La doctrina se expone simplemente en Chandogya Upanishad VII.26.1: «La Memoria es del Sí mismo, o Espíritu» (atmatah smarah). Puesto que «el Sí mismo conoce todo» (sarvam atma janite, Maitri Upanishad VI.7), «este Gran Ser es solo una completud de recognición» (vijnanaghana, Brhadaranyaka Upanishad II.4.12), o «una completud de precognición» (prajnana-ghana, Brhadaranyaka Upanishad IV.5.13, cf. Mandukya Upanishad 5). Brahma, el Sí mismo, es «intuitivo de todo» (sarvanubhuh, Brhadaranyaka Upanishad II.2.19) debido a que, como Sankara dice, Él es el «Sí mismo de todo» (sarvatman); Ciertamente, Él es «el solo veedor, oidor, pensador, conocedor y usufructuario en nosotros» (Brhadaranyaka Upanishad III.8.11, IV.5.15; cf. Aitareya Aranyaka III.2.4) y por lo tanto, a causa de Su omnipresencia atemporal, debe ser omnisciente. La Memoria es una participación en la presencia de Quien él mismo jamás «recuerda», a causa de que jamás olvida. «La memoria —como dice Plotino— es para aquellos que han olvidado»1 .
Chandogya Upanishad VII. 13.1 repite y amplía la proposición de Aitareya Aranyaka II.3.5 según se ha citado arriba: «La Memoria (smara) es más que el Espacio (akasha, el medio de la audición). Por consiguiente, aunque muchos hombres estuvieran reunidos, si no están poseídos por la Memoria, ninguno de ellos oirá a nadie, ni pensará (man), ni reconocerá (vijna), pero poseídos por la Memoria, ellos oirán y pensarán y reconocerán. Por la Memoria, ciertamente, uno reconoce (vijanati) a los hijos, reconoce al ganado. Reverencia a la Memoria».
La facultad del alma que recuerda es la Mente (manas = noûs)2 , no distraída por la operación de las facultades de percepción y acción. «Allí, en “sueno profundo clarividente” (svapne) esa divinidad intuye (anubhavati) lo Inconmensurable. Todo lo que ha sido visto (drsíam), lo ve próximamente (anupasyati), todo lo que ha sido oído, lo oye próximamente (anusrunoti). Todo lo que ha sido y no ha sido visto, todo lo que ha sido y no ha sido oído, intuitivamente conocido o no conocido (anubhutam, ananubhutam), bueno o malo (sat, asat)4 , todo lo que ha sido directamente experimentado (pratyanubhutam) en tierra o aire, una y otra vez él lo experimenta directamente; él lo ve todo, él lo ve todo» (Prasna Upanishad IV.5); o, como el Comentador comprende la conclusión, «siendo él mismo el todo, él lo ve todo», en concordancia con el principio de la identidad de conocer y ser enunciado en el verso 11, donde el Comprehensor del Sí mismo «conociendo todo, deviene todo». En el contexto precedente, Sankara interpreta, acertadamente pienso yo, «visto y no visto» como refiriéndose a «lo que ha sido visto en este nacimiento y lo que ha sido visto en otro nacimiento»5 : el significado de esto devendrá más claro cuando tratemos de «jatavedas» y «jatissaro» y si tenemos presente que aunque Sankara habla de nacimientos anteriores, el Senor es para él «el único transmigrante»6 .
El tema de la Memoria se trata en Milinda Panha 78-80. Primeramente se muestra que no es por el pensamiento (citta) sino por la Memoria (sati = smrti) como nosotros recordamos; pues nosotros no estamos sin inteligencia aunque lo que se hizo hace mucho tiempo haya sido olvidado (pamuttham = pramrstam). Entonces se pregunta, «¿Surge (appajjati) siempre la Memoria como un estado de sobre-conocimiento (sabba… abhijananta) o la Memoria es provocada (katumika = krtima)?», y se responde que «La Memoria aparece como un estado de sobre-conocimiento, y es también provocada», es decir, puede ser bien espontánea o bien estimulada artificialmente8 . El rey replica, «Eso equivale a decir que toda Memoria es sobre-conocimiento, nunca provocada». Nagasena puntualiza, «En ese caso, los artesanos no tendrían necesidad alguna de talleres o de escuelas de arte o de ciencia, y los maestros serían inútiles; lo cual no es verdadero». Así pues pregunta el rey, «¿Por cuántas vías surge la Memoria?». Nagasena responde, «Por dieciséis»9 . Estas son en realidad solo dos vías, bien por el sobre-conocimiento sin medios (abhijanato), o bien por la estimulación externa (katumika), siendo completado el total de las dieciséis por una subdivisión de la segunda categoría acordemente a la naturaleza de los medios. La Memoria aparece por sobre-conocimiento simplemente cuando aquellos como Ananda u otros, que son «recordadores de los nacimientos» (jatissara), recuerdan un nacimiento (jatim saranti): aparece por provocación cuando aquellos que son naturalmente dados al olvido (muttha-ssatiko = mrst-)11 son obligados o estimulados a recordar por otra persona (o cosa), por ejemplo, cuando uno reconoce a un pariente por el parecido, o al ganado por sus marcas12 , o cuando lee letras o números, o consulta un libro, o intuitivamente (anubhutato), como cuando uno recuerda lo que ya ha sido visto u oído (sin que eso le sea «recordado»). La memoria, en todo caso, es un poder latente.
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