Kena Upanixade — Atman
Excertos de citação comentada de René Guénon
Así pues, en Sí mismo, atman no es ni manifestado ( vyakta ), ni no manifestado ( avyakta ), al menos si se considera lo no manifestado solamente como el principio inmediato de lo manifestado ( lo que se refiere al estado de prajna ); sino que Él es a la vez el principio de lo manifestado y de lo no manifestado ( aunque este principio Supremo pueda decirse, por lo demás, también no manifestado en un sentido superior, aunque no sea más que para afirmar con ello Su Inmutabilidad absoluta y la imposibilidad de caracterizarle por ninguna atribución positiva ). “A Él ( al Supremo Brahma, al que atman incondicionado es idéntico ), el ojo no Le alcanza1, ni la palabra, ni la “mente”2; nosotros no Le reconocemos ( como comprehensible por otro que Él mismo ), y es por lo que no sabemos cómo enseñar Su naturaleza ( por una descripción cualquiera ). Es superior a lo que es conocido ( distintivamente, o al Universo manifestado ), y está incluso más allá de lo que no es conocido ( distintivamente, o del Universo no manifestado, uno con el Ser Puro )3; tal es la enseñanza que hemos recibido de los Sabios de antaño. Se debe considerar que Lo que no es manifestado por la palabra ( ni por ninguna otra cosa ), sino Eso por lo que la palabra es manifestada ( así como todas las cosas ), es Brahma ( en Su Infinitud ), y no lo que es considerado ( en tanto que objeto de meditación ) como “esto” ( un ser individual o un mundo manifestado, según que el punto de vista se refiera al “microcosmo” o al “macrocosmo” ) o “eso” ( Ïshwara o el Ser Universal mismo, fuera de toda individualización y de toda manifestación )”4.
Sankara agrega a este pasaje el comentario siguiente: “Un discípulo que ha seguido atentamente la exposición de la naturaleza de Brahma debe ser llevado a pensar que conoce perfectamente a Brahma ( al menos teóricamente ); pero, a pesar de las razones aparentes que puede tener para pensar así, por eso no es menos una opinión errónea. En efecto, la significación bien establecida de todos los textos concernientes al Vêdânta es que el “Sí mismo” de todo ser que posee el Conocimiento es idéntico a Brahma ( puesto que, por este Conocimiento mismo, se realiza la “Identidad Suprema” ). Ahora bien, de toda cosa que es susceptible de devenir un objeto de conocimiento, es posible un conocimiento distinto y definido; pero ello no es así para Lo que no puede devenir un tal objeto. Eso es Brahma, ya que Él es el Conocedor ( total ), y el Conocedor puede conocer las demás cosas ( puesto que las encierra a todas en Su infinita comprehensión, que es idéntica a la Posibilidad Universal ), pero no hacerse a Sí mismo el objeto de Su propio Conocimiento ( ya que, en Su identidad que no resulta de ninguna identificación, no se puede hacer siquiera, como en la condición de prajna, la distinción principial de un sujeto y de un objeto que son sin embargo “el mismo”, y ya que no puede dejar de ser Sí mismo “omniconocedor”, para devenir “omniconocido”, lo que sería otro Sí mismo ), de la misma manera que el fuego puede quemar otras cosas, pero no quemarse a sí mismo, ( puesto que su naturaleza esencial es indivisible, como, analógicamente, Brahma es “sin dualidad” )5. Por otra parte, no puede decirse tampoco que Brahma pueda ser un objeto de conocimiento para otro que Sí mismo, ya que, fuera de Él, no hay nada que sea conocedor ( puesto que todo conocimiento, incluso relativo, no es más que una participación del Conocimiento absoluto y supremo )”6.
Por eso es por lo que se dice en la continuación del texto: “Si piensas que conoces bien ( a Brahma ), lo que conoces de Su naturaleza es en realidad poco; por esta razón, Brahma debe ser considerado aún más atentamente por ti. ( La respuesta es ésta: ) Yo no pienso que Le conozco; con eso quiero decir que no Le conozco bien ( de una manera distinta, como conocería un objeto susceptible de ser descrito o definido ); y sin embargo Le conozco ( según la enseñanza que he recibido concerniente a Su naturaleza ). Quienquiera de entre nosotros que comprende estas palabras ( en su verdadera significación ): “Yo no Le conozco, y sin embargo Le conozco”, ese Le conoce en verdad. Para el que piensa que Brahma es no comprendido ( por una facultad cualquiera ) Brahma es comprendido ( ya que, por el Conocimiento de Brahma, ese ha devenido real y efectivamente idéntico a Brahma mismo ); pero el que piensa que Brahma es comprendido ( por alguna facultad sensible o mental ) no Le conoce. Brahma ( en Sí mismo, en Su incomunicable esencia ) es desconocido para aquellos que Le conocen ( a la manera de un objeto cualquiera de conocimiento, ya sea un ser particular o el Ser Universal ), y es conocido para aquellos que no Le conocen ( como “esto” o “eso” )”7.
NOTAS:
Del mismo modo, el Qorân dice al hablar de Allah: “Las miradas no pueden alcanzar-Le”. — “El principio no es alcanzado ni por la vista ni por el oído” ( Tchoang-tseu, XXII ). ↩
Aquí, el ojo representa las facultades de sensación, y la palabra las facultades de acción; se ha visto más atrás que el manas, por su naturaleza y sus funciones, participa de las unas y de las otras. Brahma no puede ser alcanzado por ninguna facultad individual: no puede ser percibido por los sentidos como los objetos groseros, ni concebido por el pensamiento como los objetos sutiles; Él no puede ser expresado en modo sensible por las palabras, ni en modo ideal por las imágenes mentales. ↩
Cf. el pasaje ya citado de la Bhagavad-Gîtâ, XV, 18, según el cual Paramâtma “rebasa al destructible e incluso al indestructible”; el destructible es el manifestado, y el indestructible es el no manifestado, entendido como acabamos de explicarlo. ↩
Kéna Upanishad, 1er Khanda, shrutis 3 a 5. — Lo que ha sido dicho para la palabra ( vâch ) se repite después sucesivamente en los shrutis 6 a 9, y en términos idénticos, para la “mente” ( manas ), el ojo ( chakshus ), el oído ( shrotra ) y el “soplo vital” ( prana ). ↩
Ver Brihad-Âranyaka Upanishad, 4 Adhyâya, 5 Brâhmana, shruti 14: “¿Cómo el Conocedor ( total ) podría ser conocido?”. ↩
Aquí todavía, podemos establecer una aproximación con esta frase del Tratado de la Unidad ( Risâlatul-Ahadiyah ) de Mohyiddin ibn Arabi: “No hay nada, absolutamente nada que exista excepto Él ( Allah ), pero Él comprende Su propia existencia sin que ( no obstante ) esta comprensión exista de una manera cualquiera”. ↩
Kéna Upanishad, 2 Khanda, shrutis 1 a 3. — He aquí un texto taoísta que es completamente idéntico: “El Infinito ha dicho: yo no conozco el Principio; esta respuesta es profunda; la Inacción ha dicho: yo conozco el Principio; esta respuesta es superficial. El Infinito ha tenido razón al decir que no sabía nada de la esencia del Principio. La Inacción ha podido decir que Le conocía, en cuanto a Sus manifestaciones exteriores… No conocer-Le, es conocer-Le ( en Su esencia ); conocer-Le ( en sus manifestaciones ), es no conocer-Le ( tal cual es en realidad ). ¿Pero cómo comprender eso, que es no conociendo-Le como se Le conoce? — He aquí como dice el Estado Primordial. El Principio no puede ser entendido; lo que se entiende, no es Él. El Principio no puede ser visto; lo que se ve, no es Él. El Principio no puede ser enunciado; lo que se enuncia, no es Él… El Principio, no pudiendo ser imaginado, tampoco puede ser descrito. El que hace preguntas sobre el Principio, y el que las responde, ambos muestran que ignoran lo que es el Principio. Del Principio, no se puede preguntar ni responder lo que Él es” ( Tchoang-tseu, XXII; traducción del P. Wieger, pp. 397-399 ). ↩