Los budistas se refieren a los complejos elementos de la existencia consciente de dos maneras: en primer lugar como nama-rupa, literalmente nombre y forma, es decir “la naturaleza del hombre y la sustancia carnal”; y en segundo lugar como los Cinco concomitantes (khandha, skandha). Aquellos dos o estos cinco comprenden el total de la existencia consciente sin dejar ninguna otra actividad para que sea explicada por medio de un “alma”. La relación entre ambos esquemas se verá en la siguiente tabla:
Factor Mental | Factor Físico |
1. Nama (sinónimos: vinnana, citta, mano, es decir: conciencia, corazón y mente). | rupa |
2. Vedana, sanna, sankhara, vinnana (es decir: sentimiento, percepción, voluntad, etc., y percatación). | rupa |
En ambos casos rupa es el organismo físico (no la “forma” en un sentido filosófico ni estético), la naturaleza carnal; Nama es el nombre o mente; nama y rupa, nombre (meras palabras) y cuerpo son justamente aquellas cosas por las cuales una “persona”, en realidad compleja y variable, parece ser una unidad. En el segundo grupo, que no está tomado como el primero directamente de las Upanishads, se pone mayor acento sobre los varios elementos del factor mental, con el fin juráctico de cerrar cualquier resquicio a la entrada de la idea de una mente o un alma como una unidad inmutable.
Vedana es el “sentimiento”, con un significado hedonístico de agradable, desagradable y neutro, que resulta del contacto con los objetos de los sentidos, y que a su vez produce el tanha, el deseo o el anhelo. Se pone de relieve que “no hay ninguna entidad separada que sienta”, “es sólo el sentimiento el que siente y goza”, y esto “por cierto objeto que está en relación causal con un sentimiento agradable o de otra clase” (Buddhagosha). El pensamiento budista no conoce ningún sujeto sino que concentra su atención sobre el objeto.
Sanna es toda clase de percepción, sensual o mental, es decir, “atención con reconocimiento, expresado éste por medio de la denominación” (Rhys Davids).
Las Sankharas forman un grupo complejo, que incluye a la cetana o voluntad (volición), y una serie de cincuenta y un coeficientes de cualquier estado consciente.
Vinnana es “cualquier actividad de la mente, no importa cuan general o abstracto sea el contenido”.
Debe tenerse en cuenta que los términos rupa y vinnana se usan en un sentido más restringido en la clasificación quíntuple que cuando se los usa para abarcar la totalidad de la existencia consciente. El sistema de los khandha, bastante engorroso, fue reemplazado más adelante por una división en citta, mente, y cetasika, propiedades mentales. Todos los pensadores indios están de acuerdo, por supuesto, en cuanto a la naturaleza material, orgánica de la mente.
Para un estudio serio de la psicología budista el lector debe consultar cualquiera de los dos trabajos de Rhys Davids sobre el tema. Todo lo que necesitamos destacar aquí es el propósito práctico de los budistas al hacer uso de estas clasificaciones. “¿Por qué”, pregunta Buddhagosha, “dijo el Eminente que había cinco Concomitantes, ni más ni menos? Porque éstos no sólo comprenden toda clase de objetos condicionados sino que además no dejan lugar al alma y a lo animís-tico; por otra parte incluyen todas las otras clasificaciones”. Los budistas parecen así admitir que su psicología está expresamente concebida para probar su propio argumento. Tenían, por cierto, mucha razón al acentuar la compleja estructura del yo -un hecho que nos muestra cada vez con mayor claridad la moderna investigación patológica y psíquica-, esta complejidad no toca la cuestión del Atman brahmánico, el cual es “ni así, ni así”.
Esto, entonces, en cuanto al enunciado fundamental de las “Opiniones correctas”.