Coomaraswamy (Meta:notas) – sou nada, Deus é tudo

De la misma manera, la famosa oda XXXI de Shams-i-Tabriz (Rumi, Diwan), «Yo no me conozco a mí mismo; yo no soy de Adán ni de Eva.; mi lugar es el Sin-lugar, mi rastro es el Sin-rastro; ni cuerpo ni vida, puesto que yo soy de la vida del Amado» (na tan nasad na jan nasad, ki man az jan janan-am). Nicholson comenta: «”yo soy nada” significa “Dios es todo”». Desde el punto de vista indio, el «Amado» es, por supuesto, «el Espíritu, que es también la propia esencia espiritual de uno» —«Para el que ha llegado, no hay nada más querido que el Espíritu» o «que el Sí mismo» (na piyataram attana, Samyutta Nikaya I.75; cf. Brhadaranyaka Upanishad I.4.8, tad etat preyah putrat. yad ayam atma. atmanam eva priyam upasita; Brhadaranyaka Upanishad II.4; Brhadaranyaka Upanishad IV.5; Chandogya Upanishad VII.25; (Mundaka Upanishad II.2.1 sig.); etc.). Con «sin rastro» comparar Dhammapada 179, tam buddham anantagocaram padam, kena padena nessatha, «¿A ese Buddha, cuya pradera es sin fin, el sin-pies (o sin rastro), por cuál rastro puedes encontrarle?» (Esto es complementario a la doctrina usual de los vestigium pedis, según la cual el Buddha inteligible (o Agni) puede ser rastreado por sus huellas, pada o padani). Cf. Coomaraswamy, «Elementos de iconografía budista», 1935, nn. 145 sig. «Un Tathagata, digo, está realmente (dhamme) más allá de nuestro alcance» (ananuvejjo, Majjhima Nikaya I.140 (similarmente anupalabbhi yamano, Samyutta Nikaya III.112)); y de la misma manera, de los Arhats «no hay ninguna demostración» (vattam tesam natthipannapanaya, Samyutta Nikaya 141): «Ni los dioses ni los hombres pueden ver-Le» (tam ce hi nadakkhum, Samyutta Nikaya I.23). Esto último se habla en la presencia física del Buddha y corresponde al texto bien conocido del Vajracchedika Sutra, «Aquellos que me ven en el cuerpo (rupena) o piensan de mí en palabras, no me ven en absoluto, su modo de pensamiento está errado; Los Bienaventurados solo han de ser vistos en el Cuerpo de la Ley, el Buddha sólo puede ser comprendido rectamente como el principio de la Ley, ciertamente no por ningún medio». Cf. Santo Tomás de Aquino, «Por lo tanto, si alguien viendo a Dios concibe algo en su mente, esto no es Dios, sino uno de los efectos de Dios» (Summa Theologica III.92.1 ad 4); «Nosotros no tenemos ningún medio para considerar lo que Dios es, sino más bien como Él no es» (I.3.1). (Cf. Hermes, Lib. XIII.3, ouk ophthalmois toioutois theoroumai, «El hombre nuevo, siendo incorporal, solo puede ser visto con “los ojos de la mente”». Cf. Jaiminiya Upanishad Brahmana IV.19 y La Doctrina de los Sufís, A. J. Arberry, tr. (Cambridge, 1935), p. 34).

Ananda Coomaraswamy