PREFACIO
SISTER NIVEDITA, a quien fue inicialmente confiado el presente trabajo, no necesita ser presentada a los lectores occidentales o indios. Una muy sincera discípula de Swami Vivekananda, que a su vez era un seguidor del gran Rakrisha, ella acercó al estudio de la vida y la literatura indias un completo conocimiento de la educación y la ciencia social occidentales, y un insuperable entusiasmo y devoción a los pueblos e ideales de su país adoptivo. Sus principales trabajos son La Telaraña de la Vida India, casi el único relato de la sociedad hindú escrito en inglés, y Kali la Madre, donde también por primera vez la profunda ternura y terror del culto a la madre hindú son presentados a los lectores occidentales en un modo tal que revela su verdadero significado religioso y social. A través de estos libros Nivedita se convirtió no solamente en un intérprete de India para Europa, sino aún más, en la inspiración de una nueva raza de estudiantes indios, no ya más ansiosos de ser anglificados, sino convencidos de que todo progreso real, siendo distintivo de mera controversia política, debe basarse en ideales nacionales, sobre intenciones ya claramente expresadas en religión y arte.
La muerte prematura de Sister Nivedita en 1911 ha hecho necesario que el presente trabajo fuera completado por otra mano. Las siguientes partes del texto como vienen impresas aquí son debidas a Sister Nivedita: Mitología de las Razas Indoarias (págs. 5-8); págs. 14-20. Introducción al Ramayana; la totalidad del Mahabharata (excepto págs. 126-129); parte de la sección sobre Shiva (págs. 193-196); el comentario sobre Kacha y Devayani (págs. 226-228); y la Historia de Dhruva, Shani, Imágenes de Estrellas, etc. (págs. 250-257). El presente escritor es responsable de todas las demás —algo más de dos tercios del total.
Las ilustraciones son reproducidas a partir de dibujos de acuarelas realizadas especialmente para este libro por artistas indios bajo la supervisión del Abanindro Nath Tagore, C.I.E., viceprincipal de la Escuela de Arte de Calcuta, quien contribuyó personalmente con algunas pinturas.
Las historias tienen así la ventaja, única en la presente serie, de ilustraciones hechas por artistas para quienes éstas han sido familiares desde la niñez, y que están así bien capacitados para sugerir el apropiado ambiente espiritual y material.
Puede ser bueno explicar brevemente el principio sobre el cual estos mitos y leyendas han sido seleccionados y ordenados. Mi objetivo ha sido relatar en una manera lo más cercana posible al original, pero usualmente más condensada, aquellos mitos que son más o menos familiares a todo indio bien educado, entre quienes incluyo a los analfabetos pero, a pesar de ello, campesinos sabios, y a las mujeres cuya sabiduría de los Puranas ha ganado escuchando recitaciones o leyendo, visitando templos (donde las historias están ilustradas en esculturas), o de canciones populares u obras de misterio. Las historias relatadas aquí, sin embargo, incluyen mucho de lo cual un conocimiento es absolutamente esencial para todo extranjero que se propone de alguna manera cooperar con el pueblo indio para que alcance su deseado fin —en ningún sitio más claramente formulado que en la mitología y el arte—. Entre éstos, espero, deben ser incluidos no sólo tales reconocidos amantes de los ideales indios como era la misma Nivedita, sino también sirvientes civiles y misioneros. Los mitos indios aquí contados incluyen casi todos aquellos que son comúnmente ilustrados en la escultura y la pintura india. Finalmente, ellos incluyen mucho de lo que debe ser muy pronto reconocido como perteneciente no sólo a la India, sino al mundo entero; yo siento que esto es por sobre todas las cosas verdad del Ramayana, que es seguramente el mejor cuento de caballerosidad y verdad y amor de criaturas que nunca se haya escrito.
ANANDA K. COOMARASWASMY
ÍNDICE
Prefacio
I La mitología de las razas indo-arias
II El Ramayana
III El Mahabharata relatado en quince episodios
IV Krishna
V Buda
VI Shiva
VII Otras historias de los Puranas, poemas épicos y Vedas
VIII Conclusión