Schuon — referências aos termos gnose, gnosis, gnosticismo
Em busca dos traços da religião perene
gnosis
Aunque el ascetismo no coincida en absoluto por su propia naturaleza con el esoterismo, hay que decir, en el caso del Islam y teniendo en cuenta las intenciones profundas, que la incompatibilidad entre el legalismo religioso y el ascetismo sufí no es otra, en el fondo, que la que ha opuesto siempre y en todas partes la religión común a la dimensión iniciática. Esta incompatibilidad, debida a la diferencia de los niveles y las finalidades, va ciertamente a la par con una compatibilidad compensatoria —fundada ésta en la identidad del simbolismo tradicional y de las tendencias psicológicas y morales—, pero no por ello es menos inevitable por el hecho de que entre la forma y la esencia no sólo hay analogía y continuidad, sino también oposición y discontinuidad61. Desde el punto de vista de la religión musulmana, el ascetismo no tiene sentido, salvo en la forma legal que sabiamente lo canaliza y lo delimita, ya sea por las diversas prohibiciones —alimentarias y sexuales sobre todo62—, o por el ayuno anual del Ramadán; desde el punto de vista del Sufismo, por el contrario, o bien las prácticas exteriores son secundarias —es la perspectiva interiorizante de la gnosis, la cual, por lo demás, se afirma raramente—, o bien son elementos de ascesis que es bueno multiplicar y ampliar, e incluso exagerar, como lo quiere el Sufismo medio. Paralelamente al ascetismo, hay la profundización de las virtudes que se considera que éste opera y que en realidad no depende forzosamente de él; esta profundización puede, según los casos, bien afinar las cualidades morales, bien abrir el corazón a las luces inmanentes. 247 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
El esoterismo contiene tres dimensiones desiguales que se combinan en diferentes grados, según los niveles y temperamentos, a saber: en primer lugar, la dimensión ascética, la que el Sufismo reivindica precisamente y en la que parece reconocer-se; en segundo lugar, la dimensión invocatoria, que engloba todo lo que el Sufismo entiende por Dhikr, «Recuerdo (de Dios)»; y en tercer lugar, la dimensión intelectiva, que comprende las verdades metafísicas y exige el discernimiento, la meditación y la contemplación. Ahora bien, la acentuación abusiva de la primera dimensión trae consigo el debilitamiento de la tercera, e inversamente, pero sin que haya simetría; pues en el segundo caso la dimensión ascética no está privada de sus cualidades, simplemente se vuelve superflua —en cierto grado— por los resultados concretos de la gnosis, como la perspectiva de «temor», la makhâfah, se vuelve forzosamente más transparente y más serena por los efectos de la perspectiva de «conocimiento» de ma’rifah. 252 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
La dimensión intermedia, que podríamos calificar de «sacramental» a causa del uso que hace de Fórmulas sagradas y de Nombres divinos, es por así decirlo neutra: en ella las otras dos dimensiones —«periférica» la primera y «central» la tercera— se encuentran y se combinan. La tercera dimensión trasciende la religión exterior por una parte por la doctrina, que se basa en las ideas de «Unidad absoluta» (Wahdâniyah) o de «Esencia» (Dhât) —de «Sobre-Ser» si se quiere, en el sentido de Paramâtmâ—, de «Velo» (Hijâb) en el sentido de maya, y por último de «Unión» (Ittihâd) en el sentido de moksha; por otra parte, esta dimensión de gnosis va más allá de la religión común por su finalidad particular —la que expresa precisamente el término de Ittihâd—, que trasciende la sola búsqueda de la salvación elemental. De dónde ciertas expresiones paradójicas tales como el desprecio del Paraíso, que no hay que tomar al pie de la letra, pues la Unión suprema no excluye en todos los sentidos el Paraíso de las huríes, como tampoco en el Avatara la naturaleza divina excluye la naturaleza humana, 253 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
Como lo prueba por una parte el testimonio de la Historia y por otra el hecho de la gran difusión de las cofradías, hay un esoterismo que se predica; sólo la gnosis íntegra no se predica. El Cristianismo primitivo, que era un esoterismo en virtud de su perspectiva de «interioridad» —en detrimento de la exterioridad, de dónde su heterodoxia desde el punto de vista de la Ley de Moisés—, el Cristianismo, decimos, se extendió por la predicación; y lo mismo el Sufismo, que es esotérico en virtud de su perspectiva de «vía», luego de «realización», de «transmutación»; perspectiva que es ajena a la Ley exotérica. El Sufismo, como el Cristianismo, posee sus misterios y por lo tanto sus secretos, pero no obstante hay en ambos casos un mensaje que se dirige «a muchos», si no «a todos». 261 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
El Islam a secas ofrece al creyente ideas y medios que permiten acceder al Paraíso con la condición de que su aceptación y su puesta en práctica sean sinceras; el Sufismo, por su lado, presenta la nada de nuestra contingencia —con respecto al Absoluto— con unos colores morales que, de hecho —se quiera o no—, nos llevan a la concepción agustiniana y luterana de la corrupción irremediable de la naturaleza humana. Sin duda, la consciencia de inconmensurabilidad entre lo contingente y lo Absoluto prepara la realización iniciática del Sí a partir del yo; pero su presentación individualista, voluntarista y sentimental, por una parte no tiene nada que ver con la gnosis, y, por otra, introduce en el Islam un moralismo místico que, en definitiva, es extraño al sobrio realismo de esta religión; lo cual explica, en gran parte, la hostilidad de los ulemas y también la de los filósofos, que a veces estaban más cerca de la sapiencia que de la simple racionalidad. Sea como fuere, cuando ciertos santos lamentan no haber nacido pájaros e incluso briznas de hierba, o cuando se darían por contentos con no tener que pasar más que mil años en el fuego infernal, y otras extravagancias de este género, siempre se puede pensar que se refieren, en el fondo, a la consciencia de inconmensurabilidad que hemos mencionado, la cual es la primera condición de la alquimia unitiva; pero tales simbolismos son, sin embargo, de lo más problemático en razón de su extravagancia literal. 272 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
Estos diversos elementos permiten considerar una interpretación particular del ternario Sharî’ah-Tarîqah-Haqîqah, «Ley-Vía-Verdad»: mientras que, según el uso corriente de los términos, la Tarîqah es la Vía, y la Haqîqah la Realidad que se pretende alcanzar —al menos cuando se entiende este último término en conexión con el precedente—, podemos entender por Tarîqah el vasto terreno del Sufismo medio, y por Haqîqah el terreno restringido del Sufismo quintaesencial, o sea del esoterismo propiamente dicho; fundándose el primero en el pesimismo antropológico, el ascetismo, la acumulación de prácticas meritorias y un moralismo escrupuloso, y el segundo, en la gnosis desde el doble punto de vista doctrinal y operativo. 277 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO
Recordemos aquí una vez más la diferencia entre el «hombre de fe» y el «hombre de gnosis»: entre el creyente, que en todo busca tan sólo la eficacia moral y mística hasta el punto de violar a veces sin necesidad las leyes del pensamiento, y el gnóstico, que vive ante todo de certidumbres principiales y está hecho de tal forma que estas certidumbres determinan su comportamiento y contribuyen poderosamente a su transformación alquímica. Pues bien, sean cuales sean nuestras predisposiciones vocacionales, debemos forzosamente realizar un cierto equilibrio entre las dos actitudes, pues no hay piedad perfecta sin conocimiento, y no hay conocimiento perfecto sin piedad. 168 THRP ESPECULACIÓN CONFESIONAL: INTENCIONES Y DIFICULTADES
gnóstico
Recordemos aquí una vez más la diferencia entre el «hombre de fe» y el «hombre de gnosis»: entre el creyente, que en todo busca tan sólo la eficacia moral y mística hasta el punto de violar a veces sin necesidad las leyes del pensamiento, y el gnóstico, que vive ante todo de certidumbres principiales y está hecho de tal forma que estas certidumbres determinan su comportamiento y contribuyen poderosamente a su transformación alquímica. Pues bien, sean cuales sean nuestras predisposiciones vocacionales, debemos forzosamente realizar un cierto equilibrio entre las dos actitudes, pues no hay piedad perfecta sin conocimiento, y no hay conocimiento perfecto sin piedad. 168 THRP ESPECULACIÓN CONFESIONAL: INTENCIONES Y DIFICULTADES
«Doy testimonio de que Muhammad es su servidor y su enviado»: esta segunda Atestación describe implícita o simbólicamente la naturaleza espiritual del hombre; el creyente, a semejanza de Muhammad, es «servidor» en el sentido de que debe resignarse a la voluntad omnipresente de Dios, y es «enviado» en el sentido de que debe participar en la Naturaleza divina y, por consiguiente, prolongarla en cierto modo, lo cual se lo permiten precisamente las prerrogativas de la naturaleza humana. El fideísmo musulmán exagera fácilmente la primera de estas cualidades en detrimento de la racionalidad más legítima; por ello hay que tratar de descubrir en sus paradojas, hipérboles e incoherencias las intenciones morales y los sobreentendidos místicos. Desde el punto de vista de este fideísmo, la simple naturaleza de las cosas no es nada, la intención moral o ascética lo es todo; queda por saber en qué medida la voluntad puede y debe determinar a la inteligencia en el místico voluntarista, y en qué medida, por el contrario, la inteligencia puede y debe determinar a la voluntad en el gnóstico; este último punto de vista está por encima evidentemente del anterior, en principio si no siempre de hecho. 289 THRP ENIGMA Y MENSAJE DE UN ESOTERISMO