René Guénon
ENVOLTURAS DA ALMA
La forma corporal o grosera ( sthula-sharira ) es la quinta y última envoltura, la que corresponde, para el estado humano, al modo de manifestación más exterior; es la envoltura alimentaria ( annamaya-kosha ), compuesta de los cinco elementos sensibles ( bhutas ), a partir de los cuales se constituyen todos los cuerpos. Se asimilan los elementos combinados recibidos en el alimento ( anna, palabra derivada de la raíz verbal ad, comer )1, secretando las partes más finas, que permanecen en la circulación orgánica, y excretando o rechazando las más groseras, a excepción no obstante de aquellas que se depositan en los huesos. Como resultado de esta asimilación, las substancias terrosas devienen la carne; las substancias acuosas, la sangre; las substancias ígneas, la grasa, la médula y el sistema nervioso ( materia fosforada ); ya que hay substancias corporales en las que predomina la naturaleza de tal o cual elemento, aunque todas estén formadas por la unión de los cinco elementos2.
Todo ser organizado, que reside en una tal forma corporal, posee, a un grado más o menos completo de desarrollo, las once facultades individuales de que hemos hablado precedentemente, y, así como lo hemos visto igualmente, estas facultades se manifiestan en la forma del ser por medio de los once órganos correspondientes ( avayavas, designación que se aplica también por lo demás en el estado sutil, pero solo por analogía con el estado grosero ). Según Sankara3, se distinguen tres clases de seres organizados, según su modo de reproducción: 1, los vivíparos ( jîvaja, o yonija, o también jarâyuja ), como el hombre y los mamíferos; 2, los ovíparos ( ândaja ), como los pájaros, los reptiles, los peces y los insectos; 3, los germiníparos ( udbhijja ), que comprenden a la vez los animales inferiores y los vegetales; los primeros, móviles, nacen principalmente en el agua, mientras que los segundos, que son fijos, nacen habitualmente de la tierra; no obstante, según diversos pasajes del Vêda, el alimento ( anna ), es decir, el vegetal ( oshadi ), procede también del agua, ya que es la lluvia ( Varsha ) la que fertiliza la tierra4.
Ananda Coomaraswamy
Coomaraswamy «LA IDENTIDAD SUPREMA»
La serie en Taittirîya Upanishad II.6 comienza con la esencia vegetativa (anna-maya), (equivalente a los «sentidos» de arriba); más allá de esto está la esencia pneumática (prana-maya), que es nuestra vida (âyus) y Omnivida (sarvâyusha); más allá de ésta la esencia mano-maya, que consiste en los Vedas y la exégesis; más allá de ésta la esencia discriminativa (vijñâna-maya), identificada con la Ley Eterna (rta) y con el Poder o la Gloria (mahas), y que corresponde a buddhi en Katha Upanishad III.10; más allá de ésta la esencia beatífica (ânanda-maya) (estas cuatro últimas modalidades de la esencia se dice que son en la similitud de la «persona» (purusha-vidhah), como en Aitareya Âranyaka III.2.3); y esta está soportada por el Brahman, ya sea como no-ser (asat) o como ser (sat).
Esta raíz es la del latín edere, y también, aunque bajo una forma más alterada, la del inglés eat y la del alemán essen. ↩
Brahma-Sutras, 2 Adhyâya, 4 Pâda, sûtra 21. — Chhândogya Upanishad, 6 Prapâthaka, 5 Kanda, shrutis 1 a 3. ↩
Comentario sobre los Brahma-Sûtras, 3er Adhyâya, 1er Pâda, sûtras 20 a 21. — Cf. Chhandogya Upanishad, 6 Prapâthaka, 3er Khanda, shruti 1; Aitareya Upanishad, 5 Khanda, shruti 3. Este último texto, además de las tres clases de seres vivos que se enumeran en los otros, menciona todavía una cuarta, a saber, los seres nacidos del calor húmedo ( swêdaja ); pero esta clase puede vincularse a la de los germiníparos. ↩
Ver concretamente Chhândogya Upanishad, 1er Prapâthaka, 1er Khanda, shruti 2 : “Los vegetales son la esencia ( rasa ) del agua”; 5 Prapathka, 6 Khanda, shruti 2 y 7 Prapâthaka, 4 Khanda, shruti 2; anna proviene o procede de varsha. — La palabra rasa significa literalmente “sabia”, y se ha visto más atrás que significa también “gusto” o “sabor”; por lo demás, las palabras “sabia” y “sabor” tienen las misma raíz ( sap ), que es al mismo tiempo la de “saber” ( en latín sapere ), en razón de la analogía que existe entre la asimilación nutritiva en el orden corporal y la asimilación cognitiva en los órdenes mental e intelectual. — Es menester destacar todavía que el término anna designa a veces el elemento tierra mismo, que es el último en el orden de desarrollo, y que deriva también del elemento agua que le precede inmediatamente ( Chhândogya Upanishad, 6 Prapâtakha, 2 Khanda, shruti 4 ). ↩