Mandukya Upanixade — Estado Incondicionado de Atman
Excertos de citação comentada em René Guénon
“Los Sabios piensan que el Cuarto ( Chaturtha )1, que no es conocedor ni de los objetos internos ni de los objetos externos ( de una manera distintiva y analítica ), ni a la vez de los unos y de los otros ( considerados sintéticamente y en principio ), y que no es ( siquiera ) un conjunto sintético de Conocimiento integral, puesto que no es ni conocedor ni no conocedor, es invisible ( adristha, e igualmente no perceptible por ninguna facultad cualquiera que sea ), no actuante ( avyavahârya, en Su inmutable identidad ), incomprehensible ( agrâhya, puesto que comprende todo ), indefinible ( alakshana, puesto que es sin ningún límite ), impensable ( achintya, puesto que no puede ser revestido de ninguna forma ), indescriptible ( avyapadêshya, puesto que no puede ser calificado por ninguna atribución o determinación particular ), la única esencia fundamental ( pratyaya-sâra ) del “Sí mismo” ( atman, presente en todos los estados ), sin ningún rastro de desarrollo de la manifestación ( prapancha-upashama, y por consiguiente absoluta y totalmente libre de las condiciones especiales de cualquier modo de existencia que sea ), plenitud de la Paz y de la Beatitud, sin dualidad: Él es atman ( Él mismo, fuera e independientemente de toda condición ), ( así ) debe ser conocido”2.
Se observará que todo lo que concierne a este estado incondicionado de atman se expresa bajo una forma negativa; y es fácil comprender que ello sea así, ya que, en el lenguaje, toda afirmación directa es forzosamente una afirmación particular y determinada, la afirmación de algo que excluye otra cosa, y que limita así aquello de lo que se puede afirmar3. Toda determinación es una limitación, y por tanto una negación4; por consiguiente, es la negación de una determinación lo que es una verdadera afirmación, y los términos de apariencia negativa que encontramos aquí, son, en su sentido real, eminentemente afirmativos. Por lo demás, la palabra “infinito”, cuya forma es semejante, expresa la negación de todo límite, de suerte que equivale a la afirmación total y absoluta, que comprende o envuelve todas las afirmaciones particulares, pero que no es ninguna de éstas a exclusión de las demás, precisamente porque las implica a todas igualmente y “no distintivamente”; y es así como la Posibilidad Universal comprende absolutamente todas las posibilidades. Todo lo que puede expresarse bajo la forma afirmativa está encerrado necesariamente en el dominio del Ser, puesto que él mismo es la primera afirmación o la primera determinación, aquella de la que proceden todas las demás, del mismo modo que la unidad es el primero de los números y que éstos se derivan todos de ella; pero aquí, estamos en la “no-dualidad”, y ya no en la unidad, o, en otros términos, estamos más allá del Ser, por eso mismo de que estamos más allá de toda determinación, incluso principial5.
Las dos palabras Chaturtha y Turiya tienen el mismo sentido y se aplican idénticamente al mismo estado: Yad vai Chaturtham tat Turîyam, “ciertamente eso que es Chaturtha, eso es Turîya” ( Brihad-Âranyaka Upanishad , 5 Adhyâya, 14 Brâhmana, shruti 3 ). ↩
Es por la misma razón que este estado se designa simplemente como el “Cuarto”, porque no puede ser caracterizado de ninguna manera; pero esta explicación, no obstante evidente, ha escapado a los orientalistas, y podemos citar a este propósito un curioso ejemplo de su incomprehensión: M. Oltramare se ha imaginado que este nombre de “Cuarto” indicaba que no se trataba más que de una construcción “lógica”, y eso porque le ha recordado “la cuarta dimensión de los matemáticos”; he aquí una aproximación al menos inesperada, y que sería sin duda difícil de justificar seriamente. ↩
Spinoza mismo lo ha reconocido expresamente: Onmis determinatio negatio est; pero apenas hay necesidad de decir que la aplicación que hace de ello recordaría más bien la indeterminación de Prakriti que la de atman en su estado incondicionado. ↩
Aquí nos colocamos en el punto de vista puramente metafísico, pero debemos agregar que estas consideraciones pueden tener también una aplicación desde el punto de vista teológico; aunque éste último se mantiene ordinariamente en los límites del Ser, algunos reconocen que únicamente la “teología negativa” es rigurosa, es decir, que solo los atributos de forma negativa son los que convienen verdaderamente a Dios. — Ver San Dionisio el Areopaguita, Tratado de la Teología Mística, cuyos dos últimos capítulos se aproximan de una manera destacable, incluso en la expresión, al texto que acaba de ser citado. ↩