurú cotiza demasiado alto, en términos de tiempo y de esfuerzo, se van a otro, que ofrece cómodos plazos, aparentemente muy fáciles, pero rodeados de condiciones irrealizables. ¡Es la vieja historia de no pensar en el mono gris cuando se toma la medicina! En este caso es no pensar en el mundo, «abandonar toda egoismidad», «extinguir todos los deseos», «devenir célibes perfectos», etc. Naturalmente hay un vasto engaño a todos los niveles y los resultados son nulos. Algunos Gurús, agudamente desesperados, abandonan toda disciplina, no prescriben ninguna condición, aconsejan el no esfuerzo, la naturalidad, vivir simplemente en la presenciación pasiva, sin ningún modelo de «debes» y «no debes». Y hay muchos discípulos cuyas experiencias pasadas les han llevado a un disgusto de sí mismos tan grande que ya no quieren ni mirarse. Si no están disgustados, están sumidos en el tedio. Están empachados del conocimiento de sí mismos, quieren algo más. Maharaj: Que no piensen en sí mismos, si ello no les gusta. Que permanezcan con un Gurú, que lo miren, que piensen en él. Pronto experimentarán un tipo de dicha, completamente nueva, jamás experimentada antes, excepto, tal vez, en la infancia. La experiencia es tan inequívocamente nueva, que atraerá su atención y creará interés; una vez que el interés se despierte, la aplicación seguirá por sí misma. La Experiencia no es la Cosa Real

Interlocutor: Es nuestra experiencia repetida que los discípulos hacen mucho daño a sus Gurús. Hacen planes y los llevan a cabo sin considerar los deseos del Gurú. Finalmente, solo hay una preocupación inacabable para el Gurú y amargura para sus discípulos. Maharaj: Sí, tal cosa ocurre. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Quién obliga al Gurú a someterse a estas indignidades? Maharaj: El Gurú es básicamente sin deseo. Ve lo que acontece, pero no siente ningún impulso a interferir. No hace ninguna elección, no toma ninguna decisión. Como presenciador puro, observa lo que está aconteciendo y permanece inafectado. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿No hay ninguna cosa tal como la gracia del Gurú? Maharaj: Su gracia es constante y universal. No se le da a uno y se le niega a otro. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Cómo ME afecta a mí personalmente? Maharaj: Se debe a la gracia del Gurú el que su mente se haya comprometido en la búsqueda de la verdad y es por su gracia como usted la encontrará. Ella trabaja infatigablemente hacia el bien último de usted. Y es para todos. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: Algunos discípulos están dispuestos, maduros, y otros no lo están. ¿No debe el Gurú ejercer la elección y tomar decisiones? Maharaj: El Gurú conoce lo Último y empuja incansablemente al discípulo hacia ello. El discípulo está lleno de obstáculos, que él mismo debe vencer. El Gurú no está muy interesado en las superficialidades de la vida de los discípulos. Es como la gravitación. El fruto debe caer – cuando ya nada lo impide. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: Si el discípulo no conoce la meta, ¿cómo puede distinguir los obstáculos? Maharaj: La meta la muestra el Gurú, los obstáculos son descubiertos por el discípulo. El Gurú no tiene ninguna preferencia, pero aquellos que tienen obstáculos que vencer parecen quedarse rezagados. En realidad el discípulo no es diferente del Gurú. Es el mismo centro de percepción sin dimensiones y el mismo amor en acción. Es solo su imaginación y su autoidentificación con lo imaginado, lo que le encierra y le convierte en una persona. El Gurú se interesa poco en la persona. Su atención está en el observador interno. Es la tarea del observador comprender y eliminar con ello a la persona. Mientras hay gracia por un lado, debe haber dedicación a la tarea por el otro. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Cuáles son los obstáculos? Maharaj: El deseo de lo falso y el temor de lo verdadero. Usted, en tanto que la persona, imagina que el Gurú está interesado en usted como una persona. No hay nada de eso en absoluto. Para él usted es una molestia y un estorbo con el que hay que acabar. De hecho, su propósito es su eliminación como un factor en la consciencia. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Viene la creación antes que la investigación? Maharaj: Primero usted crea un mundo, entonces el «yo soy» deviene una persona, que no es feliz por diversas razones. Sale en busca de la felicidad, encuentra un Gurú que le dice: «Usted no es una persona, descubra quién es usted». Él lo hace y va más allá. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Quién enciende la vela? Maharaj: El Gurú. Sus palabras, su presencia. En la India, muy a menudo es el mantra. Una vez que se enciende la mecha, la llama consumirá la vela. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: ¿Puede devenir la persona presenciadora de sí misma por sí misma? Maharaj: Sí, acontece a veces como resultado de mucho sufrimiento. El Gurú quiere ahorrarle a usted el sufrimiento inacabable. Tal es su gracia. Incluso cuando no hay ningún Gurú exterior conocido, hay siempre el sadguru, el Gurú interior, que dirige y ayuda desde dentro. Las palabras «exterior» e «interior» son relativas solo al cuerpo; en realidad todo es uno, puesto que el exterior es meramente una proyección del interior. La presenciación viene como de una dimensión más alta. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: Antes de que la chispa se encienda y después, ¿cuál es la diferencia? Maharaj: Antes de que la chispa se encienda no hay ningún presenciador para percibir la diferencia. La persona puede ser consciente, pero no presenciadora de ser consciente. Está completamente identificada con lo que piensa y siente y experimenta. La obscuridad que hay en ella es de su propia creación. Cuando la obscuridad es cuestionada, se disuelve. El deseo de cuestionar es plantado por el Gurú. En otras palabras, la diferencia entre la persona y el presenciador es la misma que hay entre no conocerse y conocerse a uno mismo. El mundo visto en la consciencia tiene que ser de la naturaleza de la consciencia, cuando hay armonía (sattva); pero cuando la actividad y la pasividad (rajas y tamas) aparecen, obscurecen y distorsionan y usted ve lo falso como real. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: ¿Qué puede hacer la persona para prepararse para la venida del Gurú. Maharaj: El deseo mismo de estar dispuesto significa que el Gurú ya ha venido y que la llama está encendida. Puede ser una palabra al azar, o la página de un libro; la gracia del Gurú trabaja misteriosamente. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: Otra pregunta: ¿podemos visualizar a la persona y al sí mismo como dos hermanos menor y mayor? El hermano menor es travieso y egoísta, rudo e inquieto, mientras que el hermano mayor es inteligente y bueno, razonable y considerado, libre de la consciencia corporal con sus deseos y temores. El hermano mayor conoce al menor, pero el menor es ignorante del mayor y piensa de sí mismo que él es enteramente por su cuenta. El Gurú viene y dice al hermano menor: «Usted no está solo, usted viene de una familia muy buena, su hermano es un hombre muy notable, sabio y bueno, y le ama a usted muchísimo. Recuérdele, piense en él, encuéntrele, sírvale, y usted devendrá uno con él». Ahora, la pregunta es, ¿hay dos en nosotros, el sí mismo personal y el individual, el falso y el verdadero, o es solo un símil? Maharaj: Es ambos. Parecen ser dos, pero al investigar se encuentran que son uno. La dualidad solo dura mientras no es cuestionada. La trinidad: mente, sí mismo y espíritu (vyakti, ayakta, avyakta), cuando se examina, deviene unidad. Éstos son solo modos de experiencia: de apego, de desapego y de transcendencia. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: La tradición india nos dice que el Gurú es indispensable. ¿Para qué es indispensable? Una madre es indispensable para dar al niño un cuerpo. Pero ella no da el alma. Su papel es limitado. ¿Cómo es con el Gurú? ¿Es su papel limitado también?, y si es así, ¿a qué se limita? ¿O él es indispensable en general, incluso absolutamente? Maharaj: La luz más interior, que brilla apacible y atemporalmente en el corazón, es el Gurú real. Todos los demás solo muestran el camino. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Yo no estoy interesado en el Gurú interior, solamente en el que muestra el camino. Hay gentes que creen que sin un Gurú el Yoga es inaccesible. Están siempre a la búsqueda del Gurú adecuado, cambiando uno por otro. ¿De qué valor son tales Gurús? Maharaj: Son Gurús temporarios, sujetos al tiempo. Usted los encuentra en todos los pasos de la vida. Los necesita para adquirir un conocimiento o un oficio. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Una madre es solo para una vida, comienza con el nacimiento y acaba con la muerte. Ella no es para siempre. Maharaj: Similarmente, el Gurú sujeto al tiempo, no es para siempre. Cumple su cometido y deja su sitio al siguiente. Es completamente natural y no hay ninguna culpa aparejada a ello. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿Para cada tipo de conocimiento, o habilidad, necesito un Gurú separado? Maharaj: No puede haber ninguna regla en estas cuestiones, excepto la regla de que «lo exterior es transitorio, lo más interior – permanente y sin cambio» aunque siempre nuevo en apariencia y acción. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿De quién es el esfuerzo? Maharaj: Del discípulo, por supuesto. El Gurú exterior da las instrucciones, el interior envía la fuerza, la aplicación alerta incumbe al discípulo. Sin voluntad, inteligencia y energía por parte del discípulo el Gurú exterior no puede hacer nada. El Gurú interior pide su oportunidad. La obcecación y las búsquedas erróneas provocan una crisis y el discípulo se despierta a su propia condición. Es sabio el que no espera un choque, que puede ser muy duro. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿Es una amenaza? Maharaj: No es una amenaza, es una advertencia. El Gurú interior no está comprometido con la no violencia. Puede ser muy violento a veces, hasta el punto de destruir la personalidad obcecada o pervertida. El sufrimiento y la muerte, tanto como la vida y la felicidad, son sus herramientas de trabajo. Es solo en la dualidad donde la no violencia deviene la ley unificante. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿Tiene uno que tener miedo de su propio sí mismo? Maharaj: No miedo, pues el sí mismo significa el bien. Pero debe tomarse seriamente. Pide atención y obediencia; cuando no es escuchado, pasa de la persuasión a la compulsión, pues aunque puede esperar, no podrá ser negado. La dificultad no se encuentra en el Gurú, interior o exterior. El Gurú está siempre a disposición. Lo que falta es el discípulo maduro. Cuando una persona no está dispuesta, ¿qué se puede hacer? En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿Puede el Gurú exterior dar la iniciación (diksha)? Maharaj: Puede dar todo tipo de iniciaciones, pero la iniciación a la Realidad debe venir de adentro. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Yo comprendo que el Gurú exterior se necesita para llamar mi atención hacia mí mismo y para la urgente necesidad de hacer algo sobre mí mismo. También comprendo cuan inútil es cuando se llega a algún cambio profundo en mí. Pero aquí usted introduce el sadguru, el Gurú interior, sin comienzo, sin cambio, la raíz del ser, la promesa firme, la meta cierta. ¿Es un concepto o una realidad? Maharaj: Él es la única realidad. Todo lo demás es una sombra, proyectada por el cuerpo-mente (deha-buddhi) sobre la faz del tiempo. Por supuesto, incluso una sombra depende de la realidad, pero en sí misma no es real. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿El Gurú interior también enseña? Maharaj: Él da la convicción de que usted es la realidad-consciencia-amor eterna, sin cambio, dentro y más allá de todas las apariencias. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: La mente es tan absolutamente inquieta. ¿Cuál es la vía para aquietarla? Maharaj: La confianza en el maestro. Tome mi propio caso. Mi Gurú ME ordenó estar atento a la sensación de «yo soy» y no prestar atención a nada más. Yo solo obedecí. No seguí ningún curso particular de respiración o de meditación, o de estudio de las escrituras. Aconteciera lo que aconteciera, yo apartaba mi atención de ello y permanecía con la sensación de «yo soy». Puede parecer demasiado simple, incluso crudo. Mi única razón para hacerlo era que mi Gurú ME dijo que lo hiciera. ¡Sin embargo funcionó! La obediencia es un poderoso disolvente de todos los deseos y temores. Solo apártese de todo lo que ocupa la mente; haga cualquier trabajo que tenga que completar, pero evite las obligaciones nuevas; manténgase vacío, manténgase a disposición, no resista a lo que viene sin ser invitado. Finalmente, usted alcanza un estado de no avidez, de no apego gozoso, de holgura y libertad interior indescriptible, y sin embargo maravillosamente real. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Cuando un buscador de la verdad practica seriamente sus Yogas, ¿le guía y le ayuda su Gurú interior o le deja a sus propios recursos, a la espera del resultado? Maharaj: Todo acontece por sí mismo. Ni el buscador ni el Gurú hacen nada. Las cosas acontecen como acontecen; la culpa o la alabanza vienen más tarde, después de que aparece el sentido de hacedor. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Las palabras del Gurú, cuando solo se escuchan, tienen poco poder. Uno debe tener fe para obedecerlas. ¿Qué crea una tal fe? Maharaj: Cuando llega el momento, llega la fe. Todo llega en su momento. El Gurú está siempre dispuesto a compartir, pero no hay ningún receptor. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: Las palabras deben servir como un puente para cruzar. Maharaj: Las palabras se refieren a un estado de la mente, no a la realidad. El río, las dos orillas, el puente a través – todos éstos están en la mente. Las palabras solo no pueden llevarle a usted más allá de la mente. Debe haber el inmenso anhelo de la verdad, o la fe absoluta en el Gurú. Créame, no hay ninguna meta ni ninguna vía para alcanzarla. Usted es la vía y la meta, no hay nada más que alcanzar excepto usted mismo. Todo lo que necesita es comprender y la comprensión es el florecimiento de la mente. El árbol es perenne, pero la floración y la fructificación vienen en su estación. La estaciones cambian, pero no el árbol. Usted es el árbol. Ha producido innumerables ramas y hojas en el pasado y puede producirlas también en el futuro – sin embargo usted permanece. Debe conocer no lo que fue o lo que será, sino lo que es. El suyo es el deseo que crea el universo. Conozca el mundo como su propia creación y sea libre. Saber que Usted no sabe, es Verdadero Conocimiento

Interlocutor: ¿Se nos permite pedirle que nos cuente la manera de su realización? Maharaj: En cierto modo fue muy simple y muy fácil en mi caso. Mi Gurú, antes de morir, ME dijo: «Créeme, tú eres la Realidad Suprema. No dudes de mis palabras, no dejes de creerme. Te estoy diciendo la verdad – verifícalo». Yo no podía olvidar sus palabras, y no olvidando – he realizado. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Pero qué hizo usted de hecho? Maharaj: Nada especial. Vivía mi vida, atendía a mi comercio, cuidaba de mi familia, y todos los momentos libres los pasaba recordando a mi Gurú y sus palabras. El murió poco después, y yo solo tenía el recuerdo a quien recurrir. Eso fue suficiente. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: Debe haber sido la gracia y el poder de su Gurú. Maharaj: Sus palabras eran verdaderas y así se realizaron. Las palabras verdaderas siempre se realizan. Mi Gurú no hizo nada; sus palabras actuaron debido a que eran verdaderas. Todo lo que yo hacía venía de dentro, sin ser solicitado e inesperado. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿El Gurú comenzó un proceso sin tomar ninguna parte en él? Maharaj: Póngalo como usted quiera. Las cosas acontecen como acontecen – ¿quién puede decir por qué y cómo? Yo no hice nada deliberadamente. Todo vino por sí mismo – el deseo de dejar partir, de estar solo, de ir adentro. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Qué le aconteció entonces? ¿Cómo supo que usted es lo Supremo? Maharaj: Nadie vino a decírmelo. Ni tampoco se ME dijo interiormente. De hecho, fue solo al comienzo, cuando estuve haciendo esfuerzos, cuando pasé por algunas experiencias extrañas; ver luces, oír voces, encontrar dioses y diosas y conversar con ellos. Una vez que el Gurú ME dijo: «Tú eres la Realidad Suprema», dejé de tener visiones y trances y devine muy calmo y simple. ME encontré a mí mismo deseando y sabiendo cada vez menos, hasta que pude decir presa de total estupefacción: «No sé nada, no quiero nada». Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Estaba genuinamente libre del deseo y del conocimiento, o personificaba a un jnani de acuerdo con la imagen dada por su Gurú? Maharaj: No se ME dio ninguna imagen, ni yo tampoco tenía ninguna. Mi Gurú jamás ME dijo lo que tenía que esperar. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: Usted tuvo que hacer su mente clara y quieta antes de poder realizar la verdad. ¿Cómo lo hizo? Maharaj: Yo no hice nada. Solo aconteció. Yo vivía mi vida, atendiendo a las necesidades de mi familia. Tampoco mi Gurú lo hizo. Solo aconteció, como él dijo que acontecería. La Persona, el Presenciador y lo Supremo

Interlocutor: ¡Me deja estupefacto! Maharaj: Así estaba yo. ¿Pero qué hubo ahí para sentirse estupefacto? Las palabras de mi maestro se realizaron. ¿Y qué? Él ME conocía mejor de lo que ME conocía yo mismo, eso es todo. ¿Por qué buscar causas? En el comienzo mismo estuve prestando alguna atención y tiempo a la sensación de «yo soy», pero solo al comienzo. Poco después mi Gurú murió, yo continúe viviendo. Sus palabras se probaron verdaderas. Eso es todo. Es todo un único proceso. Usted tiende a separar las cosas en el tiempo y entonces busca las causas. La Persona, el Presenciador y lo Supremo

Interlocutor: Usted estuvo diciendo el otro día que en la raíz de su realización estuvo la confianza en su Gurú. Él le aseguró que usted era ya la Realidad Absoluta y que no había nada más que hacer. Confió en él y lo dejo así, sin resistencia, sin esfuerzo. Ahora, mi pregunta es: sin la confianza en su Gurú, ¿se habría realizado? Después de todo, lo que usted es, usted lo es, ya sea que su mente confíe o no; ¿obstruye la duda la acción de las palabras del Gurú y las hace inoperantes? Maharaj: Usted lo ha dicho – habrían sido hechas inoperantes – durante un tiempo. El Gurú Verdadero

Interlocutor: ¿Y que le acontecería a la energía, o al poder de las palabras del Gurú? Maharaj: Permanecería latente, no manifestado. Pero toda esta cuestión se basa en un malentendido. El maestro, el discípulo, el amor y la confianza entre ellos, todo esto es un único hecho, no son muchos hechos independientes. Cada uno es una parte del otro. Sin amor y confianza no habría habido ningún Gurú ni ningún discípulo, ni ninguna relación entre ellos. Es como dar a la llave de la luz para encender una bombilla. Se debe a que la bombilla, el cable, la llave, el transformador, las líneas de transmisión y la central eléctrica forman un único todo, por lo que usted puede tener luz. Si faltara alguno de estos factores no habría ninguna luz. Usted no debe separar lo inseparable. Las palabras no crean hechos; o bien los describen o los distorsionan. El hecho es siempre no verbal. El Gurú Verdadero

Interlocutor: Todavía no comprendo; ¿puede la palabra del Gurú quedarse sin cumplir o invariablemente se probará verdadera? Maharaj: Las palabras de un hombre realizado nunca fallan su propósito. Esperan el advenimiento de las condiciones adecuadas, lo cual puede tomar algún tiempo, y esto es natural, pues hay una estación para sembrar y otra estación para cosechar. Pero la palabra de un Gurú es una semilla que no puede perecer. Por supuesto, el Gurú debe ser un Gurú real, que es más allá del cuerpo y de la mente, más allá de la consciencia misma, más allá del espacio y del tiempo, más allá de la dualidad y de la unidad, más allá de la comprensión y de la descripción. Las gentes buenas, que han leído mucho y que tienen mucho que decir, pueden enseñarle muchas cosas útiles, pero no son Gurús reales cuyas palabras invariablemente se realizan. Ellos también pueden decirle que usted es la realidad última misma, ¿pero y qué con eso? El Gurú Verdadero

Interlocutor: No obstante, si por alguna razón acontece que confío en ellos y los obedezco, ¿seré yo el perdedor? Maharaj: Si es capaz de confiar y de obedecer, encontrará pronto su Gurú real, o, más bien, él le encontrará a usted. El Gurú Verdadero

Interlocutor: ¿Todo conocedor del Sí mismo deviene un Gurú o puede uno ser un conocedor de la Realidad sin ser capaz de llevar a otros a ella? Maharaj: Si usted sabe lo que enseña, puede enseñar lo que sabe. Aquí la visión y la maestría son uno. Pero la Realidad Absoluta es más allá de ambos. Los Gurús autoproclamados hablan de madurez y de esfuerzo, de méritos y de logros, de destino y de gracia; todo esto son meras formaciones mentales, proyecciones de una mente adicta. En lugar de ayudar obstruyen. El Gurú Verdadero

Interlocutor: ¿Cómo puedo distinguir a quién seguir y de quién desconfiar? Maharaj: Desconfíe de todo, hasta que esté convencido. El Gurú verdadero nunca le humillará, ni le hará un extraño para usted mismo. Constantemente le hará regresar al hecho de su perfección inherente y le alentará a buscar dentro. Él sabe que usted no necesita nada, ni siquiera a él, y nunca se cansa de recordárselo. Pero el Gurú autoproclamado está más interesado en él mismo que en sus discípulos. El Gurú Verdadero

Interlocutor: Señor, yo soy un humilde buscador, errante de Gurú en Gurú en busca de alivio. Mi mente está enferma, ardiendo de deseo, congelada de miedo. Mis días pasan velozmente, encendidos de dolor, grises de tedio. Mi edad avanza, mi salud declina, mi futuro es obscuro y ME asusta. A este paso viviré en la aflicción y moriré en la desesperación. ¿Hay alguna esperanza para mí? ¿O he venido demasiado tarde? Maharaj: No hay nada malo en usted, pero las ideas que tiene de usted mismo son enteramente erróneas. No es usted quien desea, teme y sufre, sino la persona construida sobre el cimiento de su cuerpo por las circunstancias y las influencias. Usted no es esa persona. Esto debe establecerse claramente en su mente y nunca debe ser perdido de vista. Normalmente, necesita una prolongada sadhana, años de austeridades y de meditación. El Gurú Verdadero

Interlocutor: ¿Está bien cambiar de Gurú? Maharaj: ¿Por qué no cambiar? Los Gurús son como los postes indicadores. Es natural proseguir de uno a otro. Cada uno le dice la dirección y la distancia, mientras que el sadguru, el Gurú eterno, es el camino mismo. Una vez que se da cuenta de que el camino es la meta y de que está siempre en el camino, no para alcanzar una meta, sino para gozar de su belleza y de su sabiduría, la vida deja de ser un trabajo y deviene natural y simple, un éxtasis en sí misma. El Gurú Verdadero

Interlocutor: Usted ha estado diciéndonos que hay muchos Gurús autoproclamados, pero que un Gurú real es muy raro. Hay muchos jnanis que se imaginan a sí mismos realizados, pero todo lo que tienen es conocimiento libresco y una elevado opinión de sí mismos. A veces impresionan, incluso fascinan, atraen discípulos y les hacen perder su tiempo en prácticas inútiles. Después de algunos años, cuando el discípulo hace balance de sí mismo, no encuentra ningún cambio. Cuando se queja a su maestro, recibe el reproche usual de que no lo ha intentado con el suficiente empuje. La culpa se le achaca a la falta de fe y de amor en el corazón del discípulo, mientras que en realidad la culpa es del Gurú, que no ha tenido ningún reparo en aceptar discípulos y suscitar sus esperanzas. ¿Cómo protegerse contra tales «Gurús»? Maharaj: ¿Por qué interesarse tanto en los demás? Cualquiera que sea el Gurú, si es puro de corazón y actúa de buena fe, no hará ningún daño a sus discípulos. Si no hay ningún progreso, la falta está en los discípulos, en su pereza y falta de control de sí mismos. Por otra parte, si el discípulo es serio y se aplica inteligentemente y con celo a su sadhana, no puede no encontrar un maestro más cualificado, que le llevará más lejos. Sus preguntas brotan de tres asumiciones falsas: que uno necesita interesarse por los demás; que uno puede evaluar a los demás y que el progreso del discípulo es la tarea y la responsabilidad de su Gurú. En realidad, el papel de Gurú es solo instruir y alentar; el discípulo es totalmente responsable de sí mismo. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: A nosotros se nos ha dicho que el abandono total al Gurú es suficiente, que el Gurú hará el resto. Maharaj: Por supuesto, cuando hay abandono total, abandono completo de todo interés en el propio pasado, presente y futuro de uno, en la propia seguridad y posición tanto física como espiritual de uno, entonces amanece una vida nueva, llena de amor y de belleza; entonces el Gurú no es importante, pues el discípulo ha roto la concha de la autodefensa. El abandono completo de sí mismo, es por sí mismo la liberación. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Debo seleccionar a mi Gurú correctamente. Maharaj: Sea el hombre adecuado, y el Gurú adecuado ciertamente le encontrará a usted. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Usted no está respondiendo a mi pregunta: ¿Cómo encontrar el Gurú adecuado? Maharaj: Sí he respondido a su pregunta. No busque un Gurú, ni siquiera piense en ello. Haga de su meta su Gurú. Después de todo, el Gurú no es más que un medio hacia un fin, no el fin mismo. Él no es importante, es lo que espera de él lo que es importante para usted. Ahora, ¿qué espera usted? Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Todo esto lo entiendo verbalmente, pero no deviene una parte de mí mismo. Permanece como una imagen en mi mente, una imagen a la que se mira. ¿No es la tarea del Gurú dar vida a la imagen? Maharaj: Nuevamente, es enteramente al revés. La imagen está viva; lo muerto es la mente. Lo mismo que la mente está hecha de palabras y de imágenes, así también lo está todo reflejo en la mente. La mente cubre la realidad con la verbalización y entonces se queja. Usted dice que se necesita un Gurú, para que haga milagros con usted. Solo está jugando con las palabras. El Gurú y el discípulo son una única cosa, como la vela y su llama. A menos que el discípulo sea serio, no puede llamarse un discípulo. A menos que el Gurú sea todo amor y don de sí mismo, no puede llamarse un Gurú. Solo la Realidad engendra la realidad, no lo falso. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: No le comprendo plenamente. Por una parte dice que se necesita un Gurú; por otra – que el Gurú solo puede dar consejo, pero que el esfuerzo es mío. Por favor, dígalo claramente – ¿puede uno realizar el Sí mismo sin un Gurú, o es esencial el encuentro de un Gurú verdadero? Maharaj: Más esencial es el encuentro de un discípulo verdadero. Créame, un discípulo verdadero es muy raro, pues en un instante va más allá de la necesidad de un Gurú, al encontrar su propio sí mismo. No pierda su tiempo intentando averiguar si el consejo que usted recibe proviene solo del conocimiento, o de la experiencia válida. Solo sígalo fielmente. La vida le traerá otro Gurú, si fuera preciso otro. O bien le privará de toda otra guía externa y le dejará a sus propias luces. Es muy importante comprender que es la enseñanza lo que importa, no la persona del Gurú. Usted recibe una carta que le hace reír o llorar. No es el cartero el que lo hace. El Gurú solo le dice la buena noticia sobre su Sí mismo real y le muestra el camino de regreso a él. En cierta manera, el Gurú es su mensajero. Habrá muchos mensajeros, pero el mensaje es solo uno: sea lo que usted es. O, puede ponerlo diferentemente: hasta que se realice a usted mismo, no puede saber quién es su Gurú real. Cuando usted se realiza, encuentra que todos los Gurús que ha tenido han contribuido a su despertar. Su realización es la prueba de que su Gurú era real. Por lo tanto, tómele como él es, haga lo que le dice con seriedad y celo y confíe en que su corazón le advertirá si algo va mal. Si comienzan a surgir dudas, no las combata. Aférrese a lo que es inmutable y deje lo dudoso en paz. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Tengo un Gurú y le amo muchísimo. Pero si él es mi verdadero Gurú, eso no lo sé. Maharaj: Obsérvese a usted mismo. Si se ve cambiar, crecer, eso significa que ha encontrado el hombre adecuado. El puede ser bello o feo, agradable o desagradable, puede halagarle o bronquearle; nada de eso importa excepto el único hecho crucial del crecimiento interior. Si usted no crece, bien, él puede ser su amigo, pero no su Gurú. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Cuando ME encuentro con un europeo con alguna educación y le hablo sobre un Gurú y sus enseñanzas, su reacción es: «ese hombre debe estar loco para enseñar tal insensatez». ¿Qué tengo que decirle? Maharaj: Condúzcale a sí mismo. Muéstrele cuan poco sabe de sí mismo, como toma las más absurdas afirmaciones sobre sí mismo por verdades sacrosantas. Se le ha dicho que él es el cuerpo, que ha nacido, que morirá, que tiene padres, deberes; se le ha enseñado a que le agrade lo que a otros les agrada y a que tema lo que otros temen. Al ser totalmente una criatura de la herencia y de la sociedad, vive de recuerdos y actúa por hábitos. Ignorante de sí mismo y de sus verdaderos intereses, persigue objetivos falsos y está siempre frustrado. Su vida y su muerte no tienen sentido y son penosas, y no parece haber ninguna salida. Dígale entonces que hay una salida fácilmente dentro de su alcance, no una conversión a otro sistema de ideas, sino una liberación de todas las ideas y patrones de vida. No le hable de Gurús y discípulos – esta manera de pensar no es para él. La suya es una vía interior, él está movido por un impulso interior y es guiado por una luz interior. Invítele a rebelarse y responderá. No intente impresionarle con que fulano es un hombre realizado y que puede ser aceptado como Gurú. Mientras él no confíe en sí mismo, no puede confiar en otro. Y la confianza vendrá con la experiencia. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: ¡Cuán extraño! Yo no puedo imaginar la vida sin un Gurú. Maharaj: Es una cuestión de temperamento. Usted también tiene razón. Para usted, cantar las alabanzas de Dios es suficiente. No necesita el deseo de la realización, ni adoptar una sadhana. El nombre de Dios es todo el alimento que necesita. Viva de él. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Hay que considerar dos casos. O bien he encontrado un Gurú, o no lo he encontrado. En cada caso ¿cuál es la cosa adecuada que hay que hacer? Maharaj: Usted nunca está sin un Gurú, pues él está atemporal presente en su corazón. A veces se externaliza y viene a usted como un factor de elevación y de reforma en su vida, una madre, una esposa, un maestro; o bien permanece como un impulso interior hacia la rectitud y la perfección. Todo lo que tiene que hacer es obedecerle y hacer lo que le dice. Lo que el quiere que haga es simple – que aprenda autopresenciación, autocontrol, y autoabandono. Puede parecer arduo, pero es fácil si usted es serio. Y completamente imposible si no lo es. La seriedad es a la vez necesaria y suficiente. Todo se rinde a la seriedad. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: ¿Quiere usted decir que si no emprendo el Yoga, estoy condenado a la extinción? Maharaj: Hay el Gurú que vendrá en su rescate. Mientras tanto conténtese con observar el flujo de su vida; si su observación es profunda y sostenida, siempre vuelta hacia la fuente, se moverá gradualmente corriente arriba hasta que repentinamente devenga ella misma la fuente. Ponga su presenciación a trabajar, no su mente. La mente no es el instrumento adecuado para esta tarea. Lo atemporal solo puede ser alcanzado por lo atemporal. Su cuerpo y su mente están ambos sujetos al tiempo; solo la presenciación es atemporal, incluso en el ahora. En la presenciación usted presencia hechos y la realidad ama los hechos. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia

Interlocutor: Usted confía enteramente en mi presenciación para que se haga cargo de mí, y no en el Gurú y Dios. Maharaj: Dios da el cuerpo y la mente y el Gurú muestra la manera de usarlos. Pero retornar a la fuente es su tarea propia. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia

Interlocutor: ¿Quién es el Gurú y quién es el Gurú supremo? Maharaj: Todo lo que acontece en su consciencia es su Gurú. Y la presenciación pura más allá de la consciencia es el Gurú supremo. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Mi Gurú es Sri Babaji. ¿Cuál es su opinión de él? Maharaj: ¡Qué pregunta para formularla! Al espacio de Bombay se le pregunta cuál es su opinión del espacio de Poona. Los nombres difieren, pero no el espacio. La palabra «Babaji» es meramente una dirección. ¿Quién vive en esa dirección? Usted hace preguntas cuando está afligido. Indague quién está afligiendo y a quién. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: ¿No es el karma lo que causa el renacimiento? Maharaj: Puede cambiar el nombre, pero permanece el hecho. ¿Cuál es la droga que usted llama karma o destino? Ella hizo que creyera que usted es lo que no es. ¿Qué es, y puede usted liberarse de ella? Antes de seguir adelante debe aceptar, al menos como una teoría de trabajo, que usted no es lo que parece ser, que usted está bajo la influencia de una droga. Solo entonces tendrá el empuje y la paciencia para examinar los síntomas y para buscar su causa común. Todo lo que un Gurú puede decirle es: «Mi querido señor, está completamente equivocado sobre usted mismo. Usted no es la persona que piensa que es». No confíe en nadie, ni siquiera en usted mismo. Indague, descubra, elimine y abandone todas las asumiciones hasta que alcance las aguas vivas y la roca de la verdad. Hasta que esté libre de la droga, todas sus religiones y ciencias, plegarias y Yogas no son de ninguna utilidad para usted, pues al estar basadas en un error, lo fortalecen. Pero si permanece con la idea de que usted no es el cuerpo ni la mente, ni tampoco su presenciador, sino enteramente más allá, su mente crecerá en claridad, sus deseos – en pureza, sus acciones – en caridad y esa destilación interior le llevará a otro mundo, un mundo de verdad y de amor sin temor. Resista a sus viejos hábitos de sentir y de pensar, dígase constantemente a usted mismo: «No, así no, no puede ser así; yo no soy así, yo no lo necesito, yo no lo quiero», y ciertamente vendrá un día en que la estructura entera del error y de la desesperación se vendrá abajo y el terreno quedará libre para una nueva vida. Después de todo, debe recordar que todas sus preocupaciones están con usted sólo durante las horas de la vigilia y parcialmente en sus sueños; en el sueño profundo todo se deja de lado y se olvida. Cuan poco importante es su vida de vigilia, incluso para usted mismo, lo muestra el hecho de que con solo acostarse y cerrar los ojos toda ella puede acabar. Cada vez que se va a dormir, lo hace sin la más mínima certeza de despertarse y sin embargo acepta el riesgo. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Hubo un tiempo en que yo estaba sumamente descontento conmigo mismo. Ahora he encontrado a mi Gurú y estoy en paz, después de haberme abandonado completamente a él. Maharaj: Si observa su vida diaria verá que usted no ha abandonado nada. Meramente ha añadido la palabra «abandono» a su vocabulario y ha convertido a su Gurú en una percha para colgar sus problemas. El abandono real significa no hacer nada, a menos de que sea indicado por el Gurú. Por así decir, usted se pone a un lado y deja que su Gurú viva la vida de usted. Usted meramente observa y se maravilla de cuan fácilmente él resuelve los problemas que a usted le parecían insolubles. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: ¿Debo buscar el Gurú o quedarme con quienquiera que haya encontrado? Maharaj: La pregunta misma muestra que todavía no ha encontrado ninguno. Mientras no se haya realizado, irá de Gurú en Gurú, pero cuando se haya encontrado a usted mismo, la búsqueda acabará. Un Gurú es un poste indicador. Cuando usted está de camino, pasa muchos postes indicadores. Cuando ha alcanzado su destino, es el último solo el que ha importado. En realidad todos importaron en su propio tiempo y ninguno importa ya ahora. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Usted parece no dar ninguna importancia al Gurú. Él es meramente un incidente entre otros. Maharaj: Todos los incidentes contribuyen, pero ninguno es crucial. En el camino cada paso le ayuda a alcanzar su destino, y cada uno es tan crucial como los demás, pues debe darse cada paso – usted no puede omitirlo. ¡Si se niega a darlo, entonces se atascará! Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Todo el mundo canta las glorias del Gurú, mientras que usted lo compara con un poste indicador. ¿No necesitamos un Gurú? Maharaj: ¿No necesitamos un poste indicador? Sí y no. Sí, si nosotros no estamos seguros; no, si conocemos nuestro camino. Una vez que estamos seguros de nosotros mismos, el Gurú ya no se necesita, excepto en un sentido técnico. Su mente es un instrumento, después de todo, y debe saber cómo usarla. Lo mismo que a usted se le enseñan los usos de su cuerpo, así también debe saber cómo usar su mente. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Si el culto y las plegarias son inefectivos, ¿por qué usted también hace culto diariamente, con cantos y música, a imagen de su Gurú? Maharaj: Aquellos que quieren hacerlo, que lo hagan. No veo ninguna razón para interferir. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: El otro día vinieron siete jóvenes extranjeros preguntando por un sitio para dormir unas pocas noches. Venían a ver a su Gurú que estaba conferenciando en Bombay. Yo ME encontré con él – es un hombre joven que parece muy agradable – aparentemente muy estricto y eficiente, pero con una atmósfera de paz y de silencio alrededor de él. Su enseñanza es tradicional con énfasis sobre el Karma Yoga, el trabajo no egoísta, el servicio del Gurú, etc. Como la Gita, él dice que el trabajo no egoísta resultará en la salvación. Está lleno de planes ambiciosos: preparar trabajadores que comenzarán centros espirituales en muchos países. Parece que no solo les da la autoridad, sino también el poder para hacer el trabajo en su nombre. Maharaj: Sí, hay una cosa tal como la transmisión de poder. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: Cuando estuve con ellos tuve una extraña sensación de devenir invisible. ¡Los devotos, en su entrega a su Gurú, ME entregaron a mí también! Todo lo que yo hacía para ellos era hecho por su Gurú, y yo no era considerada, excepto como un mero instrumento. Yo era meramente un grifo que se giraba a la derecha o a la izquierda. No había ninguna relación personal, cualquiera que fuera. Intentaron un poco convertirme a su fe; tan pronto como sintieron que había resistencia, ME arrojaron fuera del campo de su atención. Incluso entre ellos mismos no parecían mucho más relacionados; es el interés común en su Gurú lo que les mantiene juntos. Lo encontré más bien frío, casi inhumano. Considerarse uno mismo un instrumento en las manos de Dios es una cosa; negar toda atención y consideración debido a que «todo es Dios» puede conducir a una indiferencia que raya en la crueldad. Después de todo, todas las guerras se hacen «en el nombre de Dios». Toda la historia de la humanidad es una sucesión de «guerras santas». ¡Uno nunca es tan impersonal como en la guerra! Maharaj: Insistir, resistir, están contenidos en la voluntad de ser. Elimine la voluntad de ser, ¿y qué queda? La existencia y la no existencia se refieren a algo en el espacio y en el tiempo; aquí y ahora, allí y entonces, los cuales están nuevamente en la mente. La mente juega un juego de adivinanzas; ella es siempre incierta; presa de ansiedad y de inquietud. Usted se resiente de ser tratado como mero instrumento de algún dios, o Gurú, e insiste en ser tratado como una persona, debido a que no está seguro de su propia existencia y no quiere abandonar el confort y la seguridad de una personalidad. Usted puede no ser lo que cree ser, pero ello le da continuidad, su futuro fluye al presente y deviene el pasado sin sobresaltos. Que le nieguen a uno la existencia personal atemoriza, pero debe hacerlo frente y encontrar su identidad con la totalidad de la vida. Entonces el problema de quién es usado por quién ya no se da. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: ¿Qué se espera que haga cuando devengo un discípulo? Maharaj: Cada maestro tiene su propio método, modelado usualmente sobre las enseñanzas de su propio Gurú y sobre la vía que él mismo ha realizado, y tiene también su propia terminología. Dentro de ese marco se hacen ajustes a la personalidad del discípulo. Al discípulo se le da plena libertad de pensamiento y de indagación, y se le alienta a preguntar a satisfacción de su corazón. Debe estar absolutamente seguro de la posición y de la competencia de su Gurú, de otro modo su fe no será absoluta ni su acción completa. Es lo absoluto en usted lo que le lleva a lo absoluto más allá de usted – verdad absoluta, amor, no egoísmo son los factores decisivos en la realización de sí mismo. Con seriedad pueden alcanzarse. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: Tengo entendido que uno debe abandonar su familia y posesiones para devenir un discípulo. Maharaj: Eso varía con el Gurú. Algunos esperan que sus discípulos maduros devengan ascetas y reclusos; otros alientan la vida y los deberes de familia. La mayoría de ellos consideran la vida de familia un modelo más difícil que la renuncia, conveniente para una personalidad más madura y mejor equilibrada. En las primeras etapas la disciplina de la vida monástica puede ser aconsejable. Por lo tanto, en la cultura hindú se espera que hasta la edad de 25 años los estudiantes vivan como monjes – en pobreza, castidad y obediencia – para darles una posibilidad de construir un carácter capaz de afrontar los trabajos y tentaciones de la vida marital. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: ¿Cómo lo logró usted? Maharaj: Encontré todo en la sagrada presencia de mi Gurú – yo no hice nada por mí mismo. Él ME dijo que estuviera tranquilo – y yo lo hice – tanto como podía. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: Cada Gurú ME remitirá a su propio Gurú. ¿Dónde está el punto de comienzo? Maharaj: Hay un poder en el universo que trabaja por la iluminación – y la liberación. Nosotros lo llamamos Sadashiva, que está siempre presente en los corazones de los hombres. Es el factor unificador. La unidad – libera. La liberación – une. Finalmente, nada es mío ni suyo – todo es nuestro. Sea uno con usted mismo y será uno con todo, estará en casa en todo el universo. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: ¡Pero yo estoy empezando! Al comienzo yo no tenía ninguna fe, ninguna confianza; tenía miedo de dejar que las cosas pasaran. El mundo parecía un lugar muy peligroso e inamistoso. Ahora, al menos puedo hablar de confiar en el Gurú o en Dios. Déjeme crecer. No ME empuje. Déjeme avanzar a mi propio paso. Maharaj: No faltaba más, avance. Pero usted no lo hace. Está anclada todavía en las ideas de hombre y mujer, viejo y joven, vida y muerte. Continúe, vaya más allá. Una cosa reconocida es una cosa transcendida. Abandónese a Su Propio Sí mismo

Interlocutor: Esto es lo que yo llamo abandonarse al Gurú. Maharaj: ¿Por qué exterioriza? Abandónese a su propio sí mismo, del cual todo es una expresión. Abandónese a Su Propio Sí mismo

Interlocutor: Se ME ha dado un libro escrito por un siddha. Describe en él sus múltiples experiencias extrañas, incluso pasmosas. Según él la vía de un sadhaka verdadero acaba con el encuentro de su Gurú y con el abandono a él del cuerpo, la mente y el corazón. En adelante el Gurú se hace cargo y deviene responsable de los menores aconteceres en la vida del discípulo, hasta que los dos devienen uno. Uno puede llamarlo realización a través de la identificación. El discípulo es tomado por un poder que no puede controlar, ni resistir, y se siente tan desvalido como una hoja en medio de la tormenta. La única cosa que le mantiene a salvo de la locura y de la muerte es su fe en el amor y el poder de su Gurú. Maharaj: Cada maestro enseña según su propia experiencia. La experiencia es moldeada por la creencia y la creencia es moldeada por la experiencia. Incluso el Gurú es moldeada por el discípulo de acuerdo a su propia imagen. Es el discípulo el que hace grande al Gurú. Una vez que el Gurú es visto como el agente de un poder que libera, un poder que trabaja a la vez desde dentro y desde fuera, el abandono de todo corazón deviene natural y fácil. Lo mismo que un hombre presa del dolor se pone completamente en las manos de un cirujano, así también el discípulo se confía sin ninguna reserva a su Gurú. Es completamente natural buscar ayuda cuando su necesidad se siente agudamente. Por muy poderoso que sea el Gurú, no debe imponer su voluntad al discípulo. Por otra parte, un discípulo que desconfía y que vacila está condenado a permanecer insatisfecho, sin ninguna culpa de su Gurú. El Placer y la Felicidad

Interlocutor: En el Rigveda se menciona el adhi yoga, el Yoga Primordial, consistente en el «matrimonio de Pragna con Prana», lo cual, como yo lo entiendo, significa la unión de la sabiduría y la vida. ¿Diría usted que significa también la unión de Dharma y Karma, la rectitud y la acción? Maharaj: Sí, siempre que por rectitud entienda la armonía con la verdadera naturaleza de uno y por acción – solo la acción no egoísta y sin deseo. En el adhi yoga la vida misma es el Gurú y la mente – el discípulo. La mente asiste a la vida, no la somete a su dictadura. La vida fluye naturalmente y sin esfuerzo y la mente elimina los obstáculos a su manso flujo. Vaya Más allá de la Idea de «yo soy el cuerpo»

Interlocutor: Visto como el servicio de la vida por la mente, el adhi yoga es una perfecta democracia. Todo el mundo está entregado a vivir una vida con lo mejor de su capacidad y conocimiento, todo el mundo es un discípulo del mismo Gurú. Maharaj: Puede decirlo así. Puede ser así – potencialmente. Pero a menos que la vida sea amada y se confíe en ella, se la siga con vehemencia y celo, sería fantasioso hablar de Yoga, que es un movimiento en la consciencia, presenciación en acción. Vaya Más allá de la Idea de «yo soy el cuerpo»

Interlocutor: Según sus propias palabras, por la gracia de su Gurú, usted cambió radicalmente hace unos cuarenta años. Sin embargo, el mundo permanece como había sido antes. Maharaj: Mi mundo ha cambiado completamente. El suyo permanece el mismo, pues usted no ha cambiado. Acepte la Vida como Viene

Interlocutor: Si tengo una casa grande y suficiente tierra, puedo crear un Ashram, con habitaciones individuales, una sala de meditación común, cantina, biblioteca, despensa, etc. Maharaj: Los Ashrams no se hacen, acontecen. Usted no puede comenzarlos ni impedirlos, lo mismo que no puede comenzar ni detener un río. Hay demasiados factores implicados en la creación de un Ashram cumplido, y su madurez interior es solo uno de ellos. Por supuesto, si es ignorante de su ser real, todo lo que haga se convertirá en cenizas. Usted no puede imitar a un Gurú y salir bien parado. Toda hipocresía acabará en desastre. Acepte la Vida como Viene

Interlocutor: Yo soy americano de nacimiento y durante el pasado año he estado en un Ashram en Madhya Pradesh, estudiando el Yoga en sus múltiples aspectos. Teníamos un maestro cuyo Gurú, un discípulo del gran Sivananda Saraswati, reside en Monghyr. También he estado en Ramanashram. Mientras estaba en Bombay he seguido un curso intensivo de meditación birmana conducido por un tal Goenka. Sin embargo, no he encontrado ninguna paz. Hay una mejora en el autocontrol y en la disciplina cotidiana, pero eso es todo. No puedo decir exactamente qué ha causado qué. He visitado muchos lugares sagrados. Cómo ha actuado cada uno en mí, no puedo decirlo. Maharaj: Los buenos resultados vendrán, más pronto o más tarde. ¿Recibió algunas instrucciones en Sri Ramanashram? Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: Siento que el Gurú de mi propia elección no puede ser mi Gurú real. Para ser real debe venir inesperadamente y ser irresistible. Maharaj: Lo mejor es no anticipar. La manera en que usted responda es decisiva. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: Siento que soy demasiado débil para sostenerme sobre mis propias piernas. Necesito la sagrada compañía de un Gurú y de gentes buenas. La ecuanimidad está más allá de mí. Aceptar lo que viene como viene, ME asusta. Pienso con horror en mi regreso a los Estados Unidos. Maharaj: Regrese y haga el mejor uso de sus oportunidades. Primero obtenga su licenciatura. Siempre puede volver a la India para sus estudios de Cura Natural. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: ¿No hay ninguna manera de saber quién está realizado y quién no lo está? Maharaj: Su única prueba está en usted mismo. Si usted encuentra que se convierte en oro, ello será un signo de que ha tocado la piedra filosofal. Permanezca con la persona y observe lo que le acontece a usted. No pregunte a otros. El hombre de ellos puede no ser el Gurú de usted. Un Gurú puede ser universal en su esencia, pero no en sus expresiones. Puede parecer que es colérico o codicioso o que se preocupa demasiado por su Ashram o su familia, y usted puede ser engañado por las apariencias, mientras que otros no. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: ¿Hay que haberse realizado para vincularse al Sampradaya? Maharaj: El Navnath Sampradaya es solo una tradición, una manera de enseñar y de practicar. No denota un nivel de consciencia. Si acepta a un maestro Navnath Sampradaya como un Gurú, se vincula a su Sampradaya. Usualmente usted recibe una señal de su gracia – una mirada, un toque, o una palabra, a veces un vívido sueño o un vigoroso recuerdo. A veces el único signo de gracia es un cambio rápido y significativo en el carácter y en el comportamiento. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: Yo le conozco desde hace algunos años y ME encuentro con usted regularmente. El pensamiento de usted nunca está lejos de mi mente. ¿Me hace eso pertenecer a su Sampradaya? Maharaj: Su pertenencia es un asunto de su propia sensación y convicción. Al fin y al cabo, todo es verbal y formal. En realidad no hay ni Gurú ni discípulo, ni teoría ni práctica, ni ignorancia ni realización. Todo depende de aquello por lo que usted se toma. Conózcase a usted mismo correctamente. No hay ningún sustituto para el conocimiento de sí mismo. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: Puesto que usted cuenta su linaje espiritual desde el Rishi Dattatreya, ¿estamos acertados al creer que usted y todos sus predecesores son reencarnaciones del Rishi? Maharaj: Puede creer en todo lo que quiera y si actúa con su creencia, obtendrá los frutos de ella; pero para mí ello no tiene ninguna importancia. Yo soy lo que yo soy y esto es suficiente para mí. Yo no tengo ningún deseo de identificarme a mí mismo con nadie, por muy ilustre que sea. Ni tampoco siento la necesidad de tomar mitos por realidades. Yo solo estoy interesado en la ignorancia y en la liberación de la ignorancia. El papel propio de un Gurú es disipar la ignorancia en los corazones y las mentes de sus discípulos. Una vez que el discípulo ha comprendido, la acción de confirmación le corresponde a él. Nadie puede actuar por otro. Y si no actúa correctamente, ello solo significa que no ha comprendido y que el trabajo del Gurú no ha terminado. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: ¿Debe haber también algunos casos desesperados? Maharaj: Ninguno es desesperado. Los obstáculos pueden ser vencidos. Lo que la vida no puede enmendar, la muerte lo acabará, pero el Gurú no puede fracasar. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: ¿Qué le da a usted esa certeza? Maharaj: El Gurú y la realidad interior del hombre son realmente uno y trabajan juntos hacia la misma meta – la redención y salvación de la mente. No pueden fracasar. Con las mismas rocas que les obstruyen ellos construyen sus puentes. La consciencia no es la totalidad del ser – hay otros niveles en los que el hombre es mucho más cooperativo. El Gurú está en casa en todos los niveles y su energía y paciencia son inagotables. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: Yo veo mucho mal en mí mismo. ¿No debo cambiarlo? Maharaj: El mal es la sombra de la inatención. A la luz de la autopresenciación se difuminará y desaparecerá. Toda dependencia de otro es fútil, pues lo que otros pueden dar otros se lo llevarán. Solo lo que es suyo en el comienzo seguirá siendo suyo al final. No acepte ninguna guía excepto del interior, e incluso entonces aparte los recuerdos pues ellos le extraviarán. Incluso si es completamente ignorante de las vías y de los medios, manténgase tranquilo y mire dentro; la guía vendrá con toda seguridad. A usted nunca se le deja sin saber cuál debe ser el siguiente paso. El problema es que puede eludirlo. El Gurú está aquí para alentarle, debido a su experiencia y a su realización. Pero solo lo que descubre a través de su propia presenciación, de su propio esfuerzo, será de utilidad permanente para usted. Recuerde, nada de lo que percibe es suyo. Nada de valor puede venirle de fuera; son solo su propia sensación y su propia comprensión las que son relevantes y reveladoras para usted. Las palabras, oídas o leídas, solo crearán imágenes en su mente, pero usted no es una imagen mental. Usted es el poder de percepción y de acción detrás y más allá de la imagen. La Liberación de la Autoidentificación

Interlocutor: En muchos países del mundo los policías de investigación siguen ciertas prácticas con el propósito de extraer confesiones de su víctima y de cambiar su personalidad también, si es necesario. Mediante una selección calculada de privaciones físicas y morales, y mediante persuasiones, la personalidad vieja es destruida y una personalidad nueva se establece en su lugar. El hombre bajo investigación escucha repetir tantas veces que él es un enemigo del Estado y un traidor a su país, que llega un día en que algo se desmorona en él y comienza a sentir con plena convicción que él es un traidor, un rebelde, enteramente despreciable y merecedor del castigo más severo. Este proceso se conoce como «lavado de cerebro». Estoy sorprendido de que las prácticas religiosas y Yógicas sean muy similares al «lavado de cerebro». La misma privación física y mental, el mismo confinamiento solitario, un poderoso sentido del pecado, desesperación y un deseo de escapar a través de la expiación y de la conversión, adopción de una nueva imagen de uno mismo y la personalización de esa imagen. La misma repetición de fórmulas establecidas: «Dios es bueno, el Gurú (o el partido) sabe, la fe ME salvará». En las pretendidas prácticas Yógicas o religiosas opera el mismo mecanismo. Se hace que la mente se concentre sobre alguna idea particular a exclusión de todas las demás ideas y la concentración se refuerza poderosamente por una disciplina rígida y penosas austeridades. Se paga un alto precio en vida y felicidad y, por consiguiente, lo que se recibe a cambio parece ser de gran importancia. Esta conversión amañada, evidente u oculta, religiosa o política, ética o social, puede parecer genuina y duradera, pero hay una sensación de artificialidad en ella. Maharaj: Está completamente en lo cierto. Al padecer tantas penalidades la mente se disloca e inmoviliza. Su condición se torna precaria; todo lo que emprende, acaba en una esclavitud más profunda. La Comprensión conduce a la Liberación

Interlocutor: El lavador de cerebro ME vuelve loco, y el Gurú ME vuelve cuerdo. La operación es similar. Sin embargo, el motivo y el propósito son totalmente diferentes. Las similitudes son meramente verbales. Maharaj: Invitar, u obligar a sufrir contiene en sí mismo violencia y el fruto de la violencia no puede ser dulce. Hay situaciones en la vida inevitablemente penosas, y debe tomarlas al paso. Hay también situaciones feas que usted ha creado, deliberadamente o por negligencia, y de éstas tiene que aprender el arte de no repetir el mismo error de nuevo. La Comprensión conduce a la Liberación

Interlocutor: Yo no estoy abusando de las palabras. Cuando un Gurú ME pide que medite dieciséis horas al día durante el resto de mi vida, yo no puede hacerlo sin una extrema violencia hacia mí mismo. ¿Está tal Gurú acertado o equivocado? Maharaj: Nadie le obliga a meditar dieciséis horas al día, a menos de que quiera hacerlo. Es solo una manera de decirle: «permanezca con usted mismo, no se pierda entre los demás». El maestro esperará, pero la mente es impaciente. No es el maestro, es la mente la que es violenta y también tiene miedo de su propia violencia. Lo que es de la mente es relativo, es una equivocación convertirlo en un absoluto. La Comprensión conduce a la Liberación