Coomaraswamy (Medidas) – Agnis Tejas

Consideremos ahora la doctrina india de las «Medidas del Fuego». Uso mayúsculas aquí y en los muchos contextos donde es al Dios, y no al fenómeno natural en el cual Él se manifiesta, a quien se hace referencia1 . Debemos explicar primero que, si bien el sánscrito agni es literalmente ignis, «fuego», la palabra tejas, que tendremos que citar repetidamente, es, hablando estrictamente, no tanto el fuego mismo como una cualidad esencial, o la cualidad más esencial del «fuego», ya sea como deidad o ya sea como fenómeno natural. Tejas (√ tij, ser agudo, cf. stizo, stigma, di-stinguo, in-stig-o, hender, clavar, coser), está, tan cerca como es posible, de lo que Jacob Boehme llama la «agudeza de la llamarada del fuego» (Three Principles XIV.69). En Rg Veda Samhita VI.3.5, se dice de Agni que afila su tejas como una punta de hierro. El adjetivo correspondiente tigma comúnmente califica a socis, «llama», y Agni mismo es tigma-socis, «de llama aguda». Sin embargo, la palabra tejas se traduce usual y acertadamente por «fuego»2 o «energía ígnea», donde la cualidad esencial corresponde a la esencia y el acto característico al agente; de la misma manera que la Ráfaga (vayu) del Espíritu (atman) no es nada sino el Espíritu mismo en los términos de su actividad característica. Al mismo tiempo debe comprenderse que ni agni ni tejas implican un calor que haya de distinguirse de una luz; tejas, por ejemplo, no es meramente una «agudeza» sino también una «brillantez» como de relámpago, de aquí la correlación «Fuego y lo que puede ser iluminado» (tejas ca vidyotayitavyam ca, Prasna Upanishad IV.83 ). En el Fr. 77 Heráclito mismo substituye phaos por el pyr del Fr. 20, permaneciendo los verbos sin cambiar. Puesto que hemos hecho de él nuestro punto de partida, y puesto que sería engorroso repetir la «agudeza de la llamarada del fuego» de Boehme, nos adheriremos a la traducción acostumbrada de tejas por «fuego» o «Fuego».

Ahora, «Del Fuego (tejas) que está oculto dentro del Cielo4 , es solo una pequena medida (amsa-matram) lo que (luce) en medio del Sol, en el ojo y en el fuego. Ese (Fuego) es Brahma, Inmortal5 … Es solo una pequena medida (amsa-matram) de ese Fuego lo que es la ambrosía (amrtam) en medio del Sol, cuyos brotes pujantes (apayankurah) son Soma y los Soplos» (Prana, Maitri Upanishad VI.35)6 . Y así, ciertamente, «como las chispas se dispersan en todas las direcciones desde un fuego resplandeciente, así desde este Espíritu Presciente (prajnatman, el Sí mismo solar y último) los Soplos y otras substancias se dispersan a sus estaciones» (Brhadaranyaka Upanishad II.1.3, Kausitaki Upanishad III.3, IV.20, Mundaka Upanishad II.1.1, Maitri Upanishad VI.26, 31, con pequenas variantes), y es desde este punto de vista como Brahma se compara a una «rueda ígnea centelleante» (Maitri Upanishad VI.24). «Estos poderes funcionales (indriyani = Prana) son del Espíritu (atmakani), es el Espíritu (atman) el que procede (en ellos) y el que los controla» (Maitri Upanishad VI.31)7 ; ellos son los rayos o riendas8 (rasmayah) solares por los que el Único Veedor y Pensador ve, oye, piensa y come dentro de nosotros (Maitri Upanishad II.6, VI.31, Brhadaranyaka Upanishad III.7.23, Jaiminiya Upanishad Brahmana I.29, 30, etc.), siendo él, por consiguiente, el «Único Transmigrante» (Samsarin) (Brahma Sutra Bhasya 1.1.5). Así estos poderes activos del habla, visión, pensamiento, etc. «son solamente los nombres de Sus actos», los nombres de las fuerzas que Él extiende y después absorbe (Brhadaranyaka Upanishad I.4.7, I.5.21, I.6.3, etc.). En su operación en nosotros mismos todos estos Soplos o Vidas actúan juntos, de modo que nosotros somos capaces de concebir, ver, oír y pensar uno y el mismo objeto simultáneamente (Kausitaki Upanishad III.2; cf. I Corintios 12:14 sigs.).

Él mismo, el Espíritu (atman), Brahma, Prajapati, el Inmortal, que en nosotros asume las apariencias (rupani) del habla, la visión, la mente, etc. (puesto que estos, como lo hemos visto, son los nombres de Sus actos, no de los «nuestros»), es «de la substancia del fuego» (tejo-mayam, Brhadaranyaka Upanishad II.5.1-15); él «se divide a sí mismo» (atmanam vibhajya) para vivificar a sus hijos (Maitri Upanishad II.6), permaneciendo él mismo «indiviso en las divisiones» (Bhagavad Gita XVIII.20)9 . El acto de «creación», o más bien de «expresión» (srstih), se concibe típicamente como una «determinación» o «medición» (nirmanam)10 , en la que el Medidor, que es él mismo la medida de todas las cosas, permanece «inmedido entre lo medido» (Atharva Veda Samhita X.7.39). De esto se sigue que Sus divisiones, las antedichas facultades (o «inteligencias», jnanani, Katha Upanishad VI. 10, Maitri Upanishad VI.30; prajna-matrah, Kausitaki Upanishad III.8; buddhindriyani, Maitri Upanishad II.6)11 deben ser «Medidas (matrah)12 del Fuego». De hecho, estas hipóstasis activas del Espíritu aparecen mencionadas efectivamente como «Fuegos» (agnayah, Satapatha Brahmana X.3.3.1 sigs.), como los «Fuegos de los Soplos» (pranagnayah, Prasna Upanishad IV.3) y como «Medidas del Fuego» (tejo-matrah, Brhadaranyaka Upanishad IV.4.1, Prasna Upanishad IV. 8).

[AKCMeta]

NOTAS

1 La designación habitual de las filosofías antiguas griega e india como «naturalistas» es una traición de la verdad (la «física» en griego no tenía este significado). Un «desarrollo» filosófico desde el naturalismo a la abstracción, coincidente con un desarrollo estético desde la abstracción al naturalismo, habría sido verdaderamente extrano. Somos nosotros, para quienes «un conocimiento que no sea empírico carece de significado», quienes no sabemos distinguir entre el símbolo natural adecuado y su referencia, nosotros quienes vemos el dedo que senala en vez de la luna misma.
2 Cf. J. Ph. Vogel, «Het Sanskrit Woord Tejas (= Gloed, Vuur) in de Beteekenis van Magische kracht», Med. d.k.ak.v. Wetenschappen, afd. Letterkunde, Deel 70, Serie B, N° 4 (1930).
3 «Es en tanto que el Soplo (prana) como Agni brilla» (dipyate, Jaiminiya Upanishad Brahmana IV.12.6); «Yo soy la incandescencia en lo que es luminoso (tejas… vibhava vasau)… el esplendor de lo esplendoroso» (tejas tejasvinam, Bhagavad Gita VII.9, 10). (Agni es el tejas con el que ellos mataron a Vrtra (Satapatha Brahmana II.5.4.3, 8), Agni es el tejas del Sacrificio (Satapatha Brahmana V.3.5.7-8) y el inmortal en lo mortal (Atharva Veda SamhitaXII.2.33).)
4 Es decir, es hyperouranios (cf. Platón, Fedro 247C); más allá del cielo (uttaram divah, Atharva Veda Samhita X.7.3; parena divam, Aitareya Upanishad I.2; pare-ardhe, Rg Veda Samhita I.164.10); en el paraíso Empíreo en tanto que distinguido del paraíso celestial u Olímpico.
5 El Brahma ígneo (tejomayam), el inmortal, el Espíritu (atman) de Brhadaranyaka Upanishad II.5.1 sigs.; (cf. Coomaraswamy, «El Beso del Sol», esp. nota 15.)

6Los poderes funcionales se llaman Espiraciones, Vidas o Soplos debido a la Espiración, Vida o Soplo central del que ellos son participaciones y del cual dependen (Brhadaranyaka Upanishad I.5.21, Chandogya Upanishad V.1.15); y «energías de Indra» (indriyani) con referencia a Indra, identificado con el Soplo central; y por otros nombres, por ejemplo, «Seres Elementales» (bhutani) con referencia al «Gran Ser» (mahabhutah) del que brota su ser. Por consiguiente, el Ego pasible o «Sí mismo Elemental» (bhutatman, Maitri Upanishad III.2) es una «hueste de seres» (bhutagana, Maitri Upanishad III.3) y, de hecho, es la «hueste de los Maruts» (marudgana), pues los «Maruts son los Soplos» (Aitareya Brahmana III.16), como también son «Fuegos» (agnayah, Rg Veda Samhita III.26.4). La verdadera relación de estos Soplos o Tempestades (nuestras «tempestuosas pasiones») con su Cabeza es la de súbditos con su rey, leales hasta la muerte; pero si se les permite correr sin freno en persecución de sus objetos naturales, para servirse a sí mismos y no a su rey, entonces «nosotros» somos distraídos por este cuerpo de Ângeles caídos dentro de nosotros. La integración de sí mismo es una cuestión de orientación. Es decir, brevemente, «psicología india».

La asimilación de los Soplos a los brotes (del Soma), implícita en nuestro texto, es de gran significación para la exégesis del Sacrificio de Soma, pero necesita más espacio que el que puede serle dedicado aquí.

Los Comentadores leen apyayankurah y enmiendan apyankurah, es decir, api ankurah. A fin de evitar toda enmienda hemos asumido leer apyayankurah, es decir, apyai-ankurah, lo cual no es imposible y da un significado apropiado; cf. Satapatha Brahmana VII.3.1.45 (y Aitareya Aranyaka I.4.1).

7 («En mi tomo primero a Agni» (Taittiriya Samhita V.7.9); «que los fuegos de los hogares sagrados (atma) oficien de nuevo solo aquí en sus respectivas estaciones (yathasthama)» (Atharva Veda Samhita VII.67). Indriyagnayah son los sentidos sacrificados en el fuego de la contención, es decir, tesu paroksam juhoti, el Agnihotra Interno del individuo (Bhagavad Gita IV.26, 27); «cuando el Comprehensor controla la mente y el Soplo ha puesto los objetos de los sentidos en su sitio» (Maitri Upanishad VI.19); también, «consumidos los fuegos (tejas) de los sentidos. sólo Tú eres el carro, la danza y el canto» (Katha Upanishad I.26).)
8 Aquí está implícita la metáfora del carro, común a Platón y a nuestras fuentes indias. En Maitri Upanishad II.6, Prajapati es el conductor del vehículo corporal y controla los caballos (los poderes sensitivos) con los «rayos» o «riendas» (rasmayah) que extiende desde su estación en el corazón hasta los objetos de la percepción sensible; cf. Platón, Leyes 898c, psyche men estin he periagousa hemin panta, y Hermes, Lib. X.22, kai tou men theou kathaper aktines ai energeiai, y XVI.7, eisi de kai eniai (eautou aktines)».
10 Cf. Coomaraswamy, Nirmana-kaya, 1938, citando Rg Veda Samhita III.29.11, etc., donde Agni es «medido».
11 Los Soplos, en tanto que «Inteligencias», son los «dioses dentro de vosotros» de Jaiminiya Upanishad Brahmana 1.14.1, 2, y los «ángeles» de la teología cristiana; su Duque (netr), rex angelorum, devanam raja, es Indra (Vayu).
12 Matra (como metron) es etimológicamente «materia», no en el sentido de «eso que es sólido» sino en el sentido propio de «eso que es cuantitativo» y tiene una posición en el mundo (loka-locus). Todo lo que está así en el mundo puede ser nombrado y percibido nama-rupa y es accesible a una ciencia física y estadística; siendo lo inmensurable el dominio propio de la metafísica.

Ananda Coomaraswamy