El Atharva Veda ( I, 27 ) ofrece sin error posible un relato condensado de la procesión y del matrimonio de Indrânî. La primera estrofa comienza así: “Sobre la otra orilla ( amûh pârê ) hay tres veces siete víboras ( pridâkvah ) que han abandonado su piel” ( nirjarâyavah )1 . Las pieles desechadas no sirven más que para vendar los ojos de los seres corrompidos que acechan en los caminos, de los malvados ( paripanthinah ) que son hostiles a los principios de la manifestación. La segunda y la tercera estrofas son apotropaicas en el mismo sentido. El lenguaje de la cuarta es ahora fácilmente comprensible: “Haz aparecer los dos pies; haz que surjan al día; lleva ( la ) con Prina ( vahatam prinatah grihân ); deja que Indrâni avance primero, inconquistada, inasequible, hacia el Este”. Aquí, vahatam grihân es una expresión técnica que significa “conducir al novio hacia sí”. Prina es un nombre del Sol, cf. el Shatapatha Brâhmana ( VIII, 7, 2, 1 ), donde el ladrillo “que ocupa el mundo” ( lokamprina ) representa al Sol que “llena los mundos” ( lokam pûrayati ); o de Indra en tanto que Sol, cf. Rg Veda Samhita., IV, 19, 7, donde Indra “llena las tierras incultas” ( aprinak dhanvâni ), o de Agni que “llena los mundos” ( â rajasî aprinat, III, 2, 7; prinakshi rodasi ubhê, X, 140, 2 y passim ).
Las indicaciones aquí reunidas bastan, en cualquier caso, para demostrar que el aspecto masculino de la procesión de las “Serpientes“, que “avanzan reptando” ( ati sarpantê ) y se transforman en los Adityas, como se dice en el Panchavimsha Brahmana ( XXV, 15 ) —lo que confirma las citas extraídas del Rig-Veda– tiene un equivalente femenino. Además del interés ontológico, la conclusión general ofrece una sólida base para la interpretación de numerosas particularidades de la iconografía india2 .
NOTAS
El himno Sarparâjñi es igualmente llamado Mânasa Stotra, o “alabanza mental”, porque sus versos son “recitados mentalmente” ( manasà stuyatê, Taittiriya Samhita., VII, 3, 1, 4, cf. Shatapatha Brahmana, II, 2, 1, 30 ); de donde el nombre de la célebre diosa serpiente bengalí, Manasà Dêvî, que es a la vez Indrânî y la Tierra, y de la que la “Reina Serpiente” de Mathurâ puede ser considerada como la más antigua representación que se conoce.
Igualmente, puede reconocerse a la Reina Serpiente en Sasarparî, “Hija del Sol” y “Virgen lunar” ( pakshyâ; paksha, según Sayana, designa aquí al Sol, pero el sentido usual de “Luna“, como en el Buddhacarita, II, 20, parece más apropiado, y aludiría al origen âsurya de Sasarparî ), “que despliega la nueva Vida” ( navyam âyur dadhâna ), Rg Veda Samhita., III, 53, 15-16, donde Ayus es en el origen Agni, “la sola y única Vida” ( êkâyus, I, 31, 5 ), “la Vida universal” ( vishvâyus, I, 67, 5; IV, 28, 2; VI, 4, 2 ).
agon|combate ↩